El dedo y el frigorífico

Publicado el 18 de julio de 2005 en Curiosidades por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 4 minutos y 35 segundos
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En nuestra vida diaria tenemos unos aparatos que están destinados a cambiar temperatura y que nos hacen la vida mucho más cómoda. Me refiero a los frigoríficos, aparatos refrigeradores y/o bombas de calor. Son cosas que tenemos cada día sin que les demos apenas o casi ninguna importancia. Pero como todo, tiene su gracia. Vamos a ver un poquito de la misma.
 
¿No os ha pasado que se os congela el dedo cuando pulverizáis con un spray? ¿Qué relación tiene esto con el tema que queremos tratar? Pues tal y como la manzana y la Luna de Newton están relacionadas, el que se enfríe el dedo y el frigorífico también.
 
Dentro del spray hay líquido y es así gracias a que está a presión. Al salir del spray dicho líquido pasa a un medio donde la presión es mucho menor y con esa condición se ve obligado a evaporarse. Pero para ello necesita calor y lo roba del ambiente que le rodea. Cualquier cosa que esté alrededor se enfriará, como es el caso de nuestro dedo. Es el mismo principio de lo que se conoce graciosamente como mecanismo del botijo: está hecho de arcilla porosa; ésta deja escapar partes del agua al exterior que al llegar a la superficie se evapora, absorbiendo el calor del mismo y manteniéndolo fresco.
 
Pero volvamos al gas del spray. Si ahora quisiéramos dejarlo en el estado anterior tendríamos que comprimirlo, con lo que licuaría cediendo más calor al exterior: el necesario y el que absorbió al expandirse.
 
Ahora lo ponemos en un circuito cerrado. Si la zona donde se expande (evaporador), lo ponemos dentro de un recinto cerrado y la zona donde condensa (condensador) lo ponemos en el exterior ya tenemos un frigorífico o un aparato de refrigeración. Si los ponemos al revés (el condensador en la parte interior y el evaporador en la exterior), tendremos una bomba de calor. Sencillo, ¿no?.
 
Termodinámicamente hablando, estamos robando calor a un foco frío para cederlo a un foco caliente. Lo único que nos falta es el motor que mueva el compresor para accionar todo el sistema. En definitiva y en palabras llanas: para que funcione un frigorífico o una bomba de calor hemos de enchufarlos. No siempre fue así y no porque la termodinámica haya cambiado desde entonces, sino porque en 1913 cuando apareció el primer frigorífico doméstico funcionaba con manivela. En 1918 apareció un frigorífico a motor eléctrico llamado “Kelvinator” inventado por Nathaniel Wales. La denominación de electrodoméstico no la tuvo hasta 1927 cuando General Electric sacó al mercado el modelo Monitor Top, con compresor hermético.
 
Esto contesta a una de las clásicas preguntas de examen en termodinámica. A alguien que tiene un frigorífico y quiere enfriar una habitación se le ocurre ponerlo en marcha y abrir la puerta. ¿Qué sucederá?. Pues con las explicaciones que habéis visto, el calor que robó por un lado lo volverá a ceder al mismo sistema, con lo que no pasaría nada. Sin embargo la aportación externa del compresor hará que en conjunto se caliente; poco, pero que se caliente.
 
En forma gráfica podemos verlo de esta manera:


Pues bien, hemos visto que para tomar calor de un foco frío y cedérselo a uno caliente necesitamos aportar energía. ¿Por qué? Pues por la misma razón que si dejamos un vaso con agua no esperamos que al cabo de un tiempo se forme un cubito de hielo de forma natural. Esperamos todo lo contrario: que el hielo se funda y toda el agua vaya a una misma temperatura final. Dicho de otro modo, si nos pusieran un a película de cine en la que en un vaso con agua se forma un cubito de hielo, rápidamente nos daríamos cuenta que nos la ponen al revés. ¿Sabéis por qué? Porque violaría el Segundo Principio de la Termodinámica. Si no lo conocéis, al menos ya lo estáis pensando.
 
Con todo ello ya puedo citaros el enunciado de Clausius-Clapeyron de dicho Segundo Principio de la Termodinámica: Es imposible que una máquina frigorífica extraiga calor de un foco frío y lo ceda todo a un foco caliente sin recibir trabajo desde el exterior.
 
Ya me extenderé más en posteriores artículos sobre las consecuencias de este principio, pues se le puede sacar mucho jugo, ya que afirmar esto es lo mismo que decir que para transformar calor en trabajo mecánico siempre cederemos parte del calor a un foco frío. O sea, nunca podremos sacar el 100% de trabajo mecánico del calor. Este es, en otras palabras, el enunciado de Kelvin-Plank (tranquilos, que os lo demostraré en otras historias).
 
Hagamos un poco de historia de la importancia de estos avances científicos para la industria. Hoy día el congelado de los alimentos es una cosa habitual y necesaria para nuestra sociedad.
 
Vender alimentos congelados fue idea de Clarence Birdseye, un joven que durante 5 años fue traficante de pieles en Labrador (Canadá). Allí observó cómo los nativos congelaban el pescado, exponiéndolos inmediatamente a los efectos del frío y el viento gélido. También pudo comprobar que ese pescado podía comerse meses después, y que conservaba el mismo sabor y textura que el pescado fresco. Además, advirtió que la congelación debía efectuarse rápidamente, para evitar la formación de cristales de hielo en el interior de los alimentos, que rompían las paredes celulares. Tardó 8 años en perfeccionar el proceso antes de comercializar los productos. Comenzó su empresa de congelados con guisantes, en 1924 llamada Freezing Company. Aplicando la congelación industrial, heló quinientas toneladas de frutas y verduras. Aunque la técnica era conceptualmente simple, el éxito dependía de multitud de pequeños detalles que le llevaron a registrar hasta 168 patentes, entre ellas el congelador de placas múltiples que se continúa fabricando.
 
Más adelante aprendió que el escaldado de los vegetales antes de la congelación detenía la acción enzimática y mejoraba el sabor. También hubo de persuadir a los minoristas de que adquiriesen o alquilasen aparatos para almacenar sus congelados y convencer a los compradores que aquel tipo de alimentación no era de segunda calidad. Este tipo de alimentación se impuso en el mercado al terminar la Segunda Guerra Mundial.
 
Los primeros platos congelados se sirvieron en 1945 a los pasajeros de las líneas aéreas estadounidenses.
 
Y todo esto, gracias a que se nos enfría el dedo cuando pulverizamos con un spray. Curioso, ¿no?.
 
Fuentes:
“El panorama inesperado”, James S. Trefil
http://j.orellana.free.fr/textos/frio.htm
http://icarito.latercera.cl/icarito/2002/861/pag7.htm
http://personal5.iddeo.es/extrem/curso.htm
http://personales.ya.com/casanchi/fis/2principio01.htm
http://enciclopedia.us.es/index.php/Botijo
http://es.wikipedia.org/wiki/Evaporaci%C3%B3n



Hay 3 comentarios a 'El dedo y el frigorífico'

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  1. #1.- Enviado por: Manel

    El día 18 de julio de 2005 a las 11:53

    Un poco off-topic.
    Al ver la referencia a Kelvinator he recordado una entrevista que le hicieron en la COPE a Antonio Diaz Miguel, que era famoso porque segun se decia conocia a todos los jugadores de baloncesto que uno se pudiera imaginar.
    Pues bien, en la entrevista le preguntaron precisamente por un jugador que se llamaba Kelvinator (el frigorifico de la historia), evidentemente era una broma, pero Antonio Diaz no se debia acordar del electrodomestico y afirmo que habia seguido a este jugador e incluso dio detalles sobre una joven promesa balcanica… al final de la entrevista le dijeron algo asi como que no se imaginaban a un frigorifico tirando triples y entonces fue cuando Diaz Miguel se dio cuenta de la broma.

  2. #2.- Enviado por: dani

    El día 8 de agosto de 2005 a las 19:44

    No quisiera ser impertinente, y mas que una certeza es una duda y te lo pregunto.

    Si dejas la nevera abierta en una habitacion, yo pensaba que el calor aumentaba de una manera considerable, simplemente porque el motor esta trabajando todo el rato, transformando toda la electricidad que le llega en calor, hasta llegar a un punto en que dejaria de funcionar por sobrecalentamento, no???? Vamos que el motor se quema porque no esta preparado para funcionar tantas horas seguidas.

    Supongo que esto pasaria despues de varios dias o incluso meses pero, podria ser???

  3. #3.- Enviado por: omalaled

    El día 9 de agosto de 2005 a las 09:45

    No es ser impertinenete hacer una pregunta. Bienvenidas sean.

    Evidentemente, el motor funcionaría todo el rato. De acabar quemándose o rompiéndose ya depende de otras cosas.

    El que aumente el calor de forma considerable depende de otros factores (tipo de motor, rendimiento, rozamientos, etc).

    Lo importante de la historia es que realmente, la habitación se calentaría.

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