[Libro] Lágrimas por una medalla
Siempre he dicho que era muy “monotemático” en cuanto a los contenidos de los libros que leo: debían ser de divulgación científica. No obstante, a veces, rompo esta costumbre. Hoy quiero hablaros de un libro que me ha dejado bastante perplejo.
¿Recordáis los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996? ¿Recordáis que la selección española ganó el oro en gimnasia rítmica por conjuntos? ¿Recordáis que en el pódium una de aquellas deportistas estaba llorando? Pues bien, no fueron las últimas lágrimas que derramó por la medalla. Y no precisamente de emoción. A fecha de hoy tiene 29 años. Era Tania Lamarca y es la que, junto a Cristina Gallo, ha escrito este libro (las autoras tienen un blog).
En él explica su historia desde que empezó en la gimnasia como diversión, pasando por la alta competición hasta que la echaron porque pesaba 43,5 Kg cuando le pedían 41. Empieza fuerte desde el principio:
Quiero contar la historia de una medalla, de los sacrificios, las renuncias, la entrega, la lucha de unas niñas por alcanzar un sueño, el sueño de todo deportista: subir a lo más alto del pódium en unos Juegos Olímpicos. Pero lo que quiero dar a conocer es la historia de una mujer que salió del gimnasio sin más equipaje que un puñado de medallas en la mano y descubrió un mundo en el que tan preciados metales no servían más que para adornar la vitrina de su casa.
Ya cuando empezó en el mundillo, al hacer las pruebas para el ingreso en el equipo nacional le dijeron que no daba la talla: medía 1,54 cm. No obstante, acabaron aceptándola. Fue a vivir en una casa donde cerraban la cocina con candado. Nos habla del Emilio: un aparato negro y cuadrado por el que tenía que pasar, al igual que todas las demás. Se refiere a la báscula.
Explica su rutina de vida: desayuno-entreno-comida-entreno-cena. Explica los maratonianos entrenos que les impedía muchas veces asistir a la escuela. Y a la que había torneos, menos. Si el entrenamiento iba mal les obligaban a quedarse entrenando más incluso hasta las doce de la noche. Su profesor de Física y Química llegó a tenerles que dar clases a las once de la noche. A la mañana siguiente se sujetaba la cabeza como si estuviera escuchando y dormía en la clase. El profesor no decía nada. También se dormía en las charlas del psicólogo, aunque a este no le importaba, pues decía que su “subconsciente seguía trabajando”.
Estíbaliz, una compañera, se quejó de un pie y nadie le hizo caso. Siguió entrenando con dolor hasta que averiguaron que se había roto un dedo. Más tarde, se rompió el menisco poco antes de los mundiales, pero aun así, siguió entrenando. Impresionante.
La comida es una parte central de la historia. El elemento común era la falta de pan. Después de la cena se amontonaban en el sofá para ver la tele y a partir de las once de la noche, a dormir. A partir de esa hora no se podía llamar ni a los padres. Veían series como “Lo que necesitas es amor” o “Médico de familia” y se fijaban, sobre todo, en la comida, el zumo de naranja y los caramelos. Dice que ella no pasó hambre, pero muchas compañeras suyas sí. Les controlaban todo lo que comían. Aparte de pesarlas, les registraban las habitaciones y revolvían los cajones, armarios, camas, etc., en busca de comida. Claro, esto se traducía en técnicas como cajones de doble fondo para guardar chocolate. Llegaban a tener tanta fijación que coleccionaban los envoltorios de las chuches que se comían.
Al volver del mundial le dolían las rodillas y los codos. Estaba muy justa de peso y le detectaron bajos niveles de potasio. La solución fue para ella magnífica: ¡tenía que comer un plátano todos los días! En las mismas Olimpiadas, incluso los atletas y entrenadores españoles de otras disciplinas se dieron cuenta de lo poco que comían.
Se apuntaba en chuletas lo que iba a contar a sus padres cuando venían a verla. Los días más tristes eran los lunes después de haber estado con sus familias, lo que se notaba en sus entrenamientos. Por ello, quince días antes de una gran competición les prohibían las salidas y visitas de los padres. Explica que algunos de aquellos domingos eran demenciales: doce chicas adolescentes en una casa durante un día entero. Las horas se hacían eternas.
En los europeos, en que quedaron plata con cinta y pelotas y bronce con aros, al regresar a España, no hubo ninguna recepción oficial. Sólo algunos periodistas en el aeropuerto. Les dieron menos de una semana para estar con su familia y vuelta al entreno.
Para la preparación del campeonato del mundo, no tenían vacaciones. Su calendario laboral no entendía de fiestas, puentes, Semana Santa, verano o Navidad. Como querían ser gimnastas, estaban dispuestas a sacrificarlo. Y es que con quince años no se planteaban su futuro.
Ser campeonas del mundo no es cualquier cosa, aunque la gente se empeñase en demostrarnos lo contrario. A nadie le importó nuestra anterior victoria mundialista en Viena. Sigue sin importarles. A veces me parece que en este país todos los días se ganan medallas, que es fácil conquistar los títulos, porque se olvidan rápido de las victorias. Y no me refiero al público en general, que al fin y al cabo, se entera de lo que los medios dan a conocer, sino a los mandatarios, los responsables deportivos que exprimen a sus atletas hasta que se quedan sin jugo para después desecharlos.
En el avión para ir a las olimpiadas de Atlanta les tocó ir sentadas detrás de los futbolistas. Al hablar con ellos, se quedaron parados cuando les dijeron que entrenaban ocho horas diarias y que algunos días salían a las doce de la noche. Claro, los futbolistas lo hacen dos horas, tres en los días fuertes. Les dijeron que ellos ganaban mucho dinero, y cuando les respondieron (los futbolistas) que ganaban el dinero justo, Esti les comentó que ellas tenían la beca y ya está. Los mismos futbolistas no lo vieron justo y reconocieron el desfase abismal entre unos y otros.
Hay quien podrá pensar que quejarse por no cobrar más es algo habitual, pero cuando hay mandatarios que ganan cifras enormes con dudosa moralidad y legalidad aprovechando el esfuerzo de los deportistas para relegarlos más tarde al olvido es un tema que tendría que debatirse.
Por ejemplo, tuvieron que hacer un par de anuncios para la TV. Nadie las avisó ni se lo comentó. Aunque para ellas era un descanso, no recibieron ingresos extra, regalos ni atenciones. Era un precio, por lo que se ve, que debían pagar por tener una beca.
Al subir al pódium de Atlanta, les dijeron que se pusieran ciertos maillots con un patrocinador. Resulta que la Carta Olímpica lo prohíbe expresamente y el presidente de la federación les dijo que si les preguntaban algo sobre ellos, dijeran que había sido diseñado por ellas. Las gimnastas, por supuesto, desconocían todo esto. Habían recibido una reclamación que había estado a punto de quitarles el oro. El presidente de la federación les dijo que cobrarían un buen dinero por ello. Todavía hoy no sabe quién se benefició. Ellas, desde luego, no.
Y tampoco creáis que por estar en Atlanta pudieron estar al tanto de las otras competiciones. No podían distraerse de su objetivo, así que no vieron ni el oro de Induráin, ni la plata de Cacho, ni las medallas de boxeo de balonmano, hockey y tenis, etc.
Luego venían las exhibiciones. En una gala les pagarían cien mil pesetas (600 euros) por actuación, pero la federación se quedaba el 25% en conceptos de gastos de organización. Tampoco cobrarían nada por exhibiciones en el extranjero. Les decían que iban a percibir un porcentaje de la venta de camisetas y otros objetos conmemorativos de las medallas. Tampoco supieron nada de ese dinero.
Y por si fuera poco, las culpabilizaban. A Estíbaliz, mientras estaba lesionada, le dijeron: Tu cole cuesta dinero, tu piso cuesta dinero, tú cuestas dinero y no estás entrenando. Se sintió culpable y lo dejó. Hoy trabaja como instructora de pilates.
Explicaron a sus padres que tenía sobrepeso: medía 1,58 y pesaba 46 Kg. Si no bajaba hasta 41 la echarían. Y claro, tampoco le decían el momento en que iban a pesarla, así que tenía que contenerse incluso en los desayunos. Le llegó a dar una lipotimia. Sin importarle cómo estaba, la pesaron. La báscula dio 43,5 Kg. La echaron. Así de fácil.
La vuelta a la vida normal no fue nada fácil. Y tampoco recibió ayuda alguna de los estamentos federativos:
Siempre me habían marcado la pauta a seguir: hoy competimos aquí, viajamos allá, entrenamos acá. En cambio, nadie me advirtió que después estaría sola. Años de entrenamiento psicológico para ser la mejor, la más fuerte, la campeona y ni medio minuto de asesoramiento para enfrentarme al mundo real, para enfocar mis estudios, para buscar una profesión. Ni una sola palabra de ayuda ni un consejo para afrontar el día después.
Se encontró con 18 años teniendo que asistir a 2º BUP. Sus compañeros tenían dos años menos que ella. Creían que era millonaria por ser campeona olímpica. Nunca se integró. Quería sentirse útil, así que buscó trabajo y le ofrecieron trabajar de dependienta en una perfumería por las tardes.
¿Y qué se aprende en la escuela? No sé si ella aprendió mucho, pero tuvo que tragar lindezas como estas de una monja:
¿Tú qué te crees? Has hecho una cosa muy mal en la vida: dedicarte a algo tan insignificante como el deporte y dejar algo tan importante como los estudios.
Sin comentarios.
El entonces presidente de la federación, Jesús Méndez, dejó la presidencia para irse a Colombia como director de la empresa a la que se había donado el dinero de la gira colombiana: Con él se fueron todos aquellos contratos verbales, todas las promesas vanas que acepté en mi ingenua creencia de que los dirigentes velarían por mi futuro.
El único dinero que podían reclamar legalmente era el que la federación debería haberles pagado por la medalla de oro. Pero no creáis que lo cobró al momento: tardaron más de cuatro años en pagarle y gracias, entre otras, a denuncias de periodistas como José María García. Y tampoco os lo perdáis: querían hacerles firmar el recibo con fecha falsa para luego poder decir que las denuncias habían sido en falso. Cuando les entregaron el cheque, ningún directivo estuvo presente. Esa foto no interesaba.
Después de casi caer en una depresión, por suerte, ha podido hacer una vida “normal”:
He madurado, veo las cosas de otra manera. Soy feliz con mi modo de vida, aunque no ha sido gracias al título de campeona olímpica.
Y finaliza con una frase que da mucho que pensar: Lo mucho que siempre cuesta una medalla y lo poco que tantas veces vale.
Ya veis cómo es el retiro y retorno la sociedad en este país de una atleta con un palmarés de medalla de oro olímpica, doble campeona del mundo, dos veces subcampeona de Europa y campeona de España.
Sé que Tania tiene hoy una hija. En caso de que le dijera de mayor que quiere ser gimnasta y conseguir el oro olímpico, me pregunto qué le diría o qué le aconsejaría.
Buen libro. Relato sobrecogedor. Muy recomendable. Apto para todos los públicos.
Título: “Lágrimas por una medalla”
Autoras: Tania Lamarca y Cristina Gallo
Otras opiniones del libro:
Periodista Digital
http://galega.wordpress.com/2008/04/16/lagrimas-por-una-medalla-2/
El día 15 de julio de 2009 a las 17:48
Impresionante, dan ganas de llorar!!
Es que el ser humano no se destaca por su generosidad, somos mas bien como una bandada de buitres esperando sacar nuestro bocado.
En fin una historia diferente, pero sin duda aleccionante.
Salut!
El día 15 de julio de 2009 a las 17:58
Es increíble cómo los políticos pueden llegar a ser tan malagradecidos con los deportistas que honran a nivel internacional el nombre de país que representan. Además, como en la política existen los “compadrazgos”, personas que ni siquiera han jugado con tierra en su infancia se hagan cargo de la dirección de deportes del gobierno, lo que genera malas administraciones de fondos, y los “recortes” de dinero. Acá e Chile, el caso de Chiledeportes, calificado como “Chile-recortes”: los deportistas de alto rendimiento no tienen espacios adecuados de entrenamiento, pero para el fútbol lo dan todo. Remodelación de estadios, construcción de otros, etc.
Me encanta el fútbol, y me alegro por toda la inversión realizada, pero mi anhelo es que el gobierno adopte la tarea de darle más vitrina y una mayor inversión a otro deportes, con el fin de perpetuar el nombre del país, y entregar alegría a los hijos de la nación.
El día 15 de julio de 2009 a las 19:40
La culpa es de ella y de sus padres, que la hubiesen encaminado a otros deportes femeninos en los que si hubiese puesto el mismo empeño habría ganado más dinero, como el tenis o el baloncesto.
La gimnasia rítmica no interesa a nadie y por eso no genera dinero, oferta y demanda.
El día 15 de julio de 2009 a las 21:31
Mentira, Dave.
Pero, aunque así fuera, nada justifica que el dinero que en efecto se paga por el trabajo promocional que en muchas ocasiones hacen estas niñas (y muchas veces sus entrenador@s) no se reparta de un modo equitativo.
El día 15 de julio de 2009 a las 21:35
.
No hay culpas.
No hay ganadores.
No hay perdedores.
Lo vieron venir y pudieron seguir adelante.
Lo sufrieron y lo lograron.
En el camino quedan aquellos que con mezquindades incluso les niegan el pequeño o extraordinario esfuerzo. Pero ahí quedan, en el anonimato.
Honor a los atletas que persiguen sus sueños.
Honor a Tania y Cristina, porque tienen toda la vida por delante.
JC.
.
El día 15 de julio de 2009 a las 22:30
Lo peor de todo es que no me sorprende.
El día 15 de julio de 2009 a las 22:45
totalmente de acuerdo con #4, o los padres o ella o ambas partes quería, no creo que estuvieran haciendo esto a punta de pistola, no? si no lo disfrutas lo dejas y punto. y sobre si los futbolistas ganan mucho, totalmente de acuerdo, pero el mcdonalds también vende muchas hamburguesas que son nutricionalmente de muy dudoso valor, pero así es nuestro mundo, el mercado manda
El día 15 de julio de 2009 a las 23:06
desde la atleta, sobrecogedor
desde la otra parte, pues sobrehumano
El día 15 de julio de 2009 a las 23:23
“el mcdonalds también vende muchas hamburguesas que son nutricionalmente de muy dudoso valor”
Pues si lo son; es carne, cereales, verduras, hortalizas… . Lo que no es nutricional es comerte dos cada dia con una coca-cola cada vez.
El deporte “infantil” este, asi, es propaganda de estado y deberia quedar abolido. Una dedicacion tan exclusiva solo deberia darse con adultos. Ahi solo los dirigentes y aprovechados sacan tajada ya qu ecomo vemos , a las los deportistas de elite infaltil no les aprovecha en absoluto. . Los nilos a estudiar y hacer deporte normal y ya como adultos que decidan a que quieren dedicarse. ,
El día 15 de julio de 2009 a las 23:44
¿No hay culpas?. Claro que hay culpas. De los políticos (los de siempre), de las entrenadoras nazis que les fuerzan a esos regímenes, del bastardo ése de Méndez, de los padres que ven o sospechan todo esto y no hacen nada. Es una vergüenza.
Y, con todo, me quedo con la cara de cemento de los futbolistas que encima van diciendo que cobran lo justo. Hay que tener cojones en este país.
El día 16 de julio de 2009 a las 00:08
Muchas gracias por los comentarios.
Dave y tófol: si queréis realmente echar la culpa a los padres por permitir a sus hijas perseguir un sueño, de acuerdo. Yo, desde luego, no lo voy a hacer.
Ahora bien, pensad una cosa. Cuando ganaron las medallas todos nos llenábamos la boca de elogios a lo bien que gestionamos el deporte en nuestro país y lo bien que lo hacen nuestros deportistas. ¡Gran país el nuestro! Pero nos olvidamos con mucha facilidad de los sacrificios que hicieron ellas. Empezando por la escuela.
Con filosofías como estas, ese deporte no existiría. ¿Es eso realmente lo que queremos?
Salud!
El día 16 de julio de 2009 a las 01:23
Amargo, amargo….
Un saludo.
El día 16 de julio de 2009 a las 04:06
Increíble relato. Que terrible experiencia, son inaceptables estas actitudes de las federaciones deportivas. Gimnastas como ellas que le entregaron tanto esfuerzo y sacrificio a su país deberían recibir una alta pensión de por vida.
El día 16 de julio de 2009 a las 05:53
Samuel: a ver, eso es también discutible. Yo no pido que tengan una pensión de por vida. Más bien pediría transparencia en los movimientos económicos que hay alrededor de ellas y que pudieran llevarse su parte, claro está. ¿No son ellas acaso las que sudan la camiseta?
Tendría que existir una figura que velara por sus intereses. Hay que pensar que son chicas muy jóvenes y si ya a los mayores nos venden la moto, imagínate a ellas (vamos, que si se descuidan ni les pagan lo que les corresponde por sus medallas olímpicas).
Cuando se les acaba la carrera deportiva las federaciones tendrían que preocuparse de sus estudios, su reinserción a la sociedad, etc. A juzgar por el libro, la palabra “reinserción” es de lo más correcto.
Y no soy experto en estos temas, son más bien temas políticos y puedo equivocarme perfectamente; pero lo que sí tengo claro es que no está bien abandonarlas a su suerte una vez que las han exprimido.
Salud!
El día 16 de julio de 2009 a las 05:54
Las lágrimas mas amargas son las de impotencia al ver cómo todo tu sacrificio es ninguneado por los que se supone te tienen que dar moral para rendir al máximo nivel…la Federación y los entrenadores.Por otra parte…si los entrenadores y la federación encuentran cierta satisfacción en tratar así a las gimnastas (a fin de cuentas si tienen trabajo es gracias a ellas)..que se lo hagan mirar…claro que en gimnasia parece que no existe la figura del representante o agente (tan de moda en el lucrativo mundo del fútbol),que por una parte de los ingresos,se encarga que aldeportiste no le metan “goles” en el campo legal o económico.
Consejo a padres de gimnastas:contratad un abogado,
El día 16 de julio de 2009 a las 07:15
Quizás porque a mi el deporte no me importa lo más mínimo, porque le he visto el menor sentido a eso de enorgullecerse por los logros falsos y sin sentido de otros (En serio, ¿hay algo más absurdo en el mundo que eso?), quizás por eso veo este tipo de casos como lo que son: Un crimen, algo terrible que debería ser prohibido. Si tuviera una hija y algun cazatalentos empezara a calentarle la oreja con promesas de gloria para meterla en algun equipo de gimnasia ritmica, trataría a ese maldito monstruo como se merece, igual que si fuera el gurú de alguna secta destructiva o un pederasta.
El día 16 de julio de 2009 a las 07:17
Meses más tarde de ese glorioso día de oro, El País publicó este reportaje que tengo puesto en el blog: http://xirli.blogspot.com/2008/08/ara-fa-uns-anys.html, que explica lo que soportó la componente del equipo nacional que dejo la concentración para los Juegos Olímpicos ya que no pudo soportar tanta presión. Del libro no tenía ni idea, pero me lo apunto. ¡Gracias por la recomendación!
El día 16 de julio de 2009 a las 08:33
Juan: no, por favor, no digas eso. Entiendo que el deporte no te importe lo más mínimo, pero la razón que das es equivocada. No te niego que haya gente como la que tú dices, pero el deporte real, el deporte en todo el sentido de la palabra es el afán de superación de uno mismo, una lucha de uno contra sí mismo para superarse. Los deportistas, los que hacen deporte porque les gusta, tienen un gran sentido del sacrificio, de la responsabilidad y del trabajo. Y eso son cualidades admirables en cualquier persona. Y si alguno llega a hacer algo que no se imaginaba que pudiera, pues claro que es para sentirse orgulloso, igual que cuando logras acabar una carrera universitaria.
Otra cosa muy diferente es que haya gente de poder que se aproveche de todo ello para sacarles todo el jugo económicoy tratarlos como objetos hasta que ya no pueden seguir desempeñándolo, bien sea por edad, constitución, lesiones, etc.
Salud!
El día 16 de julio de 2009 a las 09:09
Lamentablemente, lo que muchas veces nos venden SOLO como epicas victorias deportivas y de superacion humanas (que lo son), no son mas que la cara amable y mediaticamente correcta de la esclavitud infantil, porque si no, no se como llamar a este tipo de canalladas.
El día 16 de julio de 2009 a las 09:36
Desgraciadamente, para alcanzar un nivel tan alto se deben hacer todos esos sacrificios, o no se supera a los demás equipos. Personalmente creo que las chicas, y en concreto ésta, no se quejan tanto de los sacrificios, porque de alguna manera pensaban que ean necesarios para poder llegar a lo más alto. Supongo que de lo que se quejan es del poco valor que se da a su esfuerzo, tanto durante él como después. Todos nos sentimos orgullosos de los deportistas que llegan a lo más alto, y eso debería traducirse de forma material, no sólo con buenas palabras.
Por cierto, nuy buen blog
El día 16 de julio de 2009 a las 10:42
Disculpa Omalaled, pero si YO haciendo deporte consigo algo que no habia podido hacer antes o que parecía imposible pues me sentiré orgulloso YO de lo que he hecho (Y aún asi, lo que he hecho no ha cambiado al mundo, no ha dejado nada perdurable, no ha influido en ninguna vida que no sea la mia, y veo bastante tonto sentirse orgulloso por algo así). Lo que no comprenderé nunca es el sentirse orgulloso por lo que han hecho otros que no son yo. No entiendo como las tonterias que haga en el campo un millonario persiguiendo un balon pueden hacerme sentir ningun orgullo, por ejemplo. Y tampoco entiendo que personajes que no crean nada y que se mueven solo por el beneficio propio sean usados como ejemplos para la juventud, en lugar de otros muchos que realmente se superan y que realmente crean grandes cosas, que cambian la vida de los demas. Mas Vicente Ferrer y menos Rafa Nadal me gustaría ver a mi en los medios.
El día 16 de julio de 2009 a las 10:52
Pues la monja tenia razón.. priorizar el deporte por delante de los estudios es un error… espero que ala menos sirviera de ejemplo a sus compañeros de segundo de BUP. Es inmoral joder la vida de niños paara que tu país gane medallas… prefiero no ganarlas.
El día 16 de julio de 2009 a las 11:51
Gracias por el relato, por compartir las experiencias y poder aprender de ello.
Lo peor es que la sociedad lo permite, castiga a los fuertes de espíritu, a los que se dejan la piel y simpatiza con los que consiguen el poder por apellidos.
Me gustaria saber porqué los méritos de una vida sacrificada son ignorados por la sociedad que permite que unos cuantos puedan vivir como reyes demostrando su dudosa moralidad y capacidad dia tras dia. Y aun así, la situación se mantenga.
El día 16 de julio de 2009 a las 12:00
Lo siento mucho por estas chicas. Se que los entrenamientos son duros, pero para ellas digamos que era su trabajo, como para la mayoría de nosotros lo es el nuestro.
Si no se quejan en voz alta, es como la peña que está en la oficina y deja que su jefe haga lo que le salga de los mismos por miedo a perder el curro.
Nuestras gimnastas son muy buenas, a la vista esta de los resultados. Que se quejen, que les den con la misma moneda, y ya se verá como los responsables de “esto” se echan para atras y realizan el curro como lo tienen que realizar.
Y no, desde mi posición no es muy facil decirlo, yo también he tenido lo mio. Y algunos de mis mejores amigos también.
Saludos y suerte chicas
El día 16 de julio de 2009 a las 12:19
Juan: en parte coincido contigo. Pero estás hablando de dos cosas diferentes. Una cosa es que pienses que el deporte es algo improductivo, que no deja nada perdurable, etc., y otra cosa es lo que algunos llamarían orgullo nacional (cójase con pinzas lo que acabo de decir). Si tienes un familiar en una competición, querrás que gane él, aunque no aporte nada socialmente ni lo hayas hecho tú. Estarás muy orgulloso de ello. Y no hablemos si es un hijo tuyo. Lo mismo, extrapolándolo, sucede con los europeos, mundiales o Juegos Olímpicos.
Donde sí coincido contigo es en el fútbol; pero te pediría que lo dejaras aparte, pues en mi opinión, el fútbol tiene más de fenómeno social que no de deporte.
Llevando lo que dices al extremo, eliminaríamos cualquier deporte de competición incluidas las Olimpiadas.
Otra cosa diferente es que digas que los atletas de alta compatición (no incluyas los futbolistas) no aportan nada o no crean nada a la sociedad. No estoy de acuerdo. Como mínimo, aportan ejemplos de valores y de superación. Me gustaría que tuviéramos más como ejemplo a esas personas que no a uno de operación triunfo, por ejemplo.
Pep y lo mismo digo: ¿dejamos de competir en gimnasia rítmica? ¿acabamos con ese deporte? ¿por qué el deporte no puede ser una opción de trabajo?
mike No sé si te entiendo bien, pero creo que no se puede comparar lo que han hecho estas chicas con el trabajo que nosotros desempeñamos día a día. Para empezar, ellas (al menos Tania) ha sido la mejor del mundo y nosotros no podemos decir lo mismo de nuestro trabajo (¿o sí? habría muchos “mejores edl mundo”
). Por otro lado, nosotros podemos cambiar de trabajo, tenemos un horario y más capacidad para reaccionar. Ellas son jovencísimas y no hay otro sitio posible donde desempeñar ese trabajo. En realidad, quienes lo hacemos mal somos los que no nos quejamos 
Salud!
El día 16 de julio de 2009 a las 12:32
mike: La diferencia basica es que nosotros somos adultos, y esas pobres niñas no lo son. La diferencia es que nosotros sabemos donde nos estamos metiendo, y a esas pobres chicas las engañaron con cuentos sobre glorias y futuros maravillosos para convertirlas en esclavas. No me parece una comparación válida la que has hecho, para nada.
omalaled: Si, prohibamos la gimnasia rítmica. Yo la veo como algo criminal, y a estas niñas las veo como víctimas de una explotación monstruosa. Si surgiera algun tipo de manifiesto al respecto lo firmaba ahora mismo. Y si, suprimamos toda competicion de deporte PROFESIONAL, al que no le veo sentido ninguno. El deporte debe ser algo que todos hagamos por el mero hecho de hacerlo, el convertirlo en una profesión es un sinsentido.
No veo la diferencia entre poner como ejemplo a la juventud a un deportista o ponerle un concursante de OT. De verdad, no se la veo por ningun sitio. Los dos compiten en beneficio propio. Si acaso, al menos los concursantes de OT crean algo de valor (Aunque sea de muy poco valor, o casi nulo, pero esa es otra discusión) cosa que no puede decir ningún deportista.
El día 16 de julio de 2009 a las 15:50
Muy sutil la frase ‘Sé que Tania tiene hoy una hija. En caso de que le dijera de mayor que quiere ser gimnasta y conseguir el oro olímpico, me pregunto qué le diría o qué le aconsejaría.’
Me quedo con esa idea de todo lo anterior.
Saludos
El día 16 de julio de 2009 a las 16:17
Hola…. impresionante relato, vale la pena salirse de vez en cuando del tema científico. Dos cosas:
1) Que a alguien no le guste el deporte no significa que no cree valor para la sociedad en su conjunto, no debemos ver nuestro propio ombligo siempre. Es como si alguien que no le guste Picasso o Degas (o cualquier otro pintor) diga que es una tontería que alguien considere unos trazos sobre un lienzo una obra maestra y que sea considerado fuente de inspiración, paz u orgullo.
2) El punto que se toca acá, no es en sí el esfuerzo que realizan estas niñas, pues este forma parte de ellas y están dispuestas a hacerlas por un sueño (lo cual es más de lo que hace media humanidad). Lo que acá se hace ver es la tremenda explotación de una clase política durante el tiempo que fueron deportistas de élite y, luego, como son abandonadas cuando se termina esa vida.
Eso sucede en todos los países, no creo que la solución sea pensionar a los atletas de por vida sino que lograr reinsertarlas en la sociedad.
El día 16 de julio de 2009 a las 18:44
Rios de tinta podrian escribirse defendiendo una postura u otra, todos tienen una parte de razon dependiendo de como se mire, en el fondo, todo es un gran negocio, asi funciona el capitalismo; cuando ya no eres util te desechan.
En cuanto a Tania, algo si que sabe hacer a fin de cuentas no? es una gran gimnasta, no dudo que no tendra dificultades para conseguir empleo como entrenadora de nuevas esperanzas, haciendo pasar a nuevas niñas por su misma experiencia. Asi termina siendo casi siempre…
El día 16 de julio de 2009 a las 19:59
Lo peor de todo…el baño de masas (como si fueran heroes nacionales) que les damos en este país, nada más llegar, a ciertos nuevos fichajes del DEPORTE NACIONAL …unos tanto y otros… En fin…que aquí solo vale el que sale por la tele, pero el que sale por la tele no es el único que vale, eso es lo que no podemos olvidar ni dejar que los de arriba olviden. Al final tenemos lo que nos merecemos: Pan y Circo.
El día 17 de julio de 2009 a las 06:03
Juan:
El deporte profesional es como la tauromaquia..no es que aporte mucho (y a mí me repugnan los toros),pero mientras haya gente dispuesta a pagar…por verlo..habrá deporte profesional..y lo mismo se puede decir de actores de hollywood,músicos,artistas..mientras haya gente que pague por ver a Nicole Kidman..habrán productores que pagarán el caché de Nicole Kidman (que cobra más por película que Cristiano Ronaldo en dos temporadas en el Real Madrid)…
Tu postura es tan “cañí” : Si no es útil para mí,no es útil para nadie…
Todo se reduce al valor generado:el otro día en un festival de heavy metal en Barcelona se congregaron 42000 personas…que pagaron una media de 75 euros por asistir…más de tres millones de euros de recaudación…¿crees que los cabezas de cartel se van a conformar con 200 euros por cabeza por la tontería del “amor al arte”?,los teloneros puede,pero ¿el grupo estrella?..dicho de otra manera ¿tú trabajas gratis? …si fueses vendedor de coches y vendieses unos 15 coches más al mes que tus compañeros…¿verías justo que tus compañeros cobrasen lo mismo que tú?..No,¿verdad? Seguro que irias a hablar con tu jefe sobre el volumen de negocio que representan tus ventas y cómo se te debe compensar económicamente por ello…Valor generado.Lamentablemente vivimos en un mundo en el que,socialmente,el valor que cuenta es el económico…vales tanto como poseas (o puedas generar)…y eso no va a cambiar a corto plazo…por eso existe gente como Vicente Ferrer…o los miles de voluntarios o colaboradores de ONG (como yo) que nos limitamos a ayudar en lo que podemos y en lo que consideramos importante.
El día 17 de julio de 2009 a las 14:42
Elocuente en la expresión y sobrecogedor en los resultados, se me ha puesto la carne de gallina y, como dice algún otro comentario, lo triste es que no me extrañe que pase esto…y que no sea carne de noticiario como otras patrañas…
El día 19 de julio de 2009 a las 21:04
No sé cómo calificar a los que aplican “la ley del mercado” a esta historia.
El deporte no tiene nada que ver con oferta y demanda, mis pobres y mezquinos mercantilistas. El deporte es otra cosa, aunque supongo que vosotros sóis de los que apoyáis el “fúrbol” y los fichajes astronómicos y vergonzosos.
Estas niñas representan el sacrificio más duro y valiente que puede ofrecer un deportista, y cuyo objetivo es obtener la satisfacción de ser el mejor en algo. Eso no puede decirlo casi nadie en el mundo, y eso merece un respeto inmenso, y sobre todo el reconocimiento y el cariño de todos, especialmente de sus compatriotas.
Lo lamentable es que aquí en y en otros países algunos cerdos contaminan el deporte convirtiéndolo en negocio y en espectáculo recaudatorio, se forran y luego se van a otra empresita, a ver qué sacan. Esos gusanos son los que tanto mal causan a un país, esos “empresarios” de pro, los que salen en las fotos sonriendo con sus corbatas, esos son los que al final representan a nuestro país, y no estas chicas, ahora mujeres, heroínas del deporte.
Y ahora, por favor, hacéis como que no habéis dicho nada y os váis a un rinconcito a rumiar cómo especular con unos pisitos, o véis un poco de telebasura para cultivar vuestra estrechez de miras.
El día 20 de julio de 2009 a las 09:04
Francisco, un consejo: Antes de comentar acerca de comentarios de otros LEETELOS.
El día 20 de julio de 2009 a las 10:06
Haya paz, señores.
Francisco: comparto tu opinión, pero no la forma de decirlo. Voy a respetar tu comentario, pero por favor, si haces otro, dilo con otras palabras.
Salud y paz, hermanos.
El día 20 de julio de 2009 a las 10:51
Juan, te pido disculpas si te has sentido aludido por mi furibundo comentario. No, no era a ti. Estoy de acuerdo contigo parcialmente en lo que se refiere a evitar la explotación de unas niñas en algo así. No lo estoy en lo que opinas del deporte. Al fin y al cabo el deporte y cualquier cosa pueden ser estúpidos o no, dependiendo del criterio que se use para evaluarlos.
Omalaled, también pido disculpas por mis excesos verbales. Este blog se caracteriza entre otras cosas por el respeto y la serenidad en la exposición de ideas y reconozco que me he dejado llevar.
Si quieres eliminar mi comentario, hazlo sin tapujos, por favor. Sería comprensible.
Sólo una cosa más. Yo no justifico que se explote a niñas, ni a nadie, en pos de un triunfo deportivo. Lo que me indigna, como a todos aquí supongo, es que una vez conseguido este triunfo con sacrificios terribles, la recompensa sea la indiferencia, el olvido, y el utilitarismo comercial por parte de una raza de “hombres de negocios” que sólo miran por su beneficio personal.
El día 20 de julio de 2009 a las 11:51
En absoluto voy a eliminar el comentario, Francisco. Al contrario: agradezco tu aclaración.
Sigo diciendo que estoy de acuerdo totalmente con tu opinión.
Salud!
El día 20 de julio de 2009 a las 22:30
Relato triste e impresionante, y comparto lo que dice Francisco, y quizás yo lo hubiera hecho más rudo.
Aquí en México, hay historias parecidas de abusos, en donde el ingrediente sexual (de abuso) no falta. La revista Proceso, básicamente, lleva un rato denunciando esos abusos no solamente en la gimnasia, sino en la natación, el futbol y otros deportes. Y sin medallas, para acabarla de j…
Saludos.
El día 21 de julio de 2009 a las 17:14
Esto es algo que no sorprende pero que aún así es muy doloroso,está estupendo que las propias implicadas lo hagan saber.
El día 27 de julio de 2009 a las 09:03
Como ya han comentado, me siento abrumado de que no me sorprenda.
El mundo de las grandes instituciones del estado está repleto de favores personales interesados que tienen como objetivo la búsqueda del dinero rápido y fácil.
El mundo de los deportes, la SGAE, etc….
El día 31 de julio de 2009 a las 14:48
Estoy ya un poco cansado de la postura de criticar el futbol por el mero hecho de ser un espectaculo. Aparte queda muy chic decir que no te gusta el futbol (eso es solo para el populacho, yo estoy muy por encima de esa gente…). El futbol a mi modo de ver es un deporte y un espectaculo. ¿Hay algo de malo con eso? En el cine se pagan autenticas burradas a los actores. Alguien se queja? Pocos. En el mundo donde vivimos, como bien se ha dicho anteriormente, se paga por lo que generas y produces, cosa que me parece genial. Es una medida objetiva, mucho mejor a que sea otra persona la que designe cuanto dinero te mereces. Asique si el Madrid paga 94 millones por Crisitano Ronaldo es porque el Madrid cree que los va a generar. Ese dinero no lo encuentro vergonzoso, es su valor de mercado nos guste o no. Lo que si que me parece vergonzoso es cuando son los politicos los que designan el dinero que ha de percibir tal o cual deportista, como es el caso de este artículo.
PD: a mi me gusta el “furbol”, quizas eso ya automaticamente me convierta en una persona con “estrechez de miras” y no pueda estar a la altura de mantener un debate aqui.
El día 31 de julio de 2009 a las 15:15
Markinhos: no critico al futbol por ser un espectáculo. Lo critico porque es un fenómeno social que hace que la gente que va a verlo vaya a insultar a un árbitro y al rival por costumbre, porque ha habido muchísimos muertos (y sabes que habrá más) entre el público por peleas y demás, un deporte donde no importa si se engaña al árbitro o no simulando un penalti, un juego donde sólo importa ganar, pasando por encima de cualquier valor personal o deportivo; donde las peleas y el juego sucio es algo habitual y no la excepción.
He visto partidos de fúltbol entre niños donde daba miedo ver a los padres… y a los críos cuando crecen. Contadas veces he visto “deportividad real” en el fútbol. Es más, al que decía que la había tocado antes de salir le llamaban tonto.
No eres estrecho de miras porque te guste el fútbol (en todo caso, eres tú quien lo ha pensado, no yo), pero sí lo hace el que seas capaz de comparar un deporte en el que se necesitan 8 horas de entreno diario y otro (que, insisto, más que deporte es un fenómeno social) en el que se necesitan 2 y comparas uno con otro destacando que lo importante es el dinero que mueve y las camisetas que vende y sin tener en cuenta todo lo dicho en los párrafos anteriores.
Y no, no digo las cosas por ser chic o por querer decir que estoy “por encima del populacho”. Te equivocas de persona: soy sincero y digo lo que pienso. Ahora bien, si mi sinceridad te hace pensar eso, pues ya no es cosa mía.
Salud!
El día 14 de agosto de 2009 a las 22:15
En 2006 yo trabajaba en selección de trabajadores de una ETT, y vino un día una chica a traerme un C. Vitae, para que le buscara trabajo de manipuladora.
Cuando se fue, miré su currículum y ví que había sido diploma olímpico en gimnasia rítmica en Athenas 2004.
Me dió pena saber que aquella chica no podía ganarse la vida haciendo lo que mundialmente se había demostrado que hacía excelentemente.
El día 7 de noviembre de 2010 a las 19:44
Hola!, la verdad no me sorprende en absoluto. Yo sé lo que es eso ( me refiero al artículo ) he vivido situaciones parecidas.. Y yo sinceramente no lo veo como una explotación, no mientras lo practicas, quizás por la distorsión que te puede producir ese sueño que intentas perseguir. A veces si te das cuenta de que te estas sacrificando DEMASIADO para algo que “nadie” o “muy poca gente” valora… y cierto es que no debemos poner nuestra intención de para lo que hagamos en que los demás lo valoren o no, mientras disfrutemos de lo que hagamos ¿ por que no seguir haciendolo? El caso es que todo esto es más dificil de lo que nadie se puede imaginar. Digamos que cuando empiezas parece que no puedes salir de ello, te sientes obligada a seguir, y además no podrias vivir sin hacerlo, es como una droga. Sin embargo, bien es cierto que pocos son los que se dan cuenta del esfuerzo realizado. Aunque muchas veces el triunfo merece la pena y te viene bien recompensado, pero eso no dura mas de una semana. Todo se acaba olvidando, con lo cual, lo único que te anima a seguir es conseguir otro objetivo.
En mi caso apenas tengo 15 años y una beca y mi vida está mas que condicionada por el deporte. Viajo casi todos los fines de semana y compaginarlo con el colegio es muy duro. Eso por no hablar de los entrenamientos. Lo peor de todo es cuando ademas no sacas rendimiento a los viajes.
Sin embargo, si ahora me planteasen la posibilidad de dejarlo todo, estoy totalmente segura de que NO podria hacerlo. ES MI VIDA , y aún asi sigo diciendo, jamas me valoraran por mucho que consiga…
El día 14 de octubre de 2011 a las 19:08
yo quiero ser campeona del mundo como evgenia kanaeva quiero ser una estrella y que todo el mundo me respete tengo una pregunta ¿cuando estas entrenando y algo te sale mal te gritan o te insultan?esque yo no puedo soportar eso y lo del peso menos todavía
gracias por escucharme
El día 16 de octubre de 2011 a las 18:35
Hola!, la verdad no me sorprende en absoluto. Yo sé lo que es eso ( me refiero al artículo ) he vivido situaciones parecidas.. Y yo sinceramente no lo veo como una explotación, no mientras lo practicas, quizás por la distorsión que te puede producir ese sueño que intentas perseguir. A veces si te das cuenta de que te estas sacrificando DEMASIADO para algo que “nadie” o “muy poca gente” valora… y cierto es que no debemos poner nuestra intención de para lo que hagamos en que los demás lo valoren o no, mientras disfrutemos de lo que hagamos ¿ por que no seguir haciendolo? El caso es que todo esto es más dificil de lo que nadie se puede imaginar. Digamos que cuando empiezas parece que no puedes salir de ello, te sientes obligada a seguir, y además no podrias vivir sin hacerlo, es como una droga. Sin embargo, bien es cierto que pocos son los que se dan cuenta del esfuerzo realizado. Aunque muchas veces el triunfo merece la pena y te viene bien recompensado, pero eso no dura mas de una semana. Todo se acaba olvidando, con lo cual, lo único que te anima a seguir es conseguir otro objetivo.
En mi caso apenas tengo 15 años y una beca y mi vida está mas que condicionada por el deporte. Viajo casi todos los fines de semana y compaginarlo con el colegio es muy duro. Eso por no hablar de los entrenamientos. Lo peor de todo es cuando ademas no sacas rendimiento a los viajes.
Sin embargo, si ahora me planteasen la posibilidad de dejarlo todo, estoy totalmente segura de que NO podria hacerlo. ES MI VIDA , y aún asi sigo diciendo, jamas me valoraran por mucho que consiga…