Primavera silenciosa

Publicado el 26 de octubre de 2007 en Libros por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 6 minutos y 58 segundos
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Una interesante reflexión que hace José Manuel Sánchez Ron (catedrático de Historia de la Ciencia en la UAM, miembro de la Real Academia Española y del que me estoy haciendo admirador incondicional) en la introducción de este libro es: ¿cuándo se convirtió el medio ambiente en un problema del que capas amplias de la sociedad fueran conscientes?

Según él, no existe con exactitud, pero si hubiera que poner una fecha sería la de la publicación de este libro, en 1962. Libro que, por otro lado, no pensaba comentar (como otros que leo pero que no tienen que ver directamente con la ciencia, sino con otros temas incluida la política … ¿queréis que los comente también?), pues está algo desfasado. No obstante, alguno de vosotros me ha dicho que le interesaba algún comentario sobre el mismo.

La industria química estadounidense intentó detener la publicación del libro presionando a la editorial y la verdad es que no me sorprende: tiene algunos párrafos demoledores. Los que intentaron impedir su publicación cuestionaron los datos que allí se revelaban y pusieron en duda hasta las credenciales científicas de la autora. Por suerte, no pudieron detener la publicación y el libro alcanzó una popularidad tal que obligó a que los EEUU formasen un Comité Asesor del Presidente para el empleo de pesticidas. Fue el pistoletazo de salida de lo que hoy conocemos como movimiento ecologista.

Su autora, Rachel Carson, hace una de las denuncias más poderosas de los efectos nocivos sobre la Naturaleza que tiene la utilización masiva de diferentes productos químicos como los pesticidas, el DDT http://es.wikipedia.org/wiki/DDT sobre todo. Decía que dichos insecticidas no sólo mataban los insectos malos, sino que tenían una repercusión fortísima en todas las cadenas implicadas. Es más, llama “biocidas” a los “insecticidas”.

Además, no entendía por qué era necesario utilizar estos productos con el riesgo que conllevaban. Mientras que el fin era mantener la producción agrícola, en realidad, uno de los problemas de la época era, precisamente, la superproducción. En 1962 se tuvo que pagar más de mil millones de dólares por costes del almacenaje del sobrante de alimentos.

El libro es realmente alarmante y deja un sabor de boca amargo, encendiendo la señal de alarma a cualquier amante de la Naturaleza:

Por primera vez en la historia del mundo todo ser humano está ahora sujeto al contacto con peligrosos productos químicos, desde su nacimiento hasta su muerte. (…) Se han hallado residuos de esos productos en la mayoría de los sistemas fluviales importantes e incluso en corrientes subterráneas que fluyen desconocidas a lo largo de la tierra (…) en el cuerpo de pescados, pájaros, reptiles y animales salvajes y domésticos, hasta el punto de que los hombres de ciencia que efectúan experimentos animales han encontrado casi imposible localizar a seres vivos libres de tal contaminación. Han sido hallados en peces de lagos situados en montañas remotas, en lombrices de tierra recogidas en sembrados, en huevos de pájaro … y en el propio hombre. Porque tales productos químicos están ahora almacenados en el cuerpo de la mayoría de los humanos, sin discriminación de edades. Se encuentran en la leche de las madres y probablemente en los tejidos de los niños por nacer.

Habla también de un producto llamado escradán que se llegó a detectar en el néctar y eso que se había pulverizado antes que brotarn las flores. Explica que el arsénico se infiltraba en el mantillo y tanto es así que en el tabaco producido en Norteamérica se incrementó el arsénico en un 300% entre los años 1932 y 1952. Posteriormente se había detectado hasta un crecimiento del 600%.

Los vendedores de estos productos afirmaban que era más barato pulverizar que segar las malas hierbas. Aparecían libros con costes versus beneficios, pero claro, en los costes se olvidaban de algunos detalles como advertir a los granjeros de que manejaban sustancias peligrosas. Uno que lo utilizaba regularmente en su huerto acababa con su ropa y piel empapadas. Un día cayó desmayado y en el hospital detectaron altas concentraciones de DDT en su cuerpo. Un grupo de científicos analizó comidas en diferentes restaurantes y establecimientos. Todas las comidas presentaban DDT. Esquimales que pasaban por los hospitales también se llevaban sus dosis de DDT en las comidas de los mismos. Hasta los médicos que tenían que tratar con los trabajadores de las fábricas de los insecticidas debían ponerse guantes. Explica casos de algunos enfermos por, simplemente, haber manipulado bolsas de los mismos.

Pero lo peor de todo eran las rociadas indiscriminadas. A ello hay que añadir que se pagaba a los aviones por cantidad de plaguicida rociado, con lo que rociaban más dosis de la prevista. En cierta ocasión, en una de ellas con DDT, una granjera pidió que no lo hicieran sobre su granja. Pero no fue así. 48 horas después se detectó DDT en la leche de sus vacas y dicha leche llegó al mercado.

En poblaciones turísticas, los bordes de los caminos se desfiguraban. Donde en otro tiempo abundaba el tomillo y las flores silvestres se había convertido en un revoltijo grisáceo y de aspecto moribundo. Esto repercutía en la pérdida de interés turístico y no estaba cuantificado en los costes que hacíamos referencia anteriormente.

La desaparición de los pájaros tiene que ver mucho con el título “Primavera silenciosa”. Una mujer de Alabama escribió:

Nuestra región ha sido un verdadero santuario para los pájaros durante medio siglo. El pasado julio todos nosotros observamos: “Hay más pájaros que nunca”. Después, de pronto, en la segunda semana de agosto, desparecieron todos. Yo estaba acostumbrada a levantarme temprano para cuidar a mi yegua favorita que había tenido siendo un potrillo. No se oía el más leve sonido de cantos de pájaros. Yo estaba sobrecogida, aterrada. ¿Qué es lo que está haciendo el hombre de nuestro perfecto y bello mundo? Por fin, cinco meses después, aparecieron un arrendajo y un reyezuelo.

En una población en la que se pulverizaron las tierras con DDT para acabar con una invasión de escarabajos se inició un proceso de fatales consecuencias. Los escarabajos medio muertos atrajeron a los pájaros insectívoros, la lluvia arrastró los componentes químicos que afectaron a las lombrices y contaminaron los charcos donde bebían diferentes aves. Ardillas, ratas almizcleras, conejos o zorras tigrillo fueron los siguientes en morir. Los pájaros que sobrevivieron quedaron estériles, ya que el DDT impide que la cáscara de los huevos se endurezca, con lo que se rompían antes de su ciclo natural. Los gatos desaparecieron. A medida que el DDT iba escalando niveles tróficos, aumentaba su concentración en tejidos animales.

Por si fuera poco los insectos que pretendía eliminarse en las rociadas se recuperaban rápidamente, mientras que el resto de los animales no. Teníamos, por tanto, otra vez insectos habiendo desaparecido sus enemigos naturales. ¿Solución? Rociar de nuevo.

Inglaterra tampoco se libraba. Cuando las rociadas masivas de DDT se hicieron allí hubo diluvios de informes alarmantes. Se quisiese o no, las semillas también habían sido pulverizadas y los pájaros se comían las semillas. La cosa se puso tan mal que la Cámara de los Comunes tuvo que efectuar una investigación interrogando a los granjeros. Las declaraciones eran sobrecogedoras:

Los palomos caen repentinamente del cielo, muertos (…) pueden ustedes recorrer cien o doscientas millas fuera de Londres sin ver un solo cernícalo (…) ha sido el mayor exterminio de la vida silvestre y de la caza que haya ocurrido en la región.

A todos los pájaros que habían muerto se les encontró restos de estos productos salvo a uno que era precisamente una agachadiza que no come semillas. Y con pájaros muertos así por esta causa, los plaguicidas pasaron a los zorros. En cinco meses murieron no menos de 1.300 por causa directa de dichos plaguicidas.

Los peces no se libraban ya que las rociadas también afectaban a las aguas. Ríos que en otra época habían estado llenos de salmones y truchas cambiaron radicalmente. Aparte de retirar toneladas de peces muertos, de los huevos de salmón de la siguiente generación, sólo pudo sobrevivir uno de cada seis.

Hace alguna reflexión como ¿Quién ha decidido – o quién tiene derecho a decidir – en nombre de legiones sin recuento de personas que no han sido consultadas, que el supremo valor corresponde a un mundo sin insectos, aunque tenga que ser un mundo estéril, privado de la gracia de unas alas en vuelo? Para Rachel Carson, es la decisión de un autoritarismo revestido de poder y una decisión tomada en un momento de distracción de millones de individuos que aman la Naturaleza por encima de todo.

Una de las críticas que recibió el libro fue: “Silencio, señora Carson”. Y silencio es el arma que usaron y todavía usan los fabricantes de insecticidas al atenerse a las leyes sobre secretos comerciales para que el público no pueda acceder a la composición de sus productos. Silencio es también la opción que escogen los gobiernos al autorizar las engañosas campañas publicitarias de las grandes industrias químicas y permitir que el volumen de plaguicidas a nivel mundial continúe aumentando. Silencio es el instrumento para enviar aún partidas de DDT a zonas remotas de países en vías de desarrollo.

Es muy recomendable para quienes quieran conocer detalles sobre los daños del uso masivo del DDT y otras sustancias de la época y de cómo se utilizaron. Aunque tenga unas 220 páginas, también tiene la letra muy pequeña y al final, si no se es muy especialista o apasionado del tema, puede hacerse algo largo.

Portada del libro

Título: “Primavera silenciosa”
Autora: Rachel Carson

Otras opiniones del libro:
http://www.revistafuturos.info/resenas/resena17/primavera_s.htm
http://www.terra.org/articulos/art00398.html
http://blocs.mesvilaweb.cat/node/view/id/37738 (en catalán)



Hay 15 comentarios a 'Primavera silenciosa'

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  1. #1.- Enviado por: Macluskey

    El día 26 de octubre de 2007 a las 12:30

    Gran post, Omalaled. Enhorabuena.

    En cuanto a tu pregunta de si queremos que comentes libros sobre política y esas cosas, mi opinión personal es que en este blog, no.
    Se disfruta aquí de una paz y una calma, un respeto entre los comentantes, un amor por la discusión seria, sin descalificaciones personales que, desgraciadamente, no se ve en casi ningún sitio, ni en casi ningún medio de comunicación (parecen más una mezcla entre “El Caso” y una reunión de verduleras, dicho con el máximo respeto tanto para los editores del prestigiosos periódico de sucesos como para el sufrido ramo de vendedoras de frutas y verduras).

    Y si mezclamos “cualquier cosa” que huela a discusión política, se acabó la paz y la tranquilidad, unos llamarán a su primo, otros invocarán a la verdaz, o a la fratenitat o la independentzia, y ya la tenemos.

    Pero es mi opinión, ¿eh?
    Salud, mientras dure

  2. #2.- Enviado por: omalaled

    El día 26 de octubre de 2007 a las 12:47

    Creo, Macluskey, que tienes toda la razón. Sería un error.

    Salud!

  3. #3.- Enviado por: Nelor

    El día 26 de octubre de 2007 a las 13:54

    ¡Fantástico artículo Omalaled!
    Ahora tendré que comprar y leer el libro. ;-)
    Quiero aportar un comentario sobre el DDT y otros compuestos químicos parecidos de la familia de los organoclorados. El gran peligro que entrañan es que son solubles en grasas y tardan mucho en degradarse (varias décadas), por lo que son bioacumulables. Vamos que un poquito no nos hace nada, pero lo acumulamos en las grasas sin degradarlo o expulsarlo, con lo que muchos poquitos hacen un muchito (perdón por el lamentable juego de palabras), y eso sí que hace daño.
    Si pones en la Wikipedia DDT, sale un artículo que me ha sorprendido en 3 aspectos.
    Primero, que lo mencionen como un “compuesto organoclorado principal de los insecticidas”, cuando apenas quedan insecticidas que lleven DDT, ya que está prohibido en la mayoría de los países.
    Segundo, que mencione que no se ha comprobado su efecto carcinógeno en humanos (es cierto), pero en cambio omita sus desastrosos efectos (estos sí que están comprobados) como causa principal de esterilidad en humanos y malformaciones en fetos.
    Y lo que más me ha sorprendido es la siguiente frase: “El 15 de setiembre de 2006 la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el insecticida volverá a ser parte de su programa para erradicar la malaria fumigando el interior de residencias y matar así a los mosquitos que transmiten la malaria.”
    ¿La OMS recomendando DDT cuando existen insecticidas químicos de menor toxicidad e insecticidas biológicos para matar mosquitos de manera eficaz? Me he quedado de piedra. Ademas, se sabe que los mosquitos, como casi cualquier plaga de insectos, tienen una muy alta capacidad para generar resistencias a los insecticidas a lo largo de unas pocas generaciones, por lo que, si no se gestiona bien, se habrá expuesto a los habitantes de las zonas afectadas al DDT y no se habrá solucionado el problema de la Malaria.
    Son más de 50 años luchando contra las plagas. Sabemos de sobra que es muy difícil erradicarlas, pero en cambio sí que es viable mantenerlas controladas con unos indices de incidencia bajos.
    Yo por mi parte daría más dinero a la investigación de una vacuna eficaz contra la malaria mientras se intenta controlar a los mosquitos con productos menos dañinos. Aunque, claro estos productos que digo yo son mucho más caros que el DDT. Con el dinero nos topamos.

  4. #4.- Enviado por: Nelor

    El día 26 de octubre de 2007 a las 14:02

    Se me olvidaba, en cuanto a lo de los libros de política opino como Macluskey. Este blog es demasiado bonito como para contaminarlo con discusiones políticas e ideológicas.
    Saludos!

  5. #5.- Enviado por: Mormakil

    El día 26 de octubre de 2007 a las 14:26

    Este libro es considerado por muchos como el origen del ¿movimiento? que culminó con la prohibición del uso del DDT a principios de los 70, lo que provocó que zonas como por ejemplo Sri Lanka, que había sido declarada “zona libre de malaria” gracias al uso responsable del DDT, volviese a sufrirla de forma endémica, y que a día de hoy los muertos en el mundo por causa de la malaria se midan por millones.

    El problema del uso del DDT vino, sobre todo, de su uso indiscriminado para fumigar cosechas, lo que unido a la alta persistencia del producto, hizo que no sólo pasase a la cadéna trófica, si no que se acumulase, incrementando sus efectos.

    Lo que se quiere hacer ahora es usarlo de nuevo en los programas de rociado (en una concentración adecuada) de muros, paredes y techos.

    Un par de enlaces donde lo explican mejor que yo.

    http://www.who.int/malaria/docs/FAQonDDT.pdf

    http://www.who.int/malaria/docs/IRS/DDT/DDTposition.pdf

  6. #6.- Enviado por: Delirium

    El día 26 de octubre de 2007 a las 16:39

    A mí también me gusta bastante la divulgación que realiza Sánchez Ron y su forma de tratar la ciencia como algo completamente ligado a la sociedad que la envuelve (lo que incluye, inevitablemente, a la política).

    Por supuesto, puedes hacer lo que quieras con tu blog, pero escatimar los temas políticos que convergen con la ciencia termina por presentar ésta como algo desligado del mundo (social) en el que vivimos. Por otro lado me apena que los voceríos que escapan del Parlamento y de la clase política actual nos impidan realizar un debate serio y razonado entre amigos, aquí y en cualquier lado.

    De veras me produce lástima porque no dejo de pensar si no será eso lo que pretenden con tanto exabrupto y tontería: que los ciudadanos tengamos miedo a discutir, a intervenir en política, a expresar lo que pensamos y nos parece importante. No sería buena idea darles ese gusto.

    Todos sabemos lo importante que es la ciencia para el desarrollo de una sociedad. Todos sabemos que, desde intereses políticos, se ha tratado de encauzar ésta, a veces con fines militares, propagandísticos o religiosos, a veces para el beneficio de una población hambrienta. Eso también es Historia de la Ciencia.

    Soy consciente que hablar de política en Internet requiere un ejercicio demasiado grande de moderación (moderación en todos los sentidos). A mi también me gusta llegar aquí y no encontrar proclamas de ningún tipo. Pero no sería una buena idea dejar de interesarse por la política. Si no es aquí, que sea en otro lado.

    Porque, como decía Joan Fuster: la política, o la haces o te la hacen.
    Y porque la política es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos.

    Sólo quería expresar este punto de vista discordante. Un saludo a todos.

  7. #7.- Enviado por: omalaled

    El día 27 de octubre de 2007 a las 12:07

    Mormakil: muchas gracias por la información y por los enlaces.

    Voy a hacer caso de lo que dice tanto Macluskey como Nelor. Aunque he de reconocer que me sabe mal, no porque quiera hablar aquí de política, sino porque representa un riesgo comentar un libro sobre política, dando la razón en este aspecto a lo que afirma Delirium. Es una lástima, amigos, pero así es como hoy día está el patio. Tendremos que esperar un tiempo para ver si todos maduramos un poco y podemos charlar de más y más cosas.

    Y es una lástima: es un libro fantástico :-)

    Salud!

  8. #8.- Enviado por: DDT

    El día 27 de octubre de 2007 a las 21:22

    Respecto al caso del DDT: es cierto que su uso puede ser pernicioso, sobre todo si se abusa de él. Sin embargo, hay que mencionar que en algunos países asiáticos su uso significó evitar muchas, pero que muchas muertes debidas a la malaria. Eso sin mencionar a los que enfermaban y no morían. La posterior prohibición del DDT, en la que seguramente influyó el libro de Carson, hizo que volviera a aumentar el número de muertos y enfermos.

  9. #9.- Enviado por: panta

    El día 28 de octubre de 2007 a las 17:45

    Estoy de acuerdo con anteriores comentarios, no convendría que ampliases los comentarios a temas de política aquí, aunque si lo haces en otro lado, te pediría que dejases una referencia para tus fieles lectores;).
    Saludos.

  10. #10.- Enviado por: Jones, Francisco

    El día 30 de octubre de 2007 a las 09:39

    Pues ya hace muchos años que estoy esperando el segundo libro de “La Historia de la física cuántica”… pero parece que el Sr. Sánchez Ron tiene libros más rentables que escribir…

  11. #11.- Enviado por: Fer

    El día 30 de octubre de 2007 a las 13:36

    Hola a todos:
    Muy interesante la entrada sobre este libro.
    Pero hay que tener en cuenta que se escribió hace más de cuarenta años. Me extraña que no se hayan inventado insecticidas, químicos o biológicos, que resulten tan beneficiosos como el DDT para la erradicación de la malaria sin presentar su elevada toxicidad y persistencia en la cadena trófica. Tampoco creo que la única y efectiva solución a la malaria sea fumigar con DDT y seguro que la mejora en las condiciones de salubridad de las zonas afectadas es también necesario. No se porque empeñarse en el empleo de un veneno obsoleto probadamente dañino para todo lo vivo. Imagino que si hubiese malaria en los paises ricos ya se habría desarrollado una solución moderna para este antiguo problema.
    Un saludo.

  12. #12.- Enviado por: omalaled

    El día 31 de octubre de 2007 a las 00:50

    Estoy de acuerdo con Fer en lo del DDT. No obstante, Fer dice Nelor por allá arriba que hoy día existen pesticidas mucho mejores y más baratos. No es que defienda el DDT, pero sí un estudio serio en los benficios versus daños de cualquier producto.

    Jones, Francisco: Jose Manuel tiene un montón de libros; pero un montón. Se lo perdonaremos, ¿verdad? :-)

    panta: te lo haré saber :-)

    Salud!

  13. #13.- Enviado por: Miski

    El día 31 de octubre de 2007 a las 14:42

    A ver…lo de la malaria ya se habría resuelto si afectara a Europa y a EEUU, y sin usar insecticidas…las multinacionales farmaceuticas no se vuelcan en la solución porque se les acabaría una importante fuente de ingresos puesto que ellas mismas son las que producen los biocidas y sus principales clientes son los paísen del tercer mundo; a pesar de todo ya se han probado varias vacunas. Otra cosa, por definición, ningún biocida es inocuo…además son persistentes y se busca que sean así; los biocidas matan porque se asemejan a biomoléculas presentes en los organismos, interfiriendo en las reacciones normales y en las rutas metabólicas…al mismo tiempo presentan diferencias químicas, estructurales, etc, que hacen que no sean metabolizados por los organismos contra los que van dirigidos y esto hace que persistan en el organismo y que sus efectos sean aún más potentes. Pero si, por ejemplo, un insecto no puede metabolizar un biocida con el que ha sido atacado, tampoco pueden hacerlo las bacterias y microorganismos descomponedores que hay en el suelo…todos los seres vivos compartimos numerosos genes que han conservado secuencias parecidas y funciones parecidas de manera que muchas funciones metabólicas son comunes en todos ellos: cuando se fumiga, se ataca al insecto y a todo lo que hay en la tierra ya que estas moléculas presentes en la superficie y en el cuerpo del insecto muerto no van a poder ser descompuestas y se van a acumular en la cadena trófica, en el agua, etc, etc, etc…
    Por otra parte, en España sigue habiendo una fábrica en Aragón que produce DDT como precursor de otro pesticida llamado Difocol: la planta de Montecinca, en Monzón, tiene permiso de vertido al río Cinca, con lo que la contaminación por DDT y DDE es constante…las concentraciones de DDE (producto de la degradación del DDT) en los peces del río Cinca, aguas abajo de la fábrica, son hasta 10.000 veces superiores a las encontradas en los muestreos de otros ríos.

  14. #14.- Enviado por: omalaled

    El día 31 de octubre de 2007 a las 18:08

    Miski: interesantísimo tu comentario. Gracias.

    Salud!

  15. #15.- Enviado por: Consumidor irritado

    El día 1 de noviembre de 2007 a las 15:43

    Ultimamente no he podido pasar por aqui y como siempre en cuanto leo las entradas “se acumula el trabajo” quiero leer mas cosas, saber mas, seguir investigando….por ello ¡gracias!

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