[Libro] Las corbetas del Rey

Publicado el 29 de enero de 2011 en Libros por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 4 minutos y 53 segundos
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Desde la agencia Shackleton Buzz&Press han tenido la gentileza de enviarme este libro. Veo, por otro lado, que no he sido el único, ya que también parece que se lo han enviado a Aldea Irreductible, Ciencia Kanija e Historias con Historia. No me han pedido que les haga una reseña, pero aunque el libro no era del estilo de los que acostumbran a salir en este blog, creo que es una cosa que debo hacer. Os hago, por tanto, el habitual resumen de las cosas que más me han llamado la atención.

El libro narra la expedición científica y política alrededor del mundo de Alejandro Malaspina, que zarpó en 1788 de Cádiz en un viaje que duró más de cuatro años. Es más bien descriptivo, sin entretenerse demasiado en los detalles científicos, dadas las aproximadamente 140 páginas que tiene y centrado en el día a día de aquellos hombres. El lenguaje que utiliza es un tanto barroco y algo divertido en algunas expresiones.

No parece que fuera de los viajes de placer a los que estamos acostumbrados hoy día:

Cada barco transportará un total de ciento dos hombres, entre ellos un cirujano y un capellán, que curarán las heridas del cuerpo y del alma si las hubiera, que las habrá. La nómina incluye carpinteros, calafates, herreros, grumetes, criados, pilotos, naturalistas, pintores, guardiamarinas, artilleros y la clase de tropa. Parecen muchos, pero son pocos y todos necesarios. Tendrán que aplicarse, y en más de una tarea. Los holgazanes sobran.

Y se encuentran inconvenientes que hoy día serían totalmente inaceptables:

[Una] larva había contaminado el cargamento de pan, causando repugnancia entre una tripulación poco dispuesta a consumirlo. Bajo el microscopio, el repelente gusano resultó ser un gigante cabezón de ojos saltones y un anillado cuerpo peloso sostenido por varios pares de patas, que pronto se convertirá en una pulcra palomilla blancuzca de largas antenas. Según los científicos, el animalillo no ofrecía riesgo para la salud; al contrario aportaba proteínas, añadimos. De nada sirven las protestas. El pan no se tira.

Un detalle curioso es cómo iban los pobres en Montevideo:

La abundancia es tal que el caballo resulta un medio de transporte generalizado, tanto que ni pobres ni esclavos viajan a pie. Incluso se pide limosna a la grupa de espléndidos corceles, componiendo una imagen surrealista, grotesca.

Los astrónomos también tuvieron trabajo:

Los astrónomos trabajaron a destajo. Observaron el giro de las estrellas, estudiaron los movimientos de Júpiter y sus satélites, contemplaron el paso de Mercurio frente al Sol y admiraron la Luna en su eclipse.

Aunque trabajos científicos hay muchos más, como ir midiendo la gravedad a través de la oscilación de un péndulo.

Para poder orientarse en el mar tenían que tener relojes fiables. El problema es que por aquella época se veían afectados por la temperatura exterior y cuando doblaban el cabo de Hornos, con un mar plagado de bloques de hielo podían tener problemas:

Hace frío incluso para los instrumentos. La temperatura del reloj número 10 descendió a siete grados, cuando debe oscilar entre nueve o diez. Si alcanza los cinco deja de funcionar correctamente. Las bajas temperaturas densifican el aceite protector aumentando la resistencia mecánica. El aparato se desajusta perdiendo fiabilidad. Hay que impedirlo a toda costa. El reloj se calienta con una vela hasta que recupera la temperatura. De ahora en adelante, se colocará en un camarote junto a un farol encendido que caldee día y noche el aire que lo rodea. Son eficaces remedios caseros ante adversidades oceánicas.

Y ojo, que no podías desertar, porque si te pillaban lo pagabas con creces. Al primero que lo intentó le hicieron la “carrera de baquetas”:

Resulta inhumano verle correr sobre cubierta, pasando entre dos filas de soldados que azotan con saña el torso desnudo, sangrante, despellejado. Cuando terminen, los médicos lo curarán. Es su oficio. No estaría de más que avisaran al cura.

Y para dejar la marca de quién era el dueño de aquellas tierras a las que habían llegado:

La comitiva toma posesión del lugar. La tradicional botella, enterrada en la playa junto a una moneda que identifica a la nación propietaria.

Y si alguien cree que eso de irse de juerga y llegar al día siguiente es un invento de la vida moderna, que se vaya olvidando:

La tripulación también tuvo sus momentos de distracción. La juerga fue consentida. Hubo marineros que empalmaron cuatro días seguidos de fiesta y gozaron de las oportunidades del lugar. No regresaron, los trajeron. Al más mínimo descuido se pierde la voluntad y el ímpetu se desboca, la persona sucumbe a la bebida, el sujeto se enfanga en el vicio, seducido por mujeres de vida disoluta. La conducta de muchas es tan libertina que, comparadas con ellas, las prostitutas de otros lugares dan ejemplo de castidad.

¿Y cómo se recompensa al principal protagonista de un viaje de estas características? Pues ya sabéis que en estos temas somos unos campeones. Resulta que en los primeros meses de 1795 elaboró una memoria sobre la paz con Francia que hizo llegar al ministro de Estado, Manuel Godoy. Se había metido en política y ya se sabe qué sucede cuando te metes en política. Le detuvieron y le juzgaron de conspiración. Un juicio que no parecía muy justo:

El juicio se desarrolla con premura. Los imputados están desprotegidos. Ni siquiera pueden nombrar defensor. Preside el tribunal el obispo de Salamanca. Transcurridos cuatro meses, no hay ni pruebas ni confesiones. El proceso entra en un punto muerto pero Godoy sabe cómo salir del atolladero. Arbitrariamente, Carlos IV firma un decreto condenando a los inculpados. Alejandro Malaspina es degradado y expulsado de la Armada, condenado a la pena de diez años y un día de privación de libertad encerrado en el castillo coruñés de San Antón. Seis pasó rodeado de agua, encerrado entre viejos muros levantados sobre un solitario islote.

A día de hoy se repite la expedición. Espero que cuando vuelvan, si alguno de la tripulación se mete en política, no sea llevados a juicio. Al menos por opinar.

He de decir que al principio el libro se me hizo un poco cuesta arriba pero finalmente me llegó a enganchar. Recomendado sólo a los que puedan conocer las ciudades que se describen o a los que sean amantes de estos viajes legendarios.

Lo podéis descargar de forma gratuita desde este enlace perteneciente a la web del libro.

Título: “Las corbetas del Rey. El viaje alrededor del mundo de Alejandro Malaspina (1789-1794)”
Autor: Andrés Galera Gómez



Hay 2 comentarios a '[Libro] Las corbetas del Rey'

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  1. #1.- Enviado por: Toro

    El día 31 de enero de 2011 a las 15:37

    Me pregunto cómo podían los astrónomos ver nada.
    Yo intenté ver Júpiter en tierra firme, con un telescopio moderno, y me costó lo mío, así que en un barco y con instrumental de la época, tiene mérito.
    Saludos.

  2. #2.- Enviado por: Alfonso

    El día 31 de enero de 2011 a las 18:45

    Me sorprendió la referencia tan específica de la ciudad de Montevideo (donde vivo) xD El libro me pareció bastante curioso. Me lo voy a descargar a ver que tal (si, adivinaste, me lo bajo solamente para ver qué dice acerca de Montevideo de aquella época :P)

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