[Libro] La ciencia y la vida

Publicado el 17 de julio de 2010 en Libros por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 7 minutos y 35 segundos
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Hoy me aparto un poco de la línea habitual, aunque tengo excusa, ya que uno de los autores es médico y el título del libro es muy expresivo. ¿Qué os puedo decir de los autores de dicho libro? De José Luis Sampedro, ya he dicho muchas veces que siento una especial debilidad; y de su coautor, el cardiólogo Valentín Fuster, que tiene un currículum impresionante. Este último salvó la vida del primero en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, se hicieron amigos y siempre han mantenido apasionadas conversaciones que van desde la salud a la ciencia, el humanismo y la sabiduría. De esas conversaciones nació el libro, al que Olga Lucas dio forma. Es muy difícil resumir un libro en el que se habla de tantas cosas y se cuentan tantas anécdotas de dos personajes como estos. No obstante, lo intentaré copiando algunos párrafos (puede que con alguna pequeña modificación).

Olga Lucas nos dice:

Si tuviera que elegir una única palabra para definir a Valentín Fuster, a José Luis Sampedro y a sus conversaciones, elegiría “sabiduría”. Son sabios porque ambos persiguen la sabiduría, conscientes de no alcanzarla. Si se me permite una segunda palabra, pondría “bondad” en el sentido machadiano del término. Son buenos porque ambos viven con responsabilidad su profesión y su lugar en la sociedad, ambos tienen el sentido del deber humano como contrapartida al derecho humano, es decir, distinguen entre derechos, deberes y valores humanos. Estas dos cualidades engloban a las demás: son reflexivos, observadores y entregados, amantes de la vida, apasionados por el ser humano y el fenómeno social, por la búsqueda de soluciones a los males que nos aquejan. Son humanos y humanistas.

Hablan de la oferta, la demanda y la economía. Por ejemplo, las eléctricas: ¿qué quiere decir que la demanda crece más deprisa que las inversiones de la empresa? Sencillamente que se confía un servicio público a un sector privado con ventajas de monopolio y posibilidad de ganancias tremendas, como ellas publican sin rubor incluso en los momentos de los apagones. En lugar de invertir lo necesario en función de las previsiones de crecimiento, se reparten los beneficios.

Es una brutalidad que en este momento, disponiendo de medios de comunicación instantáneos y transportes rápidos, pudiendo dar la vuelta al mundo en ocho horas o menos, bueno, ¡que con esos medios la ocurrencia de los gobernantes para hacer frente a los problemas sea levantar muros! La construcción de murallas es una idea claramente medieval y vivimos en un mundo donde la tecnología exige y casi impone la unidad global. En el campo de la economía y la globalización se dice “esto es inevitable porque la técnica impone la unidad mundial”, pero luego resulta que Estados Unidos construye el muro con México, España pone vallas frente a Marruecos, se levantan muros en Palestina, Pakistán, en todas partes, ¡caramba! Es una irracionalidad total.

Nosotros, desde nuestro eurocentrismo, nos creemos superiores, pero ellos [los africanos] tienen mucho que enseñarnos. Recuerdo un día en que un conferenciante africano hablaba de la poligamia. Según decía, pese a estar ya abolida en muchos países africanos, las autoridades hacen la vista gorda porque siendo una costumbre tan arraigada, el partido que la persiguiera severamente perdería las elecciones. Ante las sonrisas malévolas del auditorio, se detuvo y mirándonos fijamente dijo: “Ya sé, ustedes aquí, en la cultura occidental les parecemos incivilizados, pero en nuestra cultura lo que parece incivilizado es abandonar a los mayores, algo que ustedes hacen”. Y, claro, cesaron las risitas.

Ejerciendo un control de calidad y la debida presión social, el poder puede ser más eficiente para la sociedad. En el estado de Nueva York se empezó a publicar el índice de mortalidad quirúrgica relativo a cirugía coronaria de los diferentes hospitales con los nombres de los cirujanos. Como consecuencia de estas publicaciones anuales, se ha cesado a algunos cirujanos y en las instituciones que no reunían las condiciones, se ha prescindido de la cirugía coronaria. Actualmente, en buena medida gracias a este control de calidad, las tasas de mortalidad en cirugía cardíaca en Nueva York son de las más bajas de los EEUU.

¿Qué es eso de la guerra al terrorismo? O no hay tal guerra o hemos cambiado el significado de la palabra. Las guerras son, o al menos eran, un choque de ejércitos y aquí no hay dos ejércitos enfrentados (…) Alguien ha definido con una frase muy certera “El terrorismo es la guerra de los débiles y la guerra es el terrorismo de los poderosos” (…) El terrorismo nace, efectivamente, de la debilidad de los países, nace de los problemas económicos, nace también de la historia de la humillación y de vejaciones (…) No se puede humillar indefinidamente a la gente sin que eso traiga consecuencias.

Cada cultura tiene un referente general, el nuestro es el dinero. Los antiguos, los clásicos, decían: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Era una medida humana. Hasta los dioses, con sus líos y sus historias, eran humanos. En el Medioevo la referencia fue Dios con la teología por encima de todo. Dios era la medida de todas las cosas. En cambio, en la Modernidad el dinero es la medida de todas las cosas.

Los tres inventos para el paso de la Edad Media a la Edad Moderna fueron la pólvora, la brújula y la imprenta. La pólvora permitió acabar con los castillos, con el feudalismo; la brújula permitió las grandes navegaciones, poder cruzar los océanos y la imprenta permitió la difusión de las ideas.

Yo [Sampedro] empezaba mis clases diciendo algo, para mí, fundamental; les decía a mis alumnos: “Si yo tuviera facultades mágicas para transformar a los españoles les levantaría a todos la tapa de los sesos [en el sentido metafórico, naturalmente], y metería dentro un papelito que dijese: “El orden natural no es natural”. Es decir, no me acepten ustedes la trampa del orden natural”. (…) Definir el matrimonio, la jerarquía, la monarquía o lo que quiera como orden natural, permite inmediatamente perseguir como enemigos y antinaturales o aberrantes a todo el que no está de acuerdo. Pues no, señores, eso no es orden natural, son conceptos creados por nosotros que podemos modificar.

Una cometa vuela porque está atada. Si tú coges una cometa y la tiras al aire sin más, no vuela: en cambio, si está atada, la cuerda permite la resistencia contra el viento y la cometa vuela. Pues al igual que la cometa vuela porque está atada, la salud se valora porque hay enfermedad y el preso aprecia la libertad porque está encarcelado. De la mima manera, a mí me parece evidente que no hay libertad sin normas.

Valentín Fuster nos explica cómo un prestigioso cirujano, una eminencia en el campo de la cirugía al que acudían pacientes de todo el mundo, notó que le fallaba algo mientras operaba a un niño, como una inseguridad en la ejecución. Aquella misma tarde acudió al neurólogo y le diagnosticaron Parkinson. Aquel mismo día decidió abandonar el quirófano. Cuando le preguntaron contestó: “En estas condiciones, yo no operaría a mi hijo y si no operaría a mi hijo, no operaré a nadie más”. Fuster quedó fuertemente impresionado por el sentido de la honradez y la responsabilidad de aquel cirujano.

¿Qué es la verdad? Pues para cada uno de nosotros la verdad es lo que creemos que es verdad, bien porque uno mismo lo ha comprobado, bien porque se lo ha oído a alguien o ha leído a alguien de confianza o porque se lo imagina. Y cuando uno cree a pies juntillas que algo es verdad, como es el caso de la fe o las religiones, se entra fácilmente en delirios colectivos, por utilizar el término freudiano, y ahí están los ejemplos de las guerras de religión, las hogueras de la Inquisición, el Holocausto judío y las brutalidades que quieras.

Cuando era niño, en el catecismo que nos imponían, se nos planteaba el sentido de la existencia con la pregunta “¿Para qué nos creó Dios?” Y la respuesta categórica: “Para servirle y adorarle en esta vida y después gozarle en la otra”. Naturalmente, con el tiempo comprendí el alcance de tamaña barbaridad. Me parece una afirmación tan monstruosa que en sí es suficiente para destruir la creencia en ese Dios. Imaginar que el Dios, creador de los cien mil millones de estrellas y demás, de pronto un día se da cuenta y dice “anda, que no me adora nadie, a ver, necesito alguien que me adore” y entonces crea ese gusano que es el ser humano y le dice “adórame”, es lo más impropio de la idea divina. Para eso no se necesita ser Dios, es una visión magnificada de ricachón de pueblo que exige adulación todas las mañanas.

Comprendo que se haga lo posible y lo imposible por prolongar la vida a una persona de veinte o treinta años, a alguien que tiene alguna esperanza o tiempo por delante para que se invente algo; pero a mi edad, por ejemplo, no quiero que me prolonguen la vida cuando vivir ya no sea vivir sino vegetar (…) pero sí quiero cuidados paliativos que, llegado el momento, me hagan el trance menos doloroso, menos feo, menos indigno. La dignidad humana es importantísima tanto para vivir como para morir.

Cuando José Luis Sampedro se retiró ofreció sus servicios a la Escuela de Magisterio que estaba cerca de su casa. No pedía sueldo, ni impartir una asignatura del plan de estudios. Ofreció sus conocimientos a quienes voluntariamente quisieran adquirirlos. Le respondieron que debía hacer oposiciones.

Otra maravillosa anécdota que explica el mismo Sampedro es que mientras estaba en el hospital la doctora Kalman fue a hacer su ronda y se lo encontró tomando notas y apuntes. Preguntó estupefacta: “¿Qué hace usted trabajando? Usted está aquí para curarse”. Y Sampedro contestó: “No, perdone, usted me tiene que curar, cada cual a lo suyo, y lo mío es esto”.

Podéis ver un vídeo de ambos autores aquí y si no tenéis nada que hacer, podéis echar un ojo a la entrevista a Sampedro en TV en este enlace.

Un libro apto para todos los públicos, muy distendido y entretenido, con montones de ideas y de apuntes ingeniosos, salpicado de experiencias personales tanto de Sampedro como del doctor Valentín Fuster y todas ellas fantásticas.

 

Portada del libro

Título: “La ciencia y la vida”
Autores: Valentín Fuster y José Luis Sampedro

Otra opinión del libro
http://www.pieceofcake.de/megustalaciencia/?cat=23



Hay 13 comentarios a '[Libro] La ciencia y la vida'

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  1. #1.- Enviado por: Sanpablo

    El día 18 de julio de 2010 a las 08:56

    “Hablan de la oferta, la demanda y la economía. Por ejemplo, las eléctricas:”

    ¡Por Dios!

    “Hablan de enfermedades erradicadas, por ejemplo el cancer”

    Creo que hay que saber de ciertas cosas para escribir sobre ellas sin meter la pata.

  2. #2.- Enviado por: Miguelaf

    El día 18 de julio de 2010 a las 17:17

    Por más que busco en el texto, no veo la frase sobre el cáncer a la que alude Sanpablo, ni creo que dos personas de ese nivel fueran a decir semejante tontería.
    En cuanto a lo de la oferta y la demanda, el párrafo es algo simplista pero para nada alejado de la realidad.

  3. #3.- Enviado por: omalaled

    El día 18 de julio de 2010 a las 17:37

    Sanpablo: debes considerar, por un lado, que es un resumen. Yo resalto párrafos pero puede que estén en un contexto más amplio.

    Por otro lado, antes de decir que Sampedro debe o no saber ciertas cosas de economía, debes saber que fue Catedrático de Estructura Económica por la Universidad Complutense de Madrid y anduvo por algún ministerio que otro. Si habla de eléctricas, creo que sabe de lo que habla. Por lo menos, tiene unas cuantas credenciales. Por supuesto, si crees que está equivocado, estoy dispuesto a escuchar tus argumentos.

    Salud!

  4. #4.- Enviado por: Sanpablo

    El día 19 de julio de 2010 a las 20:45

    En las eléctricas no rige la ley de la oferta y la demanda. Toma el ejemplo de una industria intervenida hasta lo demencial para “demostrar” no sé qué sobre los mercados. El análisis no es que sea simplista, es que es una grotesca deformación de la situación en la que están las eléctricas. Primero, no es un monopolio, es peor, son empresas que no pueden competir porque el gobierno establece los precios. Las eléctricas tienen beneficios… o no. Los tuvieron hace unos años, ahora no pueden ni inventir, caso este último contado de esa manera peculiar, como si fueran simultáneoslos beneficios y la falta de inversión

    Lo más molesto de economistas como este (lo tacho desde ahora mismo como magufo) es que la horrorosa caricatura que hacen de la situación económica de un sector es para echarle la culpa a quien menos la tiene y ¡pretender que quien ha hundido sectores enteros de la economìa, el estado, es el que va a salvar el problema! Porque es una burla a la inteligencia que pinte un sector intervenido como culpable de codicia capitalista. Precisamente a la voz de “no puede ser que el capitalismo meta sus manazas en ese bien tan fundamental” que se intervinieron los precios de la energía eléctrica y se montó el demencial sistema de subvenciones a las “energías renovables”. ¡Luego viene este magufo de la economía y le echa la culpa a lo poco de privado que tiene!

    El estado la caga en todas cada una de las cosas en las que mete las manazas. Dime un solo asunto en el que no sea ruina y fracaso. La educación pública, las eléctricas, los medios de comunicación (las puñeteras televisiones públicas, carísimas para el contribuyente y que ahogan la competencia). Por cierto, algo tan absolutamente fundamental como la alimentación está bastante menos intervenido que la electricidad y no padecemos la misma horrorosa y carísima incertidumbre. No sé por qué alguien que se las da de científico es incapaz de darse cuenta que el sector de la alimentación hunde absolutamente su diatriba anticapitalista.

  5. #5.- Enviado por: Sanpablo

    El día 19 de julio de 2010 a las 20:48

    Por cierto, en el blog de al lado, el Amazings ese, tienen un post en el que se comenta algo sobre los muchísimos titulados en biología que creen en la cientificidad del Diseño Inteligente. No han tenido ninguna dificultad en dejar en evidencia que se puede tener título y ser un crédulo. Es lo que le pasa a este señor con la economía. Lamento haberme equivocado pensando que simplemente hablaba de lo que no sabía: era muco peor hablaba como un magufo, enterado de las cosas, con buenos textos a su alcance pero diciendo paridas por culpa de un prejuicio irracional.

  6. #6.- Enviado por: omalaled

    El día 19 de julio de 2010 a las 23:19

    Sanpablo: bueno, lo de las eléctricas ya veo que no estás de acuerdo. Con el resto, ¿tampoco?

    Salud!

  7. #7.- Enviado por: Michael Madison

    El día 20 de julio de 2010 a las 18:01

    Sampedro al menos deja mucho que desear en cuanto a divulgación científica. Me parece un personaje a medio camino entre las revistas del corazón y el lector superficial de libros de divulgación científica. En todo caso, nada serio y desmedida la fama que tiene.

  8. #8.- Enviado por: Hejo

    El día 28 de julio de 2010 a las 00:57

    Para Sanpablo:

    1- Las compañías eléctricas no eran el tema central del artículo.
    1a-Para tu interés, Galbraith trata a fondo las ventajes -e inconvenientes- de la intervención del estado en las fijaciones de precios en los casos de monopolios naturales y de oligopolios. Te recomiendo su lectura.
    1b-Igualmente te recomiendo que busques y releas la historia de Enron y de como intentaron manipular los precios de las tarifas eléctricas multitud de veces. Las empresas privadas tienen ventajas… pero también inconvenientes y es que a veces su objetivo no es el servicio a los clientes sino el beneficio. En los USA y en todas partes, España incluída.
    1c- ¿De donde sacas que las eléctricas españolas no tienen beneficios? Por favor, avisa a los inversores que vendan sus acciones en bolsa.

    2-Educación: sólo te pido que compares los resultados de los informes de Pisa de Noruega (donde NO existe ni una sola escuela privada NI concertada) con los españoles. Luego me lo cuentas. No estoy seguro de si en Finlandia existe alguna escuela privada, pero si las hay, te aseguro que son muy muy poquitas.
    2a- No por esto Noruega padece más problemas de cohesión social, renta y calidad de vida, libertades y derechos de sus ciudadadanos, transparencia y democraticidad de su gobierno, etc. que España donde sí tenemos escuelas privadas. Y lo mismo para Finlandia.

    3- Si toda intervención del gobierno es mala, entonces lo ideal es no tener gobierno, o que éste se reduzca a la mínima expresión posible. En este caso, Somalia y Afganistán deberían ser paraísos. Y los países escandinavos un ejemplo de mal vivir. ¿Crées realmente que tu afirmación se corresponde con la realidad?

    Omaleled: Excelente post, y mis disculpas por la extensión.

  9. #9.- Enviado por: Tikirocks

    El día 14 de agosto de 2010 a las 07:22

    Debo culparte ya que cuando leí la entrada me encanto y se me quedo tan grabado el nombre que cuando fui a la librería de mi ciudad cual fue mi sorpresa al ver el nombre de Sampedro (Nunca crei ver ese nombre en rincon mas alejado de Mexico). Apenas lo comenzare pero viendo este post y el indice creo que lo disfrutare.

  10. #10.- Enviado por: Luis Montes

    El día 10 de septiembre de 2010 a las 10:13

    No he leído el libro, pero con perlas como el análisis del terrorismo, ya se me han ido las ganas. Si el terrorismo el la guerra de los débiles dónde está la debilidad de ETA, las Brigadas Rojas o Baader Meynhof. ¿Dónde está la debilidad del ingeniero millonario que quería volar la central nuclear de Sydney en 2005?
    Al margen de esto me encanta tu web, a la que he llegado a través de JdJ.

    Saludos y muchas gracias por compartir tus historias con todos.

  11. #11.- Enviado por: omalaled

    El día 10 de septiembre de 2010 a las 17:06

    Luis Montes: muchas gracias por tus palabras.

    No quiero que juzgues el libro por una frase, pues al fin y al cabo, aquí están los párrafos que más me han llamado la atención.

    Tampoco soy un experto analista de ETA ni de las Brigadas Rojas o Baader Meynhof. Pero sí acepto que las bandas terroristas son, por definición, débiles.

    A ver, no confundas mis palabras: cualquier persona con una pistola deja de ser débil, pero si se enfrenta contra un ejército, no tiene nada que hacer. Si ponemos en un bando un país y en el otro unos terroristas, estos últimos acabarán perdiendo, seguro. Basta comparar la maquinaria bélica de unos y otros.

    Y supongo que Sampedro se refiere a eso.

    Otra cosa es que no les dejen las leyes o que el fin no justifique los medios o el resto de análisis en los que no entraré porque, sencillamente, no tengo idea de cómo tratar.

    Salud!

  12. #12.- Enviado por: Luis Montes

    El día 16 de septiembre de 2010 a las 19:52

    Hola omaladed:

    Muchas gracias por responderme tan rápido. He estado unos días fuera y llevo unos días sin entrar mucho. De terrorismo habría mucho que decir. Ha acompañado a la Humanidad desde los albores de la Historia, aunque se pasa con mucha facilidad de terrorismo a héroe. (La independencia estadounidense sin ir más lejos).

    Seguiré leyendo tu blog que me encanta y con el que aprendo muchísimo.

    Saludos

  13. #13.- Enviado por: Alejandro Díaz M.

    El día 21 de noviembre de 2011 a las 08:58

    Buenos días a todos. Ahora mismo en la mañana, como estos días atrás me levanto leyendo “La Ciencia y la Vida”. Cierto es que su comentario es vital para uno de mis trabajos de carrera, pero sin embargo me es un placer leerlo justo cuando me levanto.

    Podremos decir lo que queramos, difamarlos y subestimarlos, pero debemos admitir que, estemos o no de acuerdo con ellos, sus ideas o la forma que tienen que tratarlos y exponerlas, en este libro nos encontramos a dos hombres Sabios que utilizan, lo que muchas personas han dejado de utilizar…la cabeza, la razón, aderezada con prudencia y “meditación”.

    Es una obra fantástica que nos recuerda que nada es lo que parece y al menos en mi caso, me hace pensar mucho.
    Muchas Gracias Caballeros.

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