La Misión Alsos

Publicado el 17 de mayo de 2007 en Historias de la ciencia por omalaled
Tiempo aproximado de lectura: 5 minutos y 24 segundos
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Para intentar saber el estado del armamento atómico alemán en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial se creó en otoño de 1943 un comando de inteligencia militar cuyo nombre en clave era Misión Alsos como un grupo que formaba parte del proyecto Manhattan.

Los componentes de dicha misión poco debían tener de espías, ya que en su uniforme llevaban la letra alfa atravesada por un rayo rojo que simbolizaba la energía nuclear, así que eran fácilmente identificables. Al mando de esta misión pusieron al coronel Boris Pash. Fueron tan escasos los descubrimientos que tuvo en su primera misión en la Universidad de Nápoles que le dijeron que para su próxima empresa le pondrían un agregado científico.

Escogieron a Samuel Goudsmit, un conocido físico experimental holandés apasionado por el estudio de los modernos métodos de investigación criminal. Pudo ver su ficha por error, donde descubrió las ventajas para la empresa: no había trabajado en el Proyecto Manhattan, por tanto si caía en manos enemigas no podía decir nada; hablaba perfectamente el inglés y el alemán; había trabajado con Paul Ehrenfest y con Niels Bohr y ya había hecho entonces el descubrimiento del spin electrónico, junto a George Uhlenbeck. Aun así, siempre dijo de sí mismo que “no era un físico muy bueno”.

Si eso no es ser un buen físico estamos arreglados. Por otro lado, era un hombre alegre, simpático y aparte de tener pasión por la criminología era un excelente egiptólogo, coleccionador de escarabajos y excelente narrador. Pero, sobre todo, era sencillo y bondadoso y sus discípulos lo veneraban.

Decían que por las venas de los físicos pasa corriente de alta tensión pero por las de Sam pasaba simplemente sangre. A un físico nuclear que quería presenciar la prueba de una bomba atómica le dijo: Si usted se empeña en ver un espectáculo, vaya mejor al teatro. Esto quizás sea más provechoso para su trabajo. A Pauli se le ocurrió el principio de exclusión durante la representación de un musical en Copenhague.

Pues bien, tuvo un problema de conciencia. Dos físicos holandeses habían huido a Inglaterra durante la guerra y habían prestado servicio al gobierno holandés durante el mismo. Sin embargo, Goudsmit encontró actas alemanas en las que se decía que estos dos físicos habían trabajado para los armamentos de guerra alemanes a fin de poder sostener con vida a sus familias. ¿Debía, podía él, honradamente, dar informes sobre una falta política de ese calibre de dos hombres que podía considerar como patriotas? No lo hizo.

El 15 de noviembre de 1944 la ciudad de Estrasburgo capituló ante el general Patton. El coronel Pash estuvo entre las primeras tropas que entraron en la ciudad y su sección ocupó el Instituto Físico de la Universidad. En él encontraron numerosos documentos gracias a los cuales apresaron a cuatro físicos alemanes.

Según explicaba, se sintió cohibido. A fin de cuentas esos hombres, a los que habían encarcelado, no dejaban de ser colegas suyos. ¿Merecen unos científicos estar encarcelados? ¿Es esto normal en tiempos de guerra? Se dio a conocer como físico ante ellos. Aun así, no quisieron decir nada sobre sus investigaciones.

Ahí, más que nunca, se dio cuenta de lo distintas y opuestas que son las leyes que regulan la vida científica y las que regulan la guerra. De un lado, la franqueza y la amistad internacional; por otro lado, el secreto y la violencia. Los trató con todo respeto.

Quizás la parte más conocida de la misión Alsos fue la Operación Epsilon. Fueron por media Europa capturando a los diez científicos más relevantes de Alemania para llevarlos y retenerlos en secreto en el Farm Hall, una casa de campo cerca de Cambridge. Entre los capturados había dos Premios Nobel: Werner Heisenberg (que se les había escapado en una ocasión con una bicicleta) y Otto Hahn. Los otros ocho eran Walther Gerlach, Erich Bagge, Kurt Diebner, Paul Harteck, Horst Korschning, Carl Friedrich von Weizsäcker y Karl Wirtz.

Sin embargo, siempre había sostenido que el único físico alemán capaz de hacer una bomba atómica era Heisenberg. Cuando le hablaban de otros físicos siempre contestaba: Puede ser que un pintor de paredes imagine y hasta se convenza un día que se ha convertido en un genio militar o que puede vestir uniforme diplomático un representante de champañas; pero esos tipos raros jamás podrían haber adquirido con suficiente rapidez los conocimientos científicos para construir una bomba atómica.

Aquí Goudsmit se equivocó pues, realmente, había proyectos paralelos en Alemania que estaban más adelantados de lo que él pensaba.

Hay otra divertida anécdota de la misión Alsos de las que crea afición. Una broma en tiempos de guerra puede ser interpretada como algo serio por los que la reciben y la cosa se puede liar hasta extremos insospechados.

Hubo un tiempo durante la Segunda Guerra Mundial en que llegó realmente a pensarse que los alemanes estaban muy adelantados en el desarrollo de la bomba atómica. Goebbels había amenazado con un arma mágica y Fermi ya había logrado hacer en EEUU la primera reacción nuclear en cadena. Las sospechas eran razonables.

Pues bien, cuando los ejércitos aliados estaban en las puertas de Estrasburgo, oyeron de los alsacianos que en su Universidad existían varios laboratorios alemanes que trabajaban en la investigación atómica. Como el ataque militar no acababa de entrar en dicha ciudad, la Misión Alsos se puso en acción.

En medio de un intenso tiroteo el capitán Robert Blake cruzó hasta el medio del Rin para llenar unos bidones con su agua. Pensaban que si los alemanes poseían un reactor atómico, seguramente, lo tendrían que enfriar con agua de ese río. En caso que así fuera un análisis detectaría trazas de radiactividad en la misma y de ahí la importancia de recoger muestras.

Una vez recogidas dichas muestras, el comandante encargado de enviarlas tuvo la idea de adjuntar una botella de exquisito vino tinto del Rosellón como muestra totalmente extraoficial. En la etiqueta puso: “Examinad también esto, la radiactividad de esta sustancia”.

Aquella misma noche llegó un cablegrama cifrado del despacho del general Grooves. Después de descifrarlo decía: “Agua negativa. Vino muestra actividad. Enviad más. Urgente!”. En París se rieron un rato pensando: “Por lo visto, les ha gustado mucho”.

Pero al poco tiempo empezó a llegar un telegrama tras otro. “¿Quién escamoteaba las botellas de vino?” y lo preguntaban muy en serio. Por lo visto, en Washington no habían entendido la broma y no habían bebido el vino sino que lo habían vertido en tubos de ensayo mezclándolo con productos químicos creyendo detectar trazas de radiactividad. ¿No sería posible que hubiera un laboratorio alemán en las cercanías de la viña?

Los intentos de explicarles que había sido una simple broma no dieron resultado. La gente del Pentágono insistió en comprobarlo así que Goudsmit tuvo que enviar a dos hombres al Rosellón. Antes de partir les advirtió: “Haced vuestro trabajo todo lo bien que sepáis. No seáis avaros. Y sobre todo, traednos una botella más de cada clase para … nuestras actas!”.

Por si se hubiera complicado poco la cosa, los viñadores franceses creyeron que esos dos hombres eran los primeros representantes de casas de exportación americanas. Así que donde fuera que pidieran el gran Rosellón eran muy bien recibidos. Pasaron diez días realmente divertidos.

Con varios cestos cargados de vino tinto, uvas y muestras de tierra volvieron a París.

Misión cumplida.

Fuente:
“Más brillante que mil soles”, Robert Jungk
http://www.nndb.com/people/200/000099900/
http://ticat.ua.es/curie/curiedigital/2001/carlos-becerra1.htm
http://www.mundomisterioso.com/article.php?sid=499
http://axxon.com.ar/zap/276/c-Zapping0276.htm



Hay 33 comentarios a 'La Misión Alsos'

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  1. #1.- Enviado por: hell

    El día 17 de mayo de 2007 a las 09:11

    Una historia muy buena, como siempre.

    La verdad es que aunque haya pasado algún tiempo desde las historias que cuentas cualquiera puede sentirse identificado con ellas. ¿Quién no aprovecharía unas botellitas de vino despues de varios meses destinado en otro país?

    Un saludo.

  2. #2.- Enviado por: Andony

    El día 17 de mayo de 2007 a las 12:52

    Totalmente de acuerdo con hell, hay que ver el revuelo que se armó por tener “un detalle”, menos mal que no les dió por añadir un poco de paté :P

  3. #3.- Enviado por: Lyd

    El día 17 de mayo de 2007 a las 13:20

    Hay que ver, si es que en el Pentágono no tienen ningún sentido del humor… Qué paranoicos xD

  4. #4.- Enviado por: Macluskey

    El día 17 de mayo de 2007 a las 18:49

    Es normal que en el Pentágono de la época (en plena guerra) no tuvieran el más mínimo sentido del humor, como no lo tendría ninguno de los altos mandos de cualquier nación involucrada en la WW2.

    Entiendo muy bien a los científicos que abominaron del descubrimiento de la bomba atómica, mejor dicho, de su uso. Pero es un tema terriblemente difícil, y más 62 años después.

    Hay que ponerse en la mentalidad de los altos mandos del verano de 1945: Una guerra brutal que ha costado ya muchos millones de muertos (de dinero, ya ni hablo), ya ganada (todo el mundo sabía que estaba ganada), pero que había que terminar de ganar. Para ello, había que invadir Japón, que no pensaba rendirse. Y esta invasión hubiera costado bastantes millones de vidas (japonesas, sobre todo, pero también aliadas). En el código de honor de los japoneses no entraba la palabra “rendición”, preferían morir antes, y si era matando, mejor. Todo esto se vió en Okinawa.
    Okinawa, sin ser específicamente parte del archipiélago japonés, era una isla japonesa desde hacía muchos años. Para completar la invasión de Okinawa, se produjo la mayor batalla anfibia de la WW2, con unos datos escalofriantes: al menos 160.000 civiles muertos; 66.000 combatientes japoneses muertos, 72.000 bajas aliadas (de ellos, más de 15.000 muertos o desaparecidos), la isla arrasada… ¡Y todavía no estaban en Japón-Japón!
    Alternativa 1: Invadir a hierro y fuego hasta controlar todas las islas japonesas.
    Alternativa 2: Lanzar Little Boy y Fat Man.

    Duro de decidir, eh??
    Saludos

  5. #5.- Enviado por: omalaled

    El día 18 de mayo de 2007 a las 01:58

    No lo sé. No conozco profundamente los detalles de la Segunda Guerra Mundial; pero con Alemania derrotada y Hitler fuera de circulación, Japón estaba sólo. No creo que fuera una gran potencia destructora. La pregunta es: ¿para qué invadirlos?

    Los científicos decían que en ligar de tirar la bomba directamente sobre la población había que hacerles una demostración antes y que evaluaran; pero los militares americanos ya tenían decidido que si se fabricaba se lanzaba.

    Es más, hay quien afirma que fue por un tema burocrático: la habían hecho, ¿verdad? pues a utilizarla.

    Aun así, aquí no piso mi terreno y puedo estar totalmente equivocado. Creo que, en el fondo, nunca lo sabremos.

    Salud!

  6. #6.- Enviado por: Macluskey

    El día 18 de mayo de 2007 a las 10:06

    Efectivamente, Omalaled, todo lo que dices es cierto.

    1) Después del porrón de dólares gastados en su fabricación, había que demostrar su “utilidad”: al Presidente, a la Industria, al pueblo americano, y, sobre todo, al mundo entero. El mensaje fue alto y claro: ¡Atención! ¡El nuevo amo ha llegado!.

    2) Después de haber arrasado Alemania (e Italia, Austria, etc), no era plausible de pronto decir: Bueno, con los japoneses vamos a ser buenos y les vamos a dejar en paz. Eso hubiera costado las elecciones, y, por lo tanto, no se considera.
    El pueblo americano, además, no lo hubiera entendido: ¡Millones de bajas, y para qué!!?

    3) ¿Una demostración? En primer lugar, sólo tenían dos bombas, y costaría meses fabricar más. No iban a gastar una en una “demostración”. ¿Y si no se lo creían? De hecho, eso hicieron en Hiroshima: una “demostración”. Sólo que las dificultades de llegar allí, lo imponente, e increíble, del resultado y el miedo de los altos oficiales japoneses de decir la verdad al Emperador Hiro-Hito, hicieron esta primera “demo” no tan “eficaz”, lo que “obligó” a realizar la segunda en Nagasaki.

    4) Claro que la mayoría de científicos deseaban ver si de verdad la cosa funcionaba… Sólo DESPUÉS de ver lo que pasó realmente (y de acabar la guerra) vinieron los arrepentimientos (a los que les vinieron, claro).

    Muy, muy difícil cuestión, Omalaled, tienes toda la razón. Rezo porque nadie tenga que tomar en el futuro una decisión semejante…

    Saludos!

  7. #7.- Enviado por: proximo

    El día 18 de mayo de 2007 a las 13:14

    La anécdota de los últimos párrafos me recuerda a algunas de “¿Está usted de broma sr. Feynmann?”

  8. #8.- Enviado por: j.martín

    El día 18 de mayo de 2007 a las 13:35

    Gran historia. La verdad es que la Segunda Guerra mundial no deja de ofrecer páginas y páginas de anécdotas.

    ¿Sabremos algún día toda la verdad del mayor conflicto que el ser humano a promovido?

    http://www.periodismouniversia.blogspot.com

  9. #9.- Enviado por: alvarhillo

    El día 18 de mayo de 2007 a las 14:58

    Me imagino que los dos enviados al Rosellón pasarían diez dias como para hacer una película tipo “el ingles que subió a una colina”. Agasajados por todo lo alto y medio piripis todo el día.
    Saludos

  10. #10.- Enviado por: Lyd

    El día 19 de mayo de 2007 a las 00:01

    Pues haría falta más sentido del humor en el mundo. Me vais a decir que es una utopía irrealizable, que el ideal de John Lennon es imposible y que las armas son necesarias. Lo que se extrae de lo que dice Macluskey es que lanzar las bombas era la opción menos mala que tenían (aparte de querer demostrar que los estadounidenses son los más machotes del mundo). Pero, ¿y qué tal una tercera alternativa? ¿O es que la única forma de arreglar las cosas es a sangre y fuego?

    Como dice Omalaled, éste no es mi terreno, y además probablemente la historia fuera mucho más complicada, con miles de causas encadenadas y circunstancias que llevaron al momento de pulsar ese botón a bordo del Enola Gay. Pero sigo sin ser capaz de entender ninguno de los argumentos que supuestamente “justifican” la masacre (esa en particular o cualquier otra, que por desgracia hay donde elegir).

    Supongo que debería cambiar la mentalidad de toda la humanidad al mismo tiempo para que John Lennon pudiera descansar en paz. Yo en particular lo tengo muy claro. A los de mi especialidad nos hacen estudiar Misiles, y es una asignatura que aún no he aprobado y no sé si aprobaré (me pongo enferma cada vez que intento estudiarla). Como no nos dejan hacer objeción de conciencia no me quedará otra que pasar por el aro, pero mejor si puedo hacerlo con un 5,0.

    Imagine…

  11. #11.- Enviado por: Lyd

    El día 19 de mayo de 2007 a las 00:03

    Pues haría falta más sentido del humor en el mundo. Me vais a decir que es una utopía irrealizable, que el ideal de John Lennon es imposible y que las armas son necesarias. Lo que se extrae de lo que dice Macluskey es que lanzar las bombas era la opción menos mala que tenían (aparte de querer demostrar que los estadounidenses son los más machotes del mundo). Pero, ¿y qué tal una tercera alternativa? ¿O es que la única forma de arreglar las cosas es a sangre y fuego?

    Como dice Omalaled, éste no es mi terreno, y además probablemente la historia fuera mucho más complicada, con miles de causas encadenadas y circunstancias que llevaron al momento de pulsar ese botón a bordo del Enola Gay. Pero sigo sin ser capaz de entender ninguno de los argumentos que supuestamente “justifican” la masacre (esa en particular o cualquier otra, que por desgracia hay donde elegir).

    Supongo que debería cambiar la mentalidad de toda la humanidad al mismo tiempo para que John Lennon pudiera descansar en paz. Yo en particular lo tengo muy claro. A los de mi especialidad nos hacen estudiar Misiles, y es una asignatura que aún no he aprobado y no sé si aprobaré (me pongo enferma cada vez que intento estudiarla). Como no nos dejan hacer objeción de conciencia no me quedará otra que pasar por el aro, pero mejor si puedo hacerlo con un 5,0.

    Imagine…

  12. #12.- Enviado por: Akiv

    El día 19 de mayo de 2007 a las 02:32

    Por dar algunos datos más sobre lo dicho por Macluskey y Omalaled. Cada vez parece más claro que la rendición de Japón estaba conseguida bastante antes de los lanzamientos de las bombas. Las negociaciones estaban muy avanzadas y el principal escollo para rematarlas era que los americanos pedían que el emperador abdicara o cuando menos reconociera públicamente su caracter humano y no divino. De cualquier manera la rendición era cosa de días. Lo que ocurrió era que había demasiadas ganas por parte de los militares de usarla y, como apuntaba Macluskey, enviar un mensaje alto y claro al mundo en general pero a Rusia en particular pues ya en la conferencia de Yalta, USA y Rusia hicieron algo más que mirarse de reojo. Cuenta la leyenda negra de Truman que pudo firmar la rendición japonesa pero prefirió, por motivos puramente políticos y no militares, firmar el lanzamiento de las bombas. La prueba es que finalmente USA aceptó la figura del emperador sin más problemas.
    Interesantes artículos como siempre.

  13. #13.- Enviado por: omalaled

    El día 19 de mayo de 2007 a las 09:56

    Macluskey: lo curioso es que quien toma estas decisiones … no le tiempla el pulso … y duermen de un tirón.

    proximo: no, no me suena de ese libro, aunque mi memoria es muy limitada. Feynman cuenta otras de la bomba y del proyecto Manhattan, pero nunca leí (o creo recordar que no leí) nada de la misión Alsos.

    j.martin: no sé si lo sabremos. Creo que todavía hoy existen documentos que no están a la luz pública. Si no recuerdo mal, el follón de la muerte de Turing todavía no está claro si fue suicidio o asesinato. Los archivos no se podrán ver hasta el 2040 (si no recuerdo mal).

    alvarhillo: yo ya me los imagino …

    Lyd: en la parte que hablas de la asignatura de misiles, no estoy de acuerdo contigo. La ciencia y la técnica es una cosa y el uso que se haga de ellas es otra. Imagina que tienes que diseñar un misil para destruir un meteorito que viene derecho a la Tierra, o destruir totalmente una zona con un virus letal que acabaría con la especie humana. Piensa que hasta las series matemáticas que usan los misiles las has estudiado y en ellos se utilizan las que convergen más rápidamente. ¿Vas a dejar de utilizar por ello de estudiar las series de Taylor? Por otro lado, para sabotear algo debes saber, antes, muy bien cómo funciona ;)

    Akiv: muy buena. Yo sabía que Japón iba a rendirse pero que EEUU quería la rendición incondicional; pero no sabía que Rusia era otro motivo por medio.

    Grandes aportaciones de todos.

    Salud!

  14. #14.- Enviado por: Consumidor irritado

    El día 19 de mayo de 2007 a las 11:38

    Del proyecto Argos algo habia oido, pero de la radiactividad del vino ¡no! Una magnifica historia.

  15. #15.- Enviado por: Lyd

    El día 19 de mayo de 2007 a las 15:56

    Ya, ya… si son los argumentos de siempre (y los que me repito cada vez que tengo que ponerme a estudiar misiles; especialmente eso del sabotaje xD ), pero es que soy incapaz de sustraerme a que un misil sirve para lo que sirve. Y cuando te pones a estudiar sistemas de guiado y detección, es verdad que algunos servirían para destruir un meteorito… pero la gran mayoría sirven para derribar aviones y bases enemigas. Los misiles están diseñados específicamente para matar y destruir, por mucho que intentemos disfrazarlos de otra cosa o les encontremos una utilidad marginal (no tendría nada en contra de los misiles si sólo se hubieran diseñado con la idea de destruir meteoritos).

    Igual que la bomba atómica. Puede que los que descubrieron las reacciones nucleares en cadena pensaran: “estupendo, fíjate qué buena forma de conseguir energía para todo el mundo”. La tragedia es que los que tenían el dinero pensaron inmediatamente: “con esto podemos cargarnos en un pispás a un montón de gente”.

    Y llegamos a la pregunta de siempre: ¿hasta qué punto es un científico o un ingeniero responsable del uso que se haga de sus inventos? Si diseñas una bomba y la utilizan para destruir una ciudad, ¿no serías en parte responsable de las consecuencias? ¿o es que somos responsables de las consecuencias únicamente cuando los efectos son positivos y hay un final feliz?

    Lo siento, Omalaled, me mantengo en mis trece… Las series de Taylor, los motores cohete, los sensores infrarrojos, las ecuaciones diferenciales y el principio de Bernoulli son herramientas muy útiles y que han beneficiado mucho a la humanidad, no te lo discuto. El problema viene cuando se utilizan todas juntas para fabricar un arma. El problema es el arma en sí, y el objetivo que se tiene en mente cuando se diseña y se fabrica.

    Saludos!

  16. #16.- Enviado por: omalaled

    El día 19 de mayo de 2007 a las 22:34

    Gracias, Consumidor. Si al final eso que dicen que el vino es malo acabaremos teniéndolo que creer de verdad …

    Lyd: ufff, eso es el planteamiento de un debate largo y tendido. ¿Tienen culpa los científicos de las consecuencias de sus investigaciones? Yo creo que, a priori, no. Cuando el hombre averiguó que con un palo mataba más personas que con sus propias manos, adoptó el palo como arma arrojadiza. Claro que quien se dio cuenta podía ser un mono investigador :-)

    Si a ti te dijeran que o bien calculas misiles o bien te quedas sin trabajo y sin carrera profesional, ¿qué harías?. Otra cosa es que te dijeran “apreta este botón y morirán muchos miles de personas”. Ahí, te negarías en redondo. ¿Por qué esa diferencia? Pues porque no te consideras ni relacionas cuatro garabatos en un papel con miles de muertes.

    Los científicos que hicieron la bomba atómica realmente pensaban (y así se lo hicieron creer) que los alemanes estaban muy apunto de producir una. Para ellos estaba totalmente justificado su trabajo. Yo creo que no veían que lo que hacían era “para matar”. Muchos de ellos que vieron las nefastas consecuencias fueron los primeros en advertir de sus peligros. ¿Qué me dices de los militares que estaban detrás “apretándoles”? ¿Y de sus dirigentes políticos? ¿No son más culpables?

    Fíjate si ni se dieron cuenta que después de Hiroshima y Nagasaki muchos de ellos continuaron investigando en esa vía. El propio Feynman decía que estuvo mal seguir no por seguir investigando, sino porque en aquel momento no se planteó la razón de por qué se seguía, y que siempre debemos plantearnos la última razón de por qué hacemos algo.

    Pero no, yo pienso que el papel del científico es investigar sea lo que sea e incluso ver la posibilidad de algo malo y gordo y advertirlo. Hay otras personas que son las responsables de que esos descubrimientos vayan por buen camino.

    Pero insisto: es un debate muy largo.

    Salud!

  17. #17.- Enviado por: Lyd

    El día 20 de mayo de 2007 a las 01:57

    Bueno, hay algunas cosas en las que coincido contigo. El papel del científico es investigar. Por ejemplo, no responsabilizaría a Madame Curie de las muertes de la bomba atómica. Pero no puedo decir lo mismo de Oppenheimer (y, por supuesto, Truman tiene su buena parte de responsabilidad en el asunto). Es lo que dice Feynman: debemos plantearnos el porqué, y sobre todo, el para qué. Alguien que es capaz de diseñar algo tan complejo como una bomba atómica debería ser capaz de entender que eso se va a utilizar para matar a personas (puede que se justificaran al hacerlo, pero aun así es una responsabilidad que hay que asumir, con dos pares; porque no la construyeron para guardarla en una vitrina, ¿verdad?). Por eso mismo, creo (aunque quién sabe, la vida da muchas vueltas, pero por el momento…) que si me dijeran que o me pongo a diseñar misiles o me quedo sin carrera y sin trabajo, yo diría: “¿quiere patatas con su BigMac?”. Puede que tuviera que vivir debajo de un puente, pero al menos dormiría tranquila.

    Pero sí, tienes toda la razón: es un debate con mucha enjundia, y puede que lo siga siendo por los siglos de los siglos. Pero es que a mí me gusta más un debate (siempre que sea constructivo) que a un tonto un lapicero xD

    Saludos!

  18. #18.- Enviado por: Martina

    El día 20 de mayo de 2007 a las 21:56

    Una novela estupenda que acabo de leer (ayer mismo la acabé; me ha sorprendido mucho ller un post tuyo sobre esto) es “En busca de Klingsor”, de Jorge Volpi. Describe muy bien la época, el trabajo de Heisenberg en Alemania, su rivalidad con Stark… Y la guerra paralela entre los científicoss alemanes y los aliados para desarrollar la bomba atómica.

    Saludos

  19. #19.- Enviado por: omalaled

    El día 20 de mayo de 2007 a las 22:04

    Lyd: a buen seguro, continuaremos la batalla :-)

    Martina: ¡ay!, tuve ese libro en mis manos y lo dejé … ¡maldita sea! Lo pongo en cola … Gracias

    Salud!

  20. #20.- Enviado por: kanza

    El día 20 de mayo de 2007 a las 23:23

    La historia de hoy ha sido especialmente buena

  21. #21.- Enviado por: asimov

    El día 21 de mayo de 2007 a las 01:21

    Muy interesante.

    Salu2.

  22. #22.- Enviado por: Macluskey

    El día 21 de mayo de 2007 a las 09:27

    Siempre que leo tu blog opino lo mismo: no es interesante SÓLO por el contenido de los posts originales (que lo es); lo mejor suele estar en los comentarios:
    Debate con educación.
    Caramba, podrían aprender nuestros políticos…

  23. #23.- Enviado por: omalaled

    El día 21 de mayo de 2007 a las 13:57

    kanza y asimov: muchas gracias.

    Macluskey: una de las cosas que decía Sagan es que nuestros dirigentes deberían tener algo de formación científica y de eso trataré en el próximo artículo … Muchas gracias por tus apreciaciones.

    Salud!

  24. #24.- Enviado por: Delirium

    El día 22 de mayo de 2007 a las 12:47

    La frontera entre el desarrollo de la tecnología y su uso es tan poco clara que no puedo estar de acuerdo con Lyd.

    Omalaled sabrá muy bien que a lo largo de la Historia, muchos de los grandes inventos de la humanidad han sido desarrollados inicialmente con usos militares, ya que, por desgracia, es en la guerra donde el ser humano pone todo su ingenio. Pero no menos cierto es que muchas de estas tecnologías han servido luego para uso civil.

    Ejemplos hay muchos. Creo haber leído por aquí la historia del RADAR. Como informático, citaré dos más: el primer computador reprogramable (hito en la historia de la informática) ENIAC, sirvió en principio para calcular trayectorias de misiles. Y un germen de Internet, ARPANET, una de las primeras redes de comunicación, financiada por el Departamento de Defensa de los EE.UU. Al igual que el GPS, que EE.UU. puede bloquear cuando desee, si no me equivoco. (Y la semilla del GPS y sistemas de navegación modernos también se desarrolló durante la II Guerra Mundial).

    En fin, que se hace muy necesario diferenciar desarrollo y aplicación. Me temo que el desarrollo es inherente a las facultades humanas y no podemos atajarlo. Aunque la estupidez en la aplicación también lo sea.

    Un saludo.

  25. #25.- Enviado por: Nelor

    El día 22 de mayo de 2007 a las 13:24

    Como dice Akiv, la II Guerra Mundial fue una guerra a tres bandas, con el eje por un lado, los aliados por otro y la URSS por otro.
    En cuanto a la invasión de Okinawa que menciona Macluskey, parece que les viene de lejos a los habitantes de esa isla. Mucho antes de ser japonesa era un estado independiente que aguantó dos invasiones japonesas y una china. De hecho de allí surgió el Karate y otras artes marciales, como una forma de lucha de los campesinos contra los invasores mediante la utilización de útiles agrícolas y de sus propios cuerpos, pues los invasores les prohibían utilizar armas.
    Bueno, esto ha sido un pequeño apunte histórico.
    Omalaled, gran historia, con un muy interesante debate posterior.

    Saludos

  26. #26.- Enviado por: omalaled

    El día 22 de mayo de 2007 a las 23:13

    La verdad es que estos temas tocan la fibra sensible (la de las buenas personas, se entiende), y se mezclan muchas ideas, pensamientos e ideales.

    Aunque no lo comparta, entiendo a Lyd perfectamente. A mí me encantaría saber cómo funcionan al 100% los misiles, pero no para tirarlos, sino los detalles técnicos.

    Pero vayamos un poco más allá: si te pide un gobierno que entres en guerra para defender tus intereses, ¿no emplearíais todo lo que está en vuestra mano para hacerlo? ¿No cogeríais un arma para, incluso, matar al invasor? Otra cosa es que me pida conquiestar otro lugar, cosa que jamás haría.

    Aunque esto sea un tema más político o social que no científico, el científico, como persona que es, también se lo plantea.

    Salud!

  27. #27.- Enviado por: JdJ

    El día 23 de mayo de 2007 a las 10:12

    Me dice el servidor que escribo comentarios muy largos. Estoy de acuerdo.

    Parte I

    Como dice Gore Vidal, las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki son una patada a Stalin en el culo de Japón.

    El mensaje principal de ambas bombas es muy simple: voy a colocar unos cuantos pepinos de éstos en mi parte de Alemania. La Segunda Guerra Mundial creó un enfrentamiento muy duro dentro de los Estados Unidos entre los que querían seguir siendo una gran potencia no inmiscuida en los asuntos europeos y quienes, por razones fundamentalmente económicas que tienen que ver con la madurez del mercado americano, propugnaban una actitud más imperialista. Estados Unidos no entró en la guerra para defender a los judíos ni la democracia ni esas cosas. Ni siquiera creo que entrase en la guerra por Pearl Harbour, acción de la que probablemente sabía más de lo que parece. Entró en la guerra por la misma razón por la que, por poner un solo ejemplo, Carlomagno entraba en los conflictos a que le invitaba el Papa: porque siempre sacaba algo para sí.

    Algo, sin embargo, comenzó a fallar conforme Hitler volvió grupas en Rusia. En ese momento, Estados Unidos se da cuenta de que la URSS de Stalin no es la URSS de Lenin y Trosky, que en la anterior gran guerra se limitó a buscar un armisticio para garantizar la victoria revolucionaria en su estricto seno. De Londres empiezan a llegar los mensajes, cada vez más claros, de Churchill. Porque Churchill caló a Stalin desde el primer momento, y sabía muy bien de qué palo iba. No así FDR primero y Truman después, dos políticos que, en materia de geopolítica europea, aún iban por primera vez cuando Stalin ya había vuelto tres veces, y Churchill diecisiete.

  28. #28.- Enviado por: .Marfil.

    El día 25 de mayo de 2007 a las 22:12

    Cuando la primera V-2 construida por Wernher von Braun, estalló en Londres durante la segunda guerra mundial, sus palabras fueron: -El V-2 funcionó perfectamente, sólo que cayó en el planeta equivocado.- Tiempo después, cuando los EEUU desarrollaron la operación paperclip, para intentar recaudar en lo posible la mayor cantidad de ingenieros y científicos alemanes, y limpiarles sin importar su pasado en el régimen nazi (fuesen colaboradores activos o no, a la opinión popular le hubiera dado igual, por eso fue en secreto), Wernher von Braun sería uno de esos científicos alemanes a finales de la fuga de cerebros que se dio en toda europa durante la guerra mundial, y ya en EEUU pondría gran parte para todo el proyecto espacial y lunar, en concreto con el cohete Saturno V.

    Así que lo que se dice proyectiles, meramente como tal si tienen una larga historia de actividad militar, desde catapultas, lanzapiedras, escorpiones, arcos, ballestas, etc. Pero los misiles, en su principio tuvieron un enfoque mucho más idealista, como los planes lunares de Wernher von Braun, y el mismo Goddard. Hay un par de historias acá en este blog.
    Lo que no quiere decir, que es esperable que hoy día gran parte de su estudio se de en el hecho básico, de que los misiles hayan básicamente su aplicación en el sector armaméntistico. En todo ello, no hay más que reconocer lo que dice Omalaled: Antes de criticar u oponerse a algo, lo primero es comprenderlo, y no podemos revolver teoría con la aplicación que después se le de.

  29. #29.- Enviado por: .Marfil.

    El día 25 de mayo de 2007 a las 22:13

    El caso de la bomba nuclear es complejo, soy de los primeros que sale a la defensa de la supuesta barbaridad del régimen nazi, porque considero que su satanización nos hace negar el problema básico, de cómo fue que llego a ocurrir toda esa cantidad de muerte de personas, por otros, que al fin y al cabo no era más que personas. Tal y como reflexionaba Primo Levi, un cautivo de Auchwitz (y químico):


    Cuando se piensa, tras la experiencia posterior, en aquellos años de la segunda guerra mundial que devastaron Europa y la misma Alemania, uno se siente indeciso entre dos opiniones: ¿hemos asistido al desarrollo racional de un asunto inhumano o a una manifestación, hasta ahora única en la historia y mal explicada, de locura colectiva?, ¿a una lógica mal dirigida al mal o a una ausencia de lógica? Como suele suceder con las cosas humanas, las dos alternativas coexistían.

  30. #30.- Enviado por: .Marfil.

    El día 25 de mayo de 2007 a las 22:14

    Dada esta breve puntualización, y dejando completamente claro que no me sumo a la idea de satanizar el régimen nazi; tampoco negaré que éste era lo suficientemente espantoso, como para que una gran cantidad de científicos se sintieran en el deber de hacer lo posible por frenarlo en la forma en que pudieran aportar; el régimen nazi tuvo también su proyecto Manhattan, y es prueba de que ellos hubieran hecho uso de la bomba nuclear de no haber sido detenidos. Esto era lo que decía Einstein:


    Según cuenta Fred Jerome en su libro, en julio de 1941 Einstein escribió a un estudiante que le había echado en cara su apoyo a la investigación del armamento nuclear: -Mi aversión hacia el militarismo y la guerra es tan grande como la suya. Pero con el ascenso del fascismo me di cuenta de que no se pueden mantener posturas pacifistas sin correr el riesgo de que el mundo entero caiga en manos de los enemigos más terribles de la humanidad. Al poder organizado solamente se le puede enfrentar otro poder organizado. Por mucho que lo lamente no hay otra vía-.

  31. #31.- Enviado por: .Marfil.

    El día 25 de mayo de 2007 a las 22:26

    Así que es en verdad poco criticable el hecho de que los científicos hayan intentado detener al régimen nazi, muchos de ellos fueron perseguidos, y en muchos casos supieron de la triste suerte de muchos de sus compañeros conforme Alemania se anexionaba más y más países, y la lista de muertes a causa de la guerra crecía sin paragon. Lo incomodo de todo esto, fue la situación posterior a la segunda guerra mundial; no es comparable lo sucedido en Alamos, al descontrol nuclear de la estrategia MAD (Destrucción mutua asegurada, y que en inglés si no se leyera como siglas, significaría locura), que ha sido posiblemente lo más bochornoso por lo que ha pasado la humanidad, y que ahora muy pronto se ha olvidado (salvo los que se quejan de siempre -que no cuentan por eso mismo-, y la poca consciencia que aún queda de ello -que incluso aveces es para mal, como aveces quisiera demostrar Putin-). Esto ya sería cambiar de tema, así que me devolveré a un último punto de la operación de los Alamos, y las dos primeras bombas nucleares.

    La guerra con Japón no fue cosa fácil; si a alguien se le ocurre, que fue producto de una maquinación estadounidense, es que no tiene idea de la proporcionalidad que abarco la guerra en el pacífico, en la cual Estados Unidos tuvo en realidad en muchos casos muy serias desventajas. La guerra con Japon no consistió en una invasión a los barbaros por parte del Imperio, sino en una contienda entre dos gigantes, con EEUU con una producción mucho mayor es cierto, pero con otra serie de desventajas, no tenía toda su flota en el pacífico, muchos portaaviones se desarrollaron durante la misma guerra, no tenía una gran cantidad de islas a su disposición (como si tenía Japón), etc. Las guerras tienen también un gran ingrediente de suerte; hoy nos parece natural que hayan ganado los aliados, cuando lo cierto es que Hitler inició una guerra porque simple y llanamente (este si al igual que Carlomagno) tenía una ventaja indiscutible, y que sólo los reveces de la guerra terminaron por frustar un resultado que ya se tenía a menos de dos meses de la guerra: Francia conquistada, Polonia conquistada, todos los territorios perdidos durante la gran guerra reconquistados, Gran Bretaña en jaque, y la URSS con el tratado de no agresión mutua. La situación entre Japon y EEUU fue muy distinta viendo los resultados inmediatos.

  32. #32.- Enviado por: .Marfil.

    El día 25 de mayo de 2007 a las 22:36

    Con esto último, se dio que al final de la guerra, EEUU estaba desgastada, no había tenido la guerra en su propio territorio (salvo casos despreciables), pero economicamente y en vidas, tanto su ejercito como su industria no podían sostener una guerra. Una guerra tiene sus ventajas hasta cierto punto, como al principio sabía Hitler e incluso Musolini, pero no es una situación ventajosa ni por largo tiempo, ni con un costo muy grande, una guerra se sigue a menos que la estes perdiendo y las condiciones de rendición sean inadmisibles, pienses en un Götterdämmerung al estilo de Wagner como se pensó en el III reich, o tengas un sistema de valores que lo impida, como el caso Japones. EEUU no es ninguno de esos casos, y continuar con una guerra, cuando todo el resto de países ya la habían terminado, podía implicar que su situación hasta ahora provechosa se tornará en desventajosa, por eso era imperioso acabar con la guerra del pacífico. Lanzar las bombas era lo más lógico, y hacerlo como demostración hubiera tenido poco valor: Aún después de lanzadas en hiroshima y nagasaki, hubo cierto recelo e intento de acallar a los medios dentro del mismo Japón, y el mismo día de la rendición, hubo una resistencia militar e intento de un golpe de estado en Japón para no aceptar la recapitulación. Simple y llanamente no se querían rendir, y si se tiene en cuenta la situación que vivió Japón previo al cambio de política de EEUU para impulsarla, sólo se le permitió cultivar arroz y a duras penas, en una situación más que desastrosa.

    La idea del anuncio a la unión soviética, aunque interesante y de gran narrativa, palidece ante los hechos inmediatos. Existía un problema inmediato con Japón, y antes de pensar en guerras frías, la segunda guerra mundial seguía ahí mismo, y era el asunto principal para EEUU, mientras el resto de países pensaban en la reconstrucción.

  33. #33.- Enviado por: PeterLorre

    El día 4 de junio de 2007 a las 19:55

    Llego un poco tarde :-)
    Leyendo este post he recordado un libro “En busca de Klingsor” de Jorge Volpi, que novela el tema científico alemán durante la segunda guerra mundial (a través de los recuerdos de Heinsenberg, que no queda muy bien parado, todo sea dicho)
    Una lectura recomendable, por si alguien estuviera interesado.

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