Las gafas de la ciencia

Publicado el 1 de febrero de 2012 en Opinión por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 3 minutos y 51 segundos
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En alguna entrevista me han preguntado: ¿qué es la ciencia para ti? La respuesta es difícil, pero he visto gente que tienen el don de poder dar esta respuesta con una sencillez y claridad fuera de serie. Es el caso de Pere Estupinyà, desde su libro El ladrón de cerebros. Os dejo con el amigo Pere.

Recuerdo estar sentado frente al océano en un lugar recóndito de Zapara, cerca de Playa Girón. Antonio nos había conducido hasta allí con la promesa de mostrarnos una de las zonas costeras de Cuba.

No había exagerado. El entorno natural era precioso, se respiraba una paz absoluta, y el mar se mostraba solemne. “Inmejorable”, pensé para mis adentros. Entonces Antonio se acercó ofreciéndome unas gafas de bucear. “Muchas gracias, Antonio, pero ahora no me apetece demasiado. No soy muy diestro en el agua y me da un poco de pereza. Además, el paisaje en sí ya es idílico.” Antonio insistió hasta convencerme. A los pocos minutos me puse las gafas y empecé a caminar hacia la orilla sin grandes expectativas, con el único objetivo de distraerme un poco. No tenía ni idea de qué me esperaba.

Nada más sumergir la cabeza en el mar mis ojos se abrieron como platos. La roca sobre la que había descansado estaba rebosante de corales preciosos, varios peces de colores nadaban a mi alrededor, y al girarme divisé una tortuga alejándose pausadamente a escasos 25 metros. No recuerdo el tiempo que pasé absorto observando ese espectáculo inesperado, pero sí tengo muy presente mi reacción en cuanto salí de él: ¿cómo podía tener esa maravilla tan cerca y no ser consciente de ello? ¿Cómo podía haber estado a punto de perdérmela? No sé cuántas veces agradecía a Antonio su insistencia al ofrecerme las gafas y permitirme descubrir lo que para mí era un mundo desconocido. Cuando dirigí de nuevo la mirada al océano continuaba siendo precioso, ero ya no podía conformarme en observar sólo su superficie.

Esta experiencia refleja el mismo entusiasmo que siento por la ciencia. Para mí, la ciencia son las gafas que nos permiten escudriñar la estructura del universo, descubrir el mundo microscópico, explorar el interior del cerebro humano, comprender nuestro comportamiento, y disfrutar de toda la complejidad y esplendor que oculta la naturaleza. Sin la ciencia, ni siquiera seríamos conscientes de la existencia de tales tesoros.

Estamos en un momento de la historia intelectualmente sobrecogedor. Los científicos están encontrando respuestas a infinidad de profundos interrogantes, pero sobre todo nos están ofreciendo nuevos y turbadores misterios con los que estimular nuestra inquieta curiosidad. Y, creedme, es una lástima perdérselo. Una vida sin ciencia es como una sin música. Puede ser igualmente maravillosa, pero si duda desaprovechamos una de sus grandes ofrendas. Especialmente porque disfrutarla no requiere un lenguaje sofisticado ni grandes conocimientos previos. Sólo se precisa un cerebro receptivo. Por eso me gustaría emular a Antonio y proponeros que nos pongamos las gafas de la ciencia y me acompañéis en una expedición hacia las fronteras del pensamiento científico más actual. No saber bucear no es una excusa, sino una motivación añadida.

No perdamos más tiempo alejados de la explosión de conocimiento que tenemos frente a nosotros. ¡Lancémonos de cabeza a explorar el apasionante océano de la ciencia!

(…)

Cada vez que enciendes tu ordenador o te conectas a internet desde un simple teléfono móvil, ves cómo la ciencia y la tecnología están transformando nuestras actividades cotidianas. Cuando acudes al médico constatas cómo la investigación científica mejora nuestra calidad de vida. Al oír de cambio climático o pandemias, no dudas en considerarla la mejor herramienta para intentar solucionar los problemas globales que afectan a toda la humanidad. Y cuando sientes ansias de comprender el mundo que te rodea recurres primero a las gafas de la ciencia para que regalen respuestas fiables y descubran nuevos conocimientos que son ellas ni siquiera sabrás de su existencia.

Como actividad humana que es, la ciencia está contagiada de nuestras propias imperfecciones. No pretendemos idealizarla, Pero en su versión más pura, es una maravillosa fuente de conocimiento y una herramienta que en buen as manos ha estado constantemente incrementando nuestro bienestar. Dejemos que impregne también la cultura, e inmiscuya su proceder en lo más profundo de nuestra sociedad. Otorguémosle por fin el papel central que reclama en la construcción de individuos y comunidades más justas y felices.

(…)

La ciencia no se detiene, y cada vez queda más camino por recorrer. Los investigadores están ampliando nuestro conocimiento sobre el Cosmos, la vida, la muerte o el funcionamiento de las sociedades a un ritmo imposible de abarcar. Nuestra sensación de desconocimiento crece a un ritmo exponencial. ¡Es excitante! El trabajo de los científicos es tan lento y minucioso que en ocasiones ellos mismos pierden la perspectiva de lo apasionantes que son sus descubrimientos. Pero tú tienes la oportunidad de seguirlos a cámara rápida y guiado únicamente por tu propio interés. Aprovéchalo. Disfruta de la ciencia como lo haces del arte, la música o la literatura. Es la verdadera aventura intelectual de este siglo. No nos quitemos las gafas de la ciencia.

(…)

No le tengas miedo ni excesivo respeto a la ciencia; ¡hazla tuya!

Pere Estupinyà, El ladrón de cerebros.



Hay 15 comentarios a 'Las gafas de la ciencia'

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  1. #1.- Enviado por: co.co

    El día 1 de febrero de 2012 a las 12:11

    Tengo una pregunta banal. ¿uno puede disfrutar de la ciéncia, sin aportar nada?. Es decir, como sujeto pasivo. O dicho de otro modo ¿se puede amar la literatura sin intentar, en algun momento, escribir?

    Como siempre muy interesante, intentaremos conseguir el libro, aunque intento seguir el blog del señor Estupinyà, en el periódico el País.

  2. #2.- Enviado por: srcincuenton

    El día 1 de febrero de 2012 a las 18:07

    co.co

    Te respondo con una pregunta: ¿Se puede disfrutar del ajedrez sin ser capaz de prever 10 o 20 jugadas? ¿Se puede disfrutar del tenis sin llegar nunca a jugar un Gran Slam?

    La respuesta es: ¡obviamente si!.

  3. #3.- Enviado por: Marfil

    El día 1 de febrero de 2012 a las 20:12

    Excelente metáfora de Pere Estupinyà, gracias por rescatarla Omalaled.

    Respecto al debate, efectivamente se puede disfrutar de la ciencia sin ser un científico de igual modo que se puede disfrutar de la música sin ser un músico, o del cine sin ser actor. Sin embargo, lo más lógico es que se disfrute mucho más una actividad cuanto más se le entienda, y el mejor método para ella es practicarla uno mismo.

  4. #4.- Enviado por: Pere

    El día 2 de febrero de 2012 a las 11:10

    Muchas gracias!!! ;)
    p
    e
    r
    e

  5. #5.- Enviado por: xXI

    El día 2 de febrero de 2012 a las 18:31

    Excelente escrito para interesar favorablemente al vulgo el entusiasmo por las ciencias naturales. Ojo digo naturales, porque hay que estar expectantes y muy críticos con otras ciencias que están llevando a nuestro planeta hacia una irremediable catástrofe. Hay por este mundo un buen numero de científicos con sus mecenas desarrollando autenticas barbaridades. Unos por medrar y otros por poderío.

  6. #6.- Enviado por: Gabriel

    El día 2 de febrero de 2012 a las 22:08

    xXI: me encanta que hagas este comentario porque me recuerda a los terribles remordimientos que sufrió el mismo Einstein tras colaborar en el desarrollo de la Bomba atómica. Y es que una cosa es la Ciencia, y el conocimiento en general, y otra la Técnica y el desarrollo de aplicaciones prácticas que se hacen con ese conocimiento, sea científico, humanístico, etc, etc…eso depende de la catadura moral de cada cual y “hay cada uno que…”

  7. #7.- Enviado por: albert

    El día 3 de febrero de 2012 a las 11:48

    Gracias a C. Sagan, G. Green y tantos otros buenos divulgadores científicos he disfrutado de la ciencia como un enano, pero no me hagáis resolver una raíz cuadrada…
    Ser amante de la ciencia no significa ser científico. como ser amante de la música no precisa de ser músico. Me parece que en esto estaremos todos de acuerdo. Salud

  8. #8.- Enviado por: albert

    El día 3 de febrero de 2012 a las 11:57

    Me olvidaba de comentar que viví una experiencia semejante: la primera vez que me sumergí en el mar Rojo (fuí marino mercante) quedé igual de estupefacto y cambió totalmente mi forma de ver el mundo. Mas salud, si cave

  9. #9.- Enviado por: co.co

    El día 3 de febrero de 2012 a las 13:33

    Me explico fatal, lo siento. Mi pregunta iba más encaminada en otra dirección. Me explico. Se puede ser aficionado al tenis y jugar de pachanga con los amigos los fines de semana. Esto queda lejos de ser profesional.

    O lo que seria lo mismo, se puede hacer un bizcocho y en lugar de levadura añadir ácido tartárico y bicarbonato. Y no ser pastelero, ni científico.

    O en el ejemplo de la literatura. Muchos hemos intentado rimas varias, (por amor, por un paisaje), consiguiendo ripios que intentaban imitar a Hugo o a Machado (por ejemplo)

    A eso me referia, que la vida se entiende de otra manera… o eso creo

    Los Gran Slam y los 20 movimientos quedan para unos pocos ; )

  10. #10.- Enviado por: Sandra-colchones

    El día 3 de febrero de 2012 a las 23:44

    Las ciencias naturales siempre han sido mis favoritas en el colegio,jajajaja…
    Interesante relato, lo recomendaré.

  11. #11.- Enviado por: Estudiante

    El día 4 de febrero de 2012 a las 13:26

    Yo me declaro como un apasionado de las ciencias y me dejé ingeniería mecánica en primero, con solo dos asignaturas superadas (así que el Gran Slam se lo dejo a otros jaja). Pero eso no me resta pasión, ni impide sonreír al ver textos como este.

    La próxima vez que algún chaval me pregunte por qué me gusta la ciencia, contarle esta bonita historia. A ver si a él también le da por sonreír.

  12. #12.- Enviado por: Gafas de sol

    El día 9 de febrero de 2012 a las 11:15

    Bonita historia la de las gafas de bucear, y bonito relato para motivar a los niños.
    Felicitats Pere.

  13. #13.- Enviado por: edna krabappel

    El día 14 de febrero de 2012 a las 17:59

    ¡Os aseguro que se puede disfrutar del ajedrez sin llegar a preveer 20 movimientos! Se trata de un juego apasionante.
    Y el día que gane por primera vez os describiré lo maravilloso que debe ser.

  14. #14.- Enviado por: Marisa ferrari

    El día 12 de abril de 2018 a las 13:26

    me surge una duda que es lo que quiere decir con ” la ciencia está contagiada de nuestras propias imperfecciones “

  15. #15.- Enviado por: omalaled

    El día 12 de abril de 2018 a las 13:35

    Marisa ferrari: Yo he interpretado que lo dice en el sentido de que no es perfecta. Que es la mejor forma de entender la realidad, pero el problema es que quienes las miramos (los humanos) tenemos imperfecciones: a veces, no somos capaces de aceptar que nos equivocamos y nos empecinamos en que eso que vemos no es lo que queremos ver. Y es por ello que debe ser una visión de no una persona, sino muchas personas. Yo diría que la cosa va por ahí.

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