Creencias, costumbres y niños

Publicado el 3 de octubre de 2009 en Opinión por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 9 minutos y 53 segundos
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Hace tiempo, os hablaba del juicio que hubo en EEUU cuando se quiso introducir el creacionismo en las clases de biología. De alguna manera, aquellas gentes querían imponer qué debía enseñarse a los críos y jóvenes y qué no. Afirmaban, debido a sus creencias, que no era lícito enseñar ciencia en clases de ciencia. Pues bien, dando la vuelta a la tortilla podemos plantearnos si es lícito enseñar creacionismo o cualquier sistema de creencias; aunque no sea en clases de ciencia. Y es que enseñar una serie de creencias dándolas por verdaderas tiene una definición muy diferente: adoctrinamiento. Y de ello hablaremos en nuestra historia de hoy.

Los adultos solemos tener opiniones sobre diferentes temas y los demás solemos estar de acuerdo o no. Suponemos que el adulto conoce los pros y los contras: que está informado. Además, suponemos que tiene derecho a qué saber y no saber (o querer no saber) sobre el tema en cuestión. ¿Pueden tener los niños opinión? ¿Tienen derecho a saber o dejar de saber algo? ¿Qué es lícito enseñarles y qué no de forma obligatoria? Hay padres que encuentran básico que aprendan religión (en el sentido adoctrinador de la misma) de forma obligatoria y padres que lo encuentran totalmente inadmisible. ¿Es lícito que obliguemos a nuestros hijos a que aprendan nuestras propias creencias y a adoctrinarlos en las mismas? ¿Cuál o cuáles tipo de creencias son admisibles? ¿La religión? ¿La astrología? ¿Y los hijos del vecino? ¿Tienen el derecho o la obligación de ser, o no, adoctrinados de la misma forma que los nuestros?

Como dice Richard Dawkins:

(…) por alguna razón, la sociedad acepta que los padres tengan derecho automático de criar a sus hijos con opiniones religiosas particulares y puedan retirarlos, por ejemplo, de las clases de Biología donde se enseña evolución. Sin embargo, todos nos sentiríamos escandalizados si se retirara a los niños de las clases de Historia del Arte que enseñan los méritos de artistas que no son del gusto de los padres.

Nuestra sociedad; incluyendo al sector no religioso, ha aceptado la idea sin sentido; de que es normal y correcto adoctrinar a minúsculos niños en la religión de sus padres; y cachetear etiquetas religiosas sobre ellos —”niño católico”, “niño protestante”, “niño judío”, “niño musulmán”, etc.— aunque no lo hacen con otras etiquetas comparables: no hay niños conservadores, ni niños liberales, ni niños republicanos, ni niños demócratas. (…) Un niño no es cristiano ni un niño es musulmán, sino un niño de padres cristianos o un niño de padres musulmanes.

Muchos declaran que hay un derecho a la vida sagrado e inviolable: cada niño por el sólo hecho de nacer tiene derecho a la vida y ningún futuro padre tiene derecho de terminar un embarazo (excepto, quizá, si la vida de la madre se encuentra en peligro). Por otro lado, muchas de estas mismas personas declaran que, una vez nacido, este niño pierde el derecho a no ser adoctrinado, a que no se le lave el cerebro, o a no ser psicológicamente abusado de una u otra manera por sus padres, quienes tienen derecho de criar al niño con la educación que ellos escojan, siempre que no caigan en la tortura física. Divulgamos el valor de la libertad por todo el mundo, aunque no aparentemente entre los niños. Parece ser que ningún niño tiene derecho a ser libre del adoctrinamiento ¿No deberíamos cambiar tal cosa? ¿Permitiríamos que personas ajenas tengan algo que decir al respecto de cómo yo educo a mis hijos?

Aquí se produce otro tipo de choque: el de los derechos paternales versus los derechos de los hijos. Este asunto dispara respuestas emocionales en lugar de respuestas razonadas. Y podemos afirmar, casi rotundamente, que la genética tiene mucho que ver en ello. Tanto en los mamíferos como en los pájaros que deben cuidar a sus crías, el instinto de proteger a los jóvenes contra cualquier interferencia externa es universal y extremadamente potente; arriesgaríamos nuestras vidas sin dudarlo -sin pensarlo- para repeler amenazas, sean estas reales o imaginadas. Es como un reflejo. En este caso podemos “sentir en nuestros huesos” que los padres sí tienen el derecho de criar a sus hijos del modo conveniente. Nunca hay que cometer el error de inmiscuirse entre una madre oso y su osezno, así como nada debe entrometerse entre los padres y los hijos. Ese es el centro de los “valores familiares”.

Pero, al mismo tiempo, debemos admitir que los padres no son dueños literalmente de sus hijos, del modo en que los dueños de los esclavos alguna vez poseyeron esclavos. Deben ser, más bien, sus protectores y sus guardianes, y deben rendir cuentas a otros de sus labores de protección, lo cual implica que personas ajenas tienen el derecho a interferir en cómo educamos a nuestros hijos. Así que, ¿en qué quedamos? ¿tienen los demás derecho a intervenir en cómo educamos a nuestros hijos?

Sigamos. ¿Por qué es tan importante lo que se enseña a los niños? Pues porque condiciona en gran parte el resto de sus vidas. Todo el mundo cita (correcta o incorrectamente) a los jesuitas cuando dicen: “dame a un niño hasta que tenga siete años y yo te mostraré al hombre”, pero nadie, ni los jesuitas ni ningún otro, realmente, sabe cuán resistentes son los niños. Hay muchísimas anécdotas sobre gente joven que tras años de inmersión en la religión dan la espalda a sus tradiciones y se alejan encogiéndose de hombros, con una sonrisa y sin ningún efecto dañino visible.

Por otro lado, algunos niños criados en tales prisiones ideológicas se convierten por su propia voluntad, como dijo Nicholas Humphrey, en “sus propios carceleros” al prohibirse todo contacto con ideas liberadoras que podrían hacerles cambiar de opinión. Por ejemplo, muchas mujeres musulmanas que crecieron bajo condiciones que muchas mujeres no musulmanas considerarían intolerables, cuando se les brindan oportunidades informadas para abandonar sus velos y muchas otras de sus tradiciones, eligen mantenerlos.

Hay casos más extremos. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en los semang de Malasia. Allá por los años 1950 unos cuantos jóvenes de ellos fueron reclutados por el ejército británico para luchar en las guerrillas comunistas. Los semang son un pueblo pacífico y tolerante; tanto, que en su vocabulario no se contempla ni siquiera la palabra agresión e incluso no se conoce entre ellos el asesinato. Sin embargo, tras su reclutamiento en el ejército, mostraron ser los más sangrientos y despiadados soldados del grupo desarrollando además un pensamiento obsesivo alrededor de la idea de matar.

Ya Darwin y Fitzroy se dieron cuenta de algo similar con tres indígenas de Tierra del Fuego que FitzRoy había llevado a Inglaterra en el anterior viaje del Beagle. Esos tres hombres, ya en Inglaterra, adoptaron las costumbres y lengua europeas. Cuando volvieron a aquellas tierras, Darwin quedó anonadado de las diferencias entre los fueguinos anglicanizados y las tribus indígenas a las que pertenecían: No me figuraba cuán enorme es la diferencia que separa al hombre salvaje del civilizado; diferencia, en verdad, mayor que la que existe entre el animal salvaje y doméstico. El hecho que se pudiera “domesticar” a personas casi salvajes confirmaba la convicción de que, con independencia de la piel, los seres humanos constituía una única especie. Más tarde, Darwin y FitzRoy quedaron decepcionados al ver que los tres fueguinos anglicanizados volvieron rápidamente a su condición aborigen. Concluyeron que el barniz de la civilización es únicamente efímero.

Todavía hoy existen tribus como los jarawa que viven aún en la edad de piedra y en un impresionante aislamiento en las lejanas islas de Andamán y Nicobar, en el Océano Índico. Se las han arreglado para mantener a raya incluso a los exploradores y negociadores más intrépidos, defendiendo sus territorios de forma feroz con arcos y flechas. Incluso atacaron con esas armas a un helicóptero. Se sabe poco de estas personas. El gobierno de la India, de la que las islas forman una parte distante, ha prohibido todo contacto sobre ellas. En diciembre 2004, sin embargo, fueron foco de atención por el tsunami.¿Por qué los jarawa son como son? ¿Por qué esos niños se comportan igual que sus padres? Dawkins nos lo explica con un ejemplo personal:

En cierta ocasión, siendo estudiante de grado, me encontraba conversando con un amigo en la fila para almorzar en la facultad. Mi amigo me miraba divertido y de manera cada vez más burlona, finalmente preguntó: “¿Acabas de estar con Peter Brunet?”. En efecto, había estado con él aunque no podía imaginar cómo lo sabía mi amigo. Peter Brunet era nuestro muy querido tutor y yo había llegado apresuradamente de una hora de tutoría con él. “Es lo que pensaba”, se rió mi amigo. “Hablas como él, tu voz suena exactamente como la de él”. Yo había “heredado”, si bien por un breve tiempo, las entonaciones y los modos de hablar de un admirado profesor, a quien ahora echo mucho de menos.

Algunos años más tarde, cuando yo mismo me transformé en tutor, le enseñaba a una joven que tenía un hábito poco común. Cuando se le hacía una pregunta que obligaba a pensar en profundidad, giraba y cerraba con fuerza sus ojos, inclinaba la cabeza sobre el pecho y luego se quedaba inmóvil hasta medio minuto antes de levantar la vista, abrir los ojos y responder la pregunta con fluidez e inteligencia. El gesto me pareció divertido y después de la cena ejecuté una imitación para entretener a mis colegas. Entre ellos se encontraba un distinguido filósofo de Oxford. En cuanto vio mi imitación, dijo inmediatamente: “¡Ese es Wittgenstein! ¿Por casualidad el apellido de tu alumna es ****?” Tomado por sorpresa, respondí que sí, que lo era. “Es lo que pensaba”, dijo mi colega. “Tanto su padre como su madre son dedicados seguidores de Wittgenstein”. El gesto había pasado del gran filósofo, a través de uno o ambos padres, a mi alumna. Supongo que, si bien mi imitación posterior fue hecha en broma, debo contarme como la cuarta generación de transmisores del gesto. Y quién sabe de dónde lo había sacado Wittgenstein.

Es por imitación que el niño aprende su idioma particular antes que cualquier otra lengua. Es la causa de que las personas hablen más como sus padres que como los padres de otra gente. Es la causa de que existan acentos regionales y, en una escala temporal mayor, de que existan idiomas diferentes. Es la causa de que las religiones persistan a lo largo de linajes familiares, en lugar de ser elegidas nuevamente en cada generación.

Sabemos que es realmente difícil mantener tal aislamiento pero supongamos que fuera posible. ¿Debe mantenerse? ¿Quién tiene derecho a decidir sobre esta cuestión? ¿Quién tiene derecho a decidir si los derechos de los niños de los jarawas están siendo respetados? Ciertamente, los antropólogos no, aun cuando hayan trabajado para proteger a estas personas de cualquier contacto, incluso de ellos mismos, durante décadas. ¿Quiénes son ellos para “proteger” a estos seres humanos? No son propiedad de los antropólogos como si fueran especímenes de laboratorio cuidadosamente agrupados y protegidos de la contaminación, y la idea de que estas islas deban ser tratadas como si fueran un zoológico humano o una reserva es ofensiva. La alternativa, no sé si más ofensiva o no, sería abrir las puertas a los misioneros de todas las religiones que, sin duda, se abalanzarían con entusiasmo a salvar sus almas.

Quizás deberíamos decir: “que vivan y nos dejen vivir”. ¿O quizás no? En caso de interactuar con ellos ¿deberíamos dejar que siguieran dando esas enseñanzas a sus hijos? Imaginad que un día encontráramos una tribu de caníbales que sacrificaran cada mes a un niño sano en un ritual que pensaran que los santifica y en el creyeran ciegamente. Imaginad que, como los jarawas, quisieran que les dejáramos en paz. ¿Debemos dejarlos?

Nosotros afirmaríamos que sus tradiciones estarían tan manifiestamente mal informadas que si la dejásemos triunfar sobre las otras consideraciones, ¿acaso no seríamos más culpables que aquel que permite a otra persona beber un cóctel envenenado “por su libre arbitrio” sin dignarse siquiera a advertirle? O, en cualquier caso, aunque es posible que los adultos hayan alcanzado la edad para dar su consenso, ¿sus hijos no están siendo victimizados por la ignorancia de sus padres? ¿Permitiríamos que el hijo del vecino fuera sacrificado bajo semejante engaño? Si al vecino no le permitiérais lo que a aquellas tribus imaginarias, ¿no deberíamos cruzar el océano e intervenir para rescatar a esos niños, sea de la tribu que sean, con las creencias que sean, independientemente de lo doloroso que pudiera ser el choque?

Pues si pensáis así, tened en cuenta cómo nos ven muchos musulmanes cuando hablan de nuestra sociedad con su alcohol, sus ropas provocativas y las actitudes de descuido hacia la autoridad familiar. Así que si queréis explicar a alguien que tiene algunas tradiciones que debieran desterrar, ojo, porque quizás fuéramos nosotros los que tuviéramos costumbres y tradiciones que deberíamos desterrar.

Como veis, es un tema que no está resuelto. Ni remotamente. Con ello ya os he dado qué pensar hasta nuestra próxima historia.

Actualización (10/10/2009): leo a través de meneame los problemas que tuvo una mujer con la custodia de su hijo por la religión Subgenius. Parece que, realmente, unos adoctrinamientos son mejores que otros a vista de los jueces.

Actualización (11/10/2009): y leo a través también de meneame que Padres católicos acusan a las asociaciones de homosexuales de “adoctrinar” a los menores en los colegios. Y es curioso ver cómo emplean argumentos contra los demás cuando no los esgrimen contra sí mismos.

Fuentes:
“Romper el hechizo. La religión como fenómeno natural”, Daniel Dennet
“El científico curioso”, Francisco Mora
“La desilusión de Dios”, Richard Dawkins



Hay 36 comentarios a 'Creencias, costumbres y niños'

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  1. #1.- Enviado por: Bakunyn

    El día 3 de octubre de 2009 a las 16:17

    Fantástico libro de R.Dawkins mejor traducido como:
    “El engaño de Dios”
    http://en.wikipedia.org/wiki/The_God_Delusion

  2. #2.- Enviado por: Ricardo

    El día 3 de octubre de 2009 a las 19:49

    Excelente post!

    En realidad es algo que alguna vez me sente a pensar por horas y hay pocas cosas muy claras a mi entender. Pero las comparto, y me gustaria me den ideas… Pues el tema siempre me ha interesado…

    1.- El niño copiara todo lo que le enseñen sus padres y formara un concepto de “bueno/malo”
    2.- El niño no debiera (Creo?) ser dejado a su suerte en un bosque a aprender todo por si solo, pues probablemente se mataría… De igual manera requiere educacion, cuidados etc etc. Pero en mi humilde opinion TODO conocimiento le dara un cierto adoctrinamiento finalmente… no? todo depende del orden en que se le digan las cosas y que cosas se dejen de decir etc etc…
    3.- Concluyentemente Todos tenemos libertad de hacer lo que querramos con NUESTRAS VIDAS (Excepto suicidarnos o pedir la eutanasia en muchos paises) Por lo que podemos tener 100 hijos si queremos… Pero ellos? a que edad tienen derecho a algo? y si los abandono? eso plantea muchos problemas logicos que el modelo social se encargo de “ajustar”

    Ahora, por lo tanto, quedan 2 opciones extremistas
    a) Darles la educacion que queremos/deseamos, y los aleccionamos.
    b) Los “abandonamos” a su libre albedrio, lo cual en realidad y buenos terminos implicaria
    b.1) Dejarlos en medio del bosque.
    b.2) Apenas darles comida y enseñarles el lenguaje.

    Obviamente son puntos extremos… la opcion moderada implica una mezcla, es decir… Darles cuidado y educacion, pero LLEGADA CIERTA EDAD, darles a escoger y mostrarle todos los puntos de vista posibles… (Nos guste o no su eleccion)

    Pero en realidad, segun nuestra sociedad? Que derechos tenemos y que derechos tienen los niños per se? Que deberes tenemos sobre ellos?

    Creo que es un tema muy interesante y apuesto a que si lo sueltas en un cafe con sociologos, abogados, antropologos, historiadores o casi cualquier persona con hijos, tendras horas de conversacion, o gritos y peleas… :)

    Saludos!

  3. #3.- Enviado por: Miguel Ángel

    El día 3 de octubre de 2009 a las 20:14

    El relativismo cultural es pernicioso, se lo mire por donde se lo mire.

    Al respecto del tema tratado en el artículo, sugeriría leer «La tabla rasa», de Steven Pinker. Me parece que Pinker deja en claro unos cuantos puntos oscuros de nuestras conductas, tanto individuales como grupales, valiéndose de los últimos conocimientos en neurociencias, genética y psicología evolutiva.

    Gracias por darnos un sitio de buen nivel intelectual.

    Cordiales saludos.

  4. #4.- Enviado por: Toro Sentado

    El día 4 de octubre de 2009 a las 00:30

    Un tema complejo. Nadie puede escaparse de su visión personal, heredada, cultural y subjetiva del asunto. En temas humanos no existe el distanciamiento, ni la objetividad científica como cuand estudias un átomo o un objeto que cae.

    Yo no tengo claro ni si quiera lo que es adoctrinamiento y lo que no. Tengo hijos y les enseño lo que creo que es mejor para ellos. Creo que nadie debería meterse ahí en medio. También me parece que deberían haber escuelas de todo tipo para que cada uno escogiera la que mejor le vaya. Para mí todas serían igual de adoctrinantes.

    También creo que para bien o para mal hay unos principios que son universales y deberían mandar en todas partes. Apelando a esos principios, por supuesto que si se sacrificaran seres humanos en una cultura remota habría que intervenir. De hecho yo creo que habría que intervenir ya para evitar las ablaciones de niñas en algunos países.

  5. #5.- Enviado por: fernando

    El día 4 de octubre de 2009 a las 01:22

    Esto sería realmente periodismo. Esto sí. Y el post, conecta con más raíces de nuestra vida en el tema tratado. Me alegro muy mucho de encontrarlo hoy. Se tiene un miedo inmaduro a la aparición de la personalidad en un niño de forma natural a lo largo de su crecimiento, y ¿quizás se apaga ese miedo con una educación prescrita? ¿Donde se encuentra desarrollo de esta forma? Hoy, en otro continente, sigue existiendo otra educación, nada pareja a la occidental actual, ni la queremos imaginar: estamos muy ocupado con nuestras metas personales.

    Un saludo, y agradecimiento a un post de valor.

  6. #6.- Enviado por: Marfil

    El día 4 de octubre de 2009 a las 08:06

    Muy interesante debate Omalaled.

    No importa cuanto avance la civilización, la estructura de la familia –al menos en su sentido más básico como descendencia– se mantendrá y con el el debate sobre el carácter dual público/privado de la educación de los niños se mantendrá.

    Hoy en día la educación de los niños es una tarea compartida entre varios actores, por lo menos los padres, escuelas y medios de comunicación. Y lo más peligroso es pensar en disminuir la capacidad de adoctrinamiento de uno de ellos por separado, pues no se estaría disminuyendo el adoctrinamiento total, sino tan sólo distribuyéndolo entre los otros actores. Como ejemplo, el combatir el adoctrinamiento religioso en las sociedades comunistas, lo que consiguió fue fortalecer el adoctrinamiento político, y no se trata de una mala aplicación de casos históricos concretos, es algo que se encuentra en el mismo núcleo de la idea de una educación comunitaria (basta con leer la República de Platón).

    En mi opinión la mejor “solución”, es fortalecer la educación de los niños sobre sus capacidades –intelectuales y físicas– antes que la enseñanza sobre una visión del mundo particular, aún si dicha visión esta basada en hechos científicos. De lo que se trataría sería de fortalecer las capacidades críticas de los niños, de enseñarles a leer y analizar, antes que decirles qué leer; de enseñarles a experimentar y observar, pero no como una convención del método científico; de enseñarles a cooperar y ser altruistas, pero no bajo un sistema moral. Por supuesto la educación de “hechos” no se puede postergar indefinitidamente, y siempre habrá un debate sobre sobre cuales deban ser los hechos enseñados bien sea en una escuela, el hogar o los medios de comunicación; pero si durante los primeros años de educación se fortalece en lo más posible el pensamiento crítico y neutral, existen muy buenas posibilidades de que si aún como sociedad nos equivocamos en definir los programas de educación, dicha generación podrá tener el suficiente criterio para ver los errores. En mi opinión esto lleva a una educación científica a la larga, pero no veo defendible socialmente –esto es generar acuerdos y consesos–, el establecerla como punto de partida sin que a la vez estemos actuando por imposición como los religiosos.

    Pd: Me ha llamado mucho la atención la crítica a la antropología –no toda– de a ver a las “culturas humanas” como un “patrimonio” de la “humanidad” –que no deja de ser a su vez una cultura, la occidental y moderna–, como si fuese algún tipo de biodiversidad que se justifica por si misma. Algo bastante fuerte y que sin embargo no esta bien visto criticar en voz alta.

    @Toro Sentado: Completamente de acuerdo en el ejemplo que has dado de intervenir para evitar las ablaciones sexuales de niñas en algunos países.

  7. #7.- Enviado por: felipe

    El día 4 de octubre de 2009 a las 09:14

    Es verdad que es un tema complicado y posiblemente sin una solución absoluta, pero ahí va mi pequeña reflexión.
    Yo, sin ser padre, creo que las propias creencias deben competir en igualdad de condiciones con las de los demás. A un amigo religioso que no queria que sus hijos estudiaran la teoría de la evolución (que simplemente no contestaran las preguntas de examen en las que se tratara el tema y literalmente no lo estudiaran) le dije una vez algo así: “Bueno, no pasa nada. Explícales por qué no es cierto lo que les enseñan y ya está. Eso reforzará sus convicciones. Piensa que si les prohíbes escuchar o leer determinadas cosas se van a preguntar qué es lo que les quieres ocultar.”
    Y bueno, curiosamente últimamente me dan ganas de decirle algo parecido a algunos otros que son ateos y no quieren que sus hijos hablen de religión con otras personas.
    Personalmente creo que la mejor manera de evitar los peligros del propio adoctrinamiento hacia los hijos (que es inevitable aunque el propio por supuesto es el mejor, el más razonable y además tenemos razón, ¿qué mas queremos?) es permitir que también estén “expuestos” a las creencias y valores de los demás y competir con ellos limpiamente.
    Eso es lo que creo ahora. Habrá que ver lo que creo cuando tenga hijos. :)

  8. #8.- Enviado por: Meldor

    El día 4 de octubre de 2009 a las 09:49

    ¡Excelente post!

    Sólo te quería felicitar :)

  9. #9.- Enviado por: Toro Sentado

    El día 4 de octubre de 2009 a las 10:23

    Felipe: totalmente de acuerdo en la competencia limpia de ideas. Es lo mejor para que el educando pueda elegir en libertad. Ocultar puede provocar el efecto inverso al deseado y lo veo una táctica miedosa y poco noble.

    Se me olvidó comentar que veo una barbaridad que se enseñe creacionismo en las escuelas de EEUU en lugar de evolución. En los lugares en que hay una teoría científica no debería haber otra cosa. Por otro lado no veo incompatibilidad entre religión y ciencia. Dios puede seguir siendo personal, omnipresente y omnipotente con el Big Bang y con Darwin.

    Interesante debate. Saludos a todos.

  10. #10.- Enviado por: omalaled

    El día 4 de octubre de 2009 a las 15:25

    Gracias, como siempre, a todos por vuestros comentarios y elogios.

    Coincido del todo con un párrafo que ha dejado ir Marfil en el tipo de educación ideal (en mi opinión):

    De lo que se trataría sería de fortalecer las capacidades críticas de los niños, de enseñarles a leer y analizar, antes que decirles qué leer; de enseñarles a experimentar y observar, pero no como una convención del método científico; de enseñarles a cooperar y ser altruistas, pero no bajo un sistema moral

    Y coincido con Toro Sentado en la parte del creacionismo (en el segundo comentario), pero no en el primero cuando afirmas en que debería haber todo tipo de escuelas pero que todas serían igual de adoctrinantes; al igual que Ricardo dice que toda enseñanza es adoctrinante. El concepto “adoctrinar” (al menos como lo he definido en el artículo) es enseñar creencias a los críos, pero dándolas por verdaderas. La ciencia, por ejemplo, no es un tipo de conocimiento adoctrinante, pero la religión (cualquiera que sea), sí lo es.

    Y donde radica la pregunta del artívulo es si tenemos derecho, como padres, de adoctrinar a nuestros hijos según nuestras creencias. De pequeños, al menos en nuestra sociedad, muchos son bautizados, la enseñanza de religión la dan como asignatura obligatoria, son obligados a recibir los sacramentos e ir a misa los domingos y fiestas de guardar. En esos mismos colegios, la asignatura “filosofía” está plenamente orientada a dichas creencias. Sí, claro, no es un maltrato físico, pero en otras religiones las mujeres son obligadas a llevar burkas y demás hasta que lo asumen como que forma parte de su naturaleza. Eso es adoctrinamiento.

    Pero hay otra pregunta que sería una parte media entre lo que es adoctrinamiento y no lo es. Por ejemplo: según unos, la homosexualidad es una enfermedad (física o mental) y según otros es de lo más normal del mundo y debe ser aceptado con total normalidad. Este tema es particularmente interesante. Independientemente de mi opinión sobre el tema ¿Qué debemos explicarles a los niños? ¿Es algo normal, no lo es, o lo es pero no lo debería ser o viceversa?

    Salud!

  11. #11.- Enviado por: Marfil

    El día 5 de octubre de 2009 a las 04:33

    @Toro Sentado La idea de “escuelas a la carta” –ateas, católicas, protestantes, mixtas o de un sólo género, etc.– suena bastante peligrosa y con visos de ahondar las diferencias sociales, aumentando sólo el adoctrinamiento de los niños. Eh aquí el problema que menciona Dawkins de etiquetar a los niños —”niño católico”, “niño protestante”, “niño judío”, “niño musulmán”, etc.–

    Sin embargo dices que estas de acuerdo con la idea de @Felipe, de una “competencia limpia de ideas” dentro de las escuelas. Yo entiendo ambas modelos como contradictorios; la “competencia limpia” es cuando a los niños se les exponen varias ideas, sus pros, contras y evidencias, y de esta forma ellos se forman su propia juicio sobre si son validas o no; la “competencia sucia” es cuando existen escuelas a la carta, en la que es el padre el que decide que ideas le van a ser enseñadas a su niño, es a lo mucho una competencia de mercado, no una verdadera competencia de ideas.

    @Omalaled Yo creo que la existencia de una asignatura sobre religión es deseable, al igual que una asignatura de filosofía; aunque personalmente considero a ambas anacrónicas, su valor histórico es indudable y aún hoy en día persisten y son una parte de una sociedad. Lo ideal sería que estas asignaturas expusieran por igual todo tipo de religiones –su origen, valores, lugares donde es mayoritaria, etc.–, y no sólo una religión como si esta tuviese un carácter preeminente sobre las demás.

    Respecto a los “derechos del padre”, creo que la respuesta es que terminan donde empiezan los “derechos del niño” o, por otra parte, “deberes del padre”; un padre tiene el derecho de enseñarle a su hijo, sin embargo también tiene el deber de que dicha educación sea integral y no sesgada.

    Traducir esto a leyes o políticas concretas de la educación en el hogar me parece muy difícil; así que si bien no se debería abandonar ese objetivo, posiblemente sea más viable al menos de momento tratar de fortalecer la educación en las escuelas y en los medios de comunicación, donde la intervención del Estado es vista como algo público y no privado.

    Le daré vueltas a la pregunta sobre educación sexual (creo que el tema de la homosexualidad es un caso concreto de el tema más general de la sexualidad) y tal vez la responda más adelante. :)

  12. #12.- Enviado por: dani

    El día 5 de octubre de 2009 a las 08:33

    Es genial leerte y un tema/debate muy interesante
    Sólo un apunte: se asume que una persona religiosa (y en particular cristiana) “tiene” que estar en contra de la evolución. Bueno, pues al menos, en el cristianismo católico no es así, se asume perfectamente la evolución, aunque en último término, pueda estar Dios detrás (estableciendo las reglas del universo, induciendo el alma o…), pero siendo las conclusiones y descubrimientos de la ciencia perfectamente válidas.

    … y lo digo con conocimiento de causa, que estuve varios años en un colegio muy conservador y católico en el que, por ejemplo, nos saltamos el aparato reproductor en clase de biología por se “demasiado complejo” (¿adoctrinamiento?)

    Quizás en los EE.UU. que conviven muchas corrientes de cristianismo, muchas de ellas con muy poca trayectoria y muy poca formación (tanto teológica como cultural) es posible que el binomio religioso/creacionista sea habitual, pero creo que, al menos en España, no es así.

  13. #13.- Enviado por: Toro Sentado

    El día 5 de octubre de 2009 a las 15:27

    @Marfil: estaba pensando con lo de la competencia de ideas que en las escuelas se podría decir “Nosotros creemos esto pero hay gente que piensa también esto otro”. Quizá sea un poco ideal pensar así por mi parte. Yo fui a un cole de curas y nos enseñaron la teoría de la evolución en biología. Tengo el recuerdo de discutir posteriormente con el profesor de religión sobre la evolución, pero a pesar de ello la clase de biología siguió siendo igual.

  14. #14.- Enviado por: Toro Sentado

    El día 5 de octubre de 2009 a las 15:33

    @omalaled: con lo de todas las escuelas son adoctrinantes reconozco que me equivoqué. Tengo que aclarar que yo me refería a que tarde o temprano le tienes que decir al educando “qué debe hacer y por qué”. Aquí la ciencia en principio no tiene nada que decir y las creencias, sean las que sean, sí. Ahora bien, veo que tienes razón en llamar adoctrinamiento a afirmaciones sobre la santísima trinidad y cosas por el estilo, porque esto sí son doctrinas, y todas las escuelas no enseñan esto.

  15. #15.- Enviado por: eijk

    El día 5 de octubre de 2009 a las 18:35

    Se debe enseñar ciencia y derivados porque es simplemente acelerar el proceso de prueba y error. En apenas unos miles de años un niño inmortal llegaría por sí mismo a las mismas conclusiones. Porque la ciencia enseña cosas que se pueden comprobar, funcionan, no necesitan que cerremos los ojos para existir, etc.

    Sin embargo no se debe enseñar religión porque un niño inmortal no llegaría a las mismas conclusiones ni en un millón de años.

    Si quereis podeis repetir el mismo experimento mental. Si sois honestos entendereis que todo eso de caballos voladores y vírgenes parturientas es bastante arbitrario. Nunca se le ocurriría de forma natural a cualquier ser humano. Es mentira. Es simplemente ruido en el sistema de transmisión del conocimiento que llamamos cultura.

    En mi humilde opinión el conocimiento religioso es un oxímoron y debería ser eliminado por simple higiene para dejar sitio a otras cosas y no perder el tiempo con cosas que al fin y al cabo no son ciertas demostrablemente.

    Y creo que es por eso que no todo conocimiento es adoctrinamiento. Yo diría que *ningún* conocimiento es adoctrinamiento, y que las doctrinas no son ni remotamente conocimiento.

  16. #16.- Enviado por: Improbable

    El día 5 de octubre de 2009 a las 18:51

    Excelente Post!. Has expresado muy bien las tensiones entre distintos derechos. Yo tampoco tengo clara la solución. Tal vez, la misma es la que propone Denet en el libro que mencionás: enseñemos todas las religiones. Todas.

    De todas maneras, si bien reconozco las tensiones, tal vez dejar atrás el relativismo cultural ayude: puedo pensar en algunas costumbres que están mal, punto. Y muy mal.

  17. #17.- Enviado por: Edna Krabappel

    El día 5 de octubre de 2009 a las 20:35

    La Evolución es un hecho y no una teoría. Está más que documentada (tanto en el registro fósil como en los laboratorios). La Selección Natural sí es una teoría que intenta explicar los mecanismos que rigen la evolución, pero hay otra teorías que intentan explicar lo mismo.

    La Ciencia se ocupa de las teorías que tratan de explicar los hechos tratando de explicar los hechos pasados y a la vez permitiendo su comprobación con hechos o experimentos futuros. Si una teoría es refutada por hechos o experimentos posteriores no es un retroceso sinó un avance hacia una teoría mejor.

    Visto así parece algo muy adecuado para enseñar en las aulas.
    ————

    La Religión funciona de muy diferente manera. Mucho de lo que dice no es verificable y lo poco que sí lo es, cuando es refutado no sirve para crear una religión mejor. Bajo esta visión me parece algo negativo que no debería estar ni en las aulas ni en otros lugares.

    Pero me gustaría decir que la religión produce en alguna (¿mucha?) gente un efecto beneficioso que les lleva a hacer el bien. A su vez ha sido usada por unos pocos muy poderosos para justificar la comisión de males terribles.

    Es una lástima que no se haya avanzado lo suficiente en el estudio del comportamiento y la socialización como para garantizar una vida más feliz para todos sin necesidad de religiones que nos orienten en ese sentido.

    Y finalmente no seré yo quien diga que otras culturas están equivocadas por mirarlas con nuestros ojos. Ni siquiera la nuestra en otros contextos.

  18. #18.- Enviado por: Ricardo

    El día 5 de octubre de 2009 a las 22:54

    Mmm… en realidad aun no me leo todos los comments, pero me sorprende una cosa, a decir verdad el tema ese de la homosexualidad es simple de explicar.
    El sexo es Biologico y punto!
    Las costumbres sociales y morales aceptadas son punto aparte y todo comportamiento “Extraño” o “Inaceptable” Para ciertas esferas sociales, debe ser explicado como tal, un comportamiento, tan normal como vestir con terno o bermudas. Tan normal como saludar con la mano o con besos. Y claro, la parte “Compleja” es la parte de crianza de un hijo en un matrimonio homosexual.

    Pido disculpas de antemano para quienes piensen que he minimizado una situacion compleja, en verdad en mi defensa solo puedo decir que la he abstraido un poco.

    Para mi el problema mas grande es que si bien es cierto uno debe explicar cosas comprobables y ciencia a los niños, tambien debe hacerlo con los valores; los cuales parten del concepto de “Bien y Mal” Pero este concepto no es blanco y negro, conforme lo ampliamos aparece mucho gris… entonces LA VERDAD, me parece mas facil dictar un codigo moral rigido; con muchos fundamentos (Una religion estructurada decentemente) Y luego a cierta edad soltar “la bomba” de “Ok, no existen verdades absolutas, pero almenos esto te ha dado una formacion moral, que debe servirte de base para ahora escoger si la sigues, o la cambias…”

    Un abrazo a todos! Sus comentarios la verdad me estan haciendo hacerme preguntas muy interesantes y tambien me dan respuestas interesantes. Gracias!.

  19. #19.- Enviado por: Miguel

    El día 6 de octubre de 2009 a las 16:00

    Hola…. un debate interesante. Yo tengo hijos, y yo fui criado en un colegio de curas católicos. Mis hijos estudian con educación laica, y yo me considero agnóstico (mi formación no deja sentirme ateo) pero dejo que mis hijos puedan ir a una iglesia si quieren. El problema planteado acá es que el adoctrinamiento lo han llevado al punto de la religión (luego derivó en la sexualidad, intímamente ligado) pero toda la educación es adoctrinante; los maestros quieren transmitir sus conceptos de bueno y malo, sus códigos morales, etc. Por ejemplo en materias sociales se plantean las guerras y dependerá de como se plantee, que los alumnos puedan llevarse una percepción de cual de las partes tiene la razón.
    La sexualidad…. tema complicado sobre todo con hijos; pero yo creo que lo que se debe plantear a los hijos es los riesgos que conlleva y las responsabilidades que debe acarrear, así como las medidas profilácticas. En el caso de la homosexualidad, enseñar que siguen siendo personas con sentimientos y derechos iguales a los nuestros.
    Saludos desde El Salvador.

  20. #20.- Enviado por: eijk

    El día 7 de octubre de 2009 a las 06:53

    Por qué decir que toda educación es adoctrinante? si no distinguimos lo que es una doctrina de lo que es comprobable entonces sí que se podría llegar a decir cualquier cosa.

    El derecho a la educación es un derecho de los hijos, no de los padres. Nadie tiene derecho a enseñar algo en lo que cree profundamente. Las creencias no son respetables por sí mismas si no se sustentan en nada. Y mucho menos tienen derecho a perpetuarse por el hecho de ser creencias. La iglesia y la escuela han de ser edificios separados, por motivos que benefician más a la escuela que a la iglesia.

    Los niños tienen derecho a que lo que se les dice como verdad sea, de hecho, verdad. No se trata de bueno y malo, sino de verdad y mentira. Si basamos los conceptos de bueno y malo en mentiras piadosas entonces no estamos encarando el problema de los valores moralesni de forma seria ni de forma honesta.

  21. #21.- Enviado por: omalaled

    El día 7 de octubre de 2009 a las 07:19

    Muy interesantes opiniones :-)

    Por lo que veo, todos tenemos claro el concepto de lo que es adoctrinamiento y más o menos, todos estamos de acuerdo en que, aunque algunos padres lo quieran así, que sea lícito o no es muy discutible.

    Hay otro tema, que es la moral. Decir que no hemos de pegar al vecino, robarle o insultarle, no creo que sea adoctrinamiento. Yo lo veo más (corregidme si me equivoco) como valores familiares. Por ejemplo, si un agresivo empresario capaz de fastidiar a mil trabajadores por comprarse una cortina de ducha que eduque a sus hijos en esta misma filosofía (tú se el primero y el más rico pisando a quien sea), no sería adoctrinamiento, sino valores con los que algunos no estaríamos de acuerdo, pero serían valores, no adoctrinamiento.

    Pero me falta el tema de la homosexualidad. Comenta Ricardo que es un tema biológico. El problema es que hay quien lo considera una enfermedad. ¿Qué es lo correcto y por qué? Porque una vez que me hayáis aclarado esto, os preguntaré si un síndrome de Down es una enfermedad o no y por qué. Si somos capaces de encontrar una respuesta absoluta, adelante; si no, sea lo que enseñemos es un adoctrinamiento… y no nos libraremos de él, sea en un sentido u otro :-)

    Salud!

  22. #22.- Enviado por: Andra Q

    El día 7 de octubre de 2009 a las 07:21

    http://www.tonterias.com

    Esto es una ODA al feismo

  23. #23.- Enviado por: felipe

    El día 7 de octubre de 2009 a las 13:15

    Pues la diferencia que propones entre adoctrinamiento y valores es una en la que yo no había reparado y me parece muy significativa. Si lo he entendido bien, transmitir valores sería enseñar una actitud ante la vida mientras que adoctrinar sería decir simplemente cómo son las cosas (según alguien, en este caso los padres) con independencia de su valoración moral. Sigo pensando que, como es imposible no estar equivocado en algo sea lo que sea y por lo tanto asegurar que todo lo que uno enseña a su hijo es verdad, el tema se resuelve dejándole claro al hijo (o a quien sea) algo así como “Mira, puedes someter a prueba la veracidad de cualquier cosa que yo te diga con los medios que creas conveniente” y ya está. Otra cosa distinta serían los valores, efectivamente. Me ha gustado reparar en esa diferencia.

    Sobre considerar la homosexualidad una enfermedad, comentar que yo soy intolerante a la lactosa, que puede considerarse una enfermedad de origen genético (aunque yo no lo veo asi), y una vez hubo alguien que me insistió mucho en que fuera al médico y comprara leche sin lactosa y cosas así. Mi actitud ante eso es ¿y qué si no tolero la lactosa? ¿Me voy a complicar la vida? No bebo leche y ya está. Al fin y al cabo, no me gusta. Pues sobre la homosexualidad lo mismo, ¿no?. Podria considerarse una enfermedad de origen genético, pues al fin y al cabo los genes determinan nuestro instinto sexual, pero ¿y qué? Si no afecta a la calidad de vida, ¿cuál es el problema? ¿Qué se supone que hay que hacer con los homosexuales? ¿Y con los intolerantes a la lactosa? ¿Y con los albinos?

  24. #24.- Enviado por: omalaled

    El día 7 de octubre de 2009 a las 13:33

    felipe: ojo, que no digo qué es lo que se tiene que hacer con ellos. Siempre que se saca un tema así rápidamente le tidan a uno de que los quiere asesinar y cosas así.

    Nada más lejos de mi intención. Yo me refiero a que hay personas que consideran ofensivo que se les diga que tienen una enfermedad. Si a un tío que no tiene un brazo dices que es manco o si va en una silla de ruedas es cojo, nadie se ofende. Como digas que alguien es neurótico o esquizofrénico se te echan encima. Que no digo qué se tenga que hacer con unos y con otros.
    Lo que estoy diciendo es que, en función de cómo se explican estas cosas, los chavales tienen una actitud u otra.
    ¿No viste hace poco una entrevista entre Gabilondo y un síndrme de Down con mucha más cabeza que gente “normal”? Bien, esa misma persona decía que síndrome de Down no es una enfermedad. Jamás me atrevería a replicarle, pero, ¿es así realmente? Sí, es como es y yo me quito el sombrero ante su lucidez mental y no pasa nada; pero la pregunta es, ¿es enfermedad lo que él tiene? Y si no lo es, ¿cómo le llamamos?

    Parece una nimiedad, pero muchas veces las cosas no son lo que se explican sino cómo se explican, y este punto es crucial.

    La intolerancia a la lactosa, al gluten o lo que sea, la diabetes y montones de enfermedades están aceptadas socialmente por todos los sectores sin problema; pero la homosexualidad (no es que quiera recrearme, pero es que es el caso más evidente) no lo aceptan todos los sectores y de ahí mi pregunta.

    Y pasar, no pasa nada. Cada uno es como es :-)

    Salud!

    Salud!

  25. #25.- Enviado por: Ricardo

    El día 7 de octubre de 2009 a las 15:29

    @omalaled: Pues eso de que es “Enfermedad”; yo preguntaría, es enfermedad tener mal gusto al vestir? es enfermedad ser amante de perros y no de los gatos; o viceversa? Yo creo que son solo particularidades del comportamiento, que lamentablemente han chocado con ciertos preceptos filosóficos, morales, sociales, religiosos…

    Anoche mientras tomaba una cerveza me vino a la mente un paper que leí hace un tiempo, y comentaba “Hasta que punto el sistema puede influir en la educacion que quieres dar a tus hijos”… Es interesante, la verdad me gusto mucho

    Aqui el link
    http://www.sindominio.net/ecotopia/textos/unabomber.html
    Es largo, pero vale la pena leerlo, es basicamente sobre la libertad…

    Sobre lo de si el sindrome de down es o no una enfermedad… Bueno, imaginemos cualquier degeneracion congenita, es decir, cualquier niño fuera del “Standart” es claro que lo considerariamos “Enfermo” sin analizar tan a fondo, esa sería nuestra primera impresion (A no ser que tuviera alas o garras de adamantium ^_^ (No soporte no ponerle humor al comentario) )…

    Por eso para mi todo parte del concepto de “bien y mal” y de “sociedad” …… aunque nadie (Almenos casi nadie) quiera admitirlo, tiene muchos grises acorde al ojo que se le mire…….. es realmente dificil decir que un comportamiento es “Bueno” o “Malo” … Solo basta con darle suficientes vueltas finalmente… no?

    Salud!

  26. #26.- Enviado por: Toro Sentado

    El día 7 de octubre de 2009 a las 23:45

    Me gustaría distinguir entre enseñar doctrinas religiosas y lavar el cerebro. Para mi son cosas diferentes aunque a veces el término adoctrinar suene a ambas cosas a la vez.

    También me gustaría comentar que la religión implica más cosas que valores. También es una forma de ver la vida y una manera de vivir, acorde a unas costumbres, y según un modelo respecto a la familia, por ejemplo.

    Creo que a los niños se les debe transmitir un modelo de este tipo (y no hablo de ninguna religión o cualquier otra forma de pensar en concreto). No solo no se vulnera ningún derecho de la infancia, sino que además lo considero necesario para la formación integral de una persona.

    Y queda el tema de las afirmaciones religiosas sobre la santísima trinidad y cosas por el estilo. Los estudiosos de teología llevan cientos de años estudiando de donde salen, ellos sabrán. No me importa demasiado, no me las tomo en sentido literal. No las someto a un análisis positivista y no me pregunto donde está el espíritu santo o qué temperatura hay en el infierno. Para mí forman parte de la parafernalia religiosa. Son una forma de fundamentar lo importante, que es lo comentado más arriba. También entiendo que a muchos no les seduzca la forma de hacerlo.

    Respecto a la homosexualidad he oído que es genético. No lo considero una enfermedad.

    El síndrome de down a mí me parece una enfermedad (aunque admito que no conozco bien el tema) porque debido a una alteración cromosómica presentan dificultades motoras y no se si cognitivas.

    Y para acabar comentar según mi parecer toda esta discusión se mueve en un terreno filosófico, no creo que haya verdades ni mentiras en un sentido absoluto.

    Más debate. Saludos.

  27. #27.- Enviado por: marbram

    El día 8 de octubre de 2009 a las 20:09

    Sobre la educación, totalmente de acuerdo con Marfil.
    Lo primero es enseñar a pensar, dar las herramientas con las que se puede construir todo conocimiento.
    Sobre si identificar algo como enfermedad o no ¿cual es la definición de enfermedad?
    1. Alteración más o menos grave de la salud.
    No es una definición muy precisa.
    En un mundo de psicópatas, a un no-psicópata se le podria considerar enfermo. Salvo problemas de salud, creo que es cuestión de estadística. La normalidad es una media.

  28. #28.- Enviado por: luis

    El día 10 de octubre de 2009 a las 20:22

    Soy un hombre enfermo
    La resaca es mi enfermedad
    Debe ser algo muy grave
    Porque nadie lo puede curar
    (Los Deltonos)

    Cada cual tiene su propia enfermedad… la vida. El problema de la etiquetas es que lo mismo que sirven para organizar este mundo también valen para dirigirlo, y no siempre por el lugar correcto. Sólo hay que ver las noticias, un ejemplo simple: hay gente que asesina pero cuando lo hace un negro o un gitano, pongamos por ejemplo, nos aseguramos de dar esta “información” previa a la noticia. Conclusión: acabamos mezclando la verdad con la fantasía (más o menos maliciosamente).
    El problema no es admitir que el homosexual sea un enfermo o no, sino el trato que va a recibir por tal condición. Personalmente no me extraña que quieran alejarse de esta definición a toda prisa, aparte de que yo no crea que sea tal.

    Debemos crecer con opiniones encontradas y valorar las ideas ajenas intentando no sucumbir a lo absoluto y desde luego sin dejar que nos impongan creencias y desconocimientos. Cada uno debe formarse desde afuera hacia dentro y no al revés, mientras el conocimiento adquirido por uno debe ser observado con distancia por los demás, por si acaso.

    Y no digo esto totalmente convencido porque es difícil desligarse de todo lo aprendido (que no siempre fue lo correcto).

  29. #29.- Enviado por: unodetantos

    El día 1 de noviembre de 2009 a las 14:49

    Lástima no haber leído este artículo antes y poder entrar a debatir.

    En todo lo que planteas, hay una cosa clara: los hijos no pueden ser educados por ellos mismos. Siempre deben de hacerlo los progenitores/tutores.

    Desde mi punto de vista, no podemos quedarnos en un “indeterminismo”. En algún punto hay que tomar una decisión sobre la educación de los hijos y creo que hay que educarles donde menos “traumática” sea su relación con los demás.

    Si estamos en una sociedad en la que tiene unas determinadas costumbres (sean consideradas bárbaras o no), esas son las reglas de juego en las que se va a basar la relación de tu hijo con los demás. Si estás en una sociedad donde el consumo de alcohol o drogas está mal visto (ya bien sean por motivos culturales o religiosos), no tiene sentido que lo eduques en una permisividad total con esas sustancias. En caso que lo eduques así chocará frontalmente con el resto de niños de su edad con los que tarde o temprano tendrá que relacionarse.

    Digo el consumo de alcohol/drogas o cualquier otro tipo de comportamiento (comer carne de cerdo, realizar préstamos, practicar sexo en la calle, comer carne humana, no permitir realizar transplantes de sangre, …).

    Eso sí, no hay que convertirlo en un fanático. Hay que explicarle que aunque no se permitan transfusiones de sangre, nadie lo va a culpar si una vez su vida peligra serialmente y un transplante de sangre lo salvaría. O que si está prohibido beber alcohol, tampoco se va a abrir el suelo bajo sus pies y se lo tragará el día que sus labios toquen una bebida alcohólica.

    Cuando crezca y se haga mayor, el sabrá decidir qué camino tomar. Tú ya has hecho lo que has podido (que no es poco).

    Como tú has dicho, hay mucha gente que abandona sus creencias religiosas cuando cumplen cierta edad. Pero hasta que ese día llegue, el niño tiene que aprender a convivir en una sociedad que también tiene que comprender (con sus costumbres incluidas).

    Al menos así estoy educando a mi hijo.

  30. #30.- Enviado por: unodetantos

    El día 1 de noviembre de 2009 a las 15:38

    Perdona el añadir otro comentario.

    Sé que se me achacará que con esa misma legitimidad, el creacionismo debe ser enseñado en la escuela… Nada más lejos de la realidad. El que una persona crea o no en el diseño inteligente no es algo que cause conflicto en la sociedad en la que vive. No se puede comparar eso con un “llevar burka” pues el no llevarlo sí que causa un verdadero conflicto.

    En ese caso el creacionismo no debería ser ni siquiera debatido en la escuela. Otra cosa es que estuviésemos en pleno Siglo XVII (o en una sociedad ultraconservadora) y enseñemos el creacionismo. Pues si va a crear conflicto lo enseñamos y de paso también decimos que hay otras formas de ver la evolución.

    ¿Qué decisión deberíamos tomar en la época de que Darwin hubiese sacado su teoría de la evolución? Pues simplemente seguir enseñan en creacionismo hasta que el darwinismo se impusiese. La batalla entre darwinismo y creacionismo no debería tocar a nuestros hijos hasta que no llegue su momento. Mientras tanto esa batalla la tenemos que asumir nosotros, los padres. Y cuando nuestros hijos les toque arrimar el hombre, pues que tomen la decisión y hagan lo que crean más oportuno.

  31. #31.- Enviado por: omalaled

    El día 1 de noviembre de 2009 a las 18:16

    unodetantos: en el primer comentario más o menos estoy de acuerdo (hay un punto que discrepo, pero bueno); pero este segundo discrepo totalmente.

    El creacionismo es tan válido como cualquier teoría que puedas sacarte de la manga. Puedes explicarla en clase, pero no en clases de ciencia. Es un fenómeno social y cultural, como el fútbol (y no hay asignaturas donde se dé fútbol, ¿verdad?).

    Como padre, en particular, explica lo que quieras; pero como tema de enseñanza en clase de ciencias no.

    Salud!

  32. #32.- Enviado por: Jesu Marín

    El día 7 de noviembre de 2009 a las 00:10

    Gracias por tu artículo, yo soy maestra y me frustra inmensamente en muchas de mis clases que a la hora de explicar que los seres humanos venimos de mucho más atrás que el mono, de los peces, la lenta conquista de la vida en las aguas, la tierra, del aire… para que entiendan con esquemas o pósters de manera más intuitiva la edad de la tierra, la edad del universo, esas cantidades tan vastas al final acaben los niños afirmando que la profesora de religión dice que antes de Adán y Eva no había nada y que lo dice la Biblia. He intentado ya varias veces explicarles las diferencias entre ciencia y fe, pero luego me vienen con que el cura, sus padres y la profesora de religión les han dicho que no venimos del mono, que lo pone en la Biblia. Mi pregunta es ¿qué es lo que puedo hacer en casos así donde influyen más los padres, la religión y la clase de religión en la escuela que las clases de ciencias que se explican en ella de manera experimental, intuitiva, razonada? ¿Hay alguna manera de reivindicar la autoridad de la ciencia frente a la fe en un colegio público?

  33. #33.- Enviado por: daniela

    El día 9 de noviembre de 2009 a las 22:53

    ola me parece muy buena esta pagina nunk la habia visitadoii ahora ke iap la he visto me parece super chevere bueno me gusta lo ke dicen sus textos….los felicito

  34. #34.- Enviado por: Luciano

    El día 24 de noviembre de 2009 a las 11:44

    Me sigue pareciendo que el término “adoctrinar” no está del todo bien definido y que se usa tendenciosamente: enseñar religión es “adoctrinamiento”, enseñar ciencia es “educación”.
    Dices que adoctrinar es “enseñar creencias pero dándolas por verdaderas”.
    Te pregunto: ¿enseñar los derechos humanos “laicos” (los de la Declaración Universal) es adoctrinar? ¿Si no, en qué están basados, si no es en creencias ? ¿Acaso no es más que un axioma eso de que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad”? ¿Qué es la “dignidad”, qué demostración científica tiene?
    Difícil tema, difícil…

  35. #35.- Enviado por: omalaled

    El día 25 de noviembre de 2009 a las 14:07

    Luciano: esa parte sí puedo diferenciarla. Enseñar ciencia es enseñar el método científico. Y no es adoctrinar, pues si tienes algún argumento que lo invalide, no tienes más que sacarlo. Enseñar religión es enseñar una creencia, darla por válida y no poder poner en duda ninguna de sus afirmaciones. Eso es adoctrinar.

    Los derechos humanos no pertenecen ni a la ciencia ni a la religión. Es una convención que hemos tomado entre todos. Si no, volveríamos al salveje oeste e imperaría la ley del más fuerte. La frase “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad” no es ni religiosa ni científica: la aceptamos de entrada.

    Ahora compara la anterior frase con esta otra: “Dios es nuestro Padre, creador del Cielo y de la Tierra que premia a los buenos y castiga a los malos”. Son frases muy diferentes, ¿verdad? :-)

    Salud!

  36. #36.- Enviado por: nerea

    El día 17 de diciembre de 2009 a las 20:38

    ambb Menoss mal k ePuesto k salgaa en catalan:S
    los niñoss tambnn podemos opinar noo?

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