Cuvier y la anatomía comparada
La historia de hoy se aparta del terreno habitual de la f sica o las matemáticas y entra un poco en el de la biología. Os hablaré de un personaje que cabe destacar.
Georges Cuvier nació el 23 de agosto de 1769. Tendría que haberse llamado nada menos que Jean-Lopold-Nicholas-Fréderic-Dagobert pero se quedó en Georges debido a que fue hijo de una pareja que habían tenido otro Georges antes y había muerto a los 4 años de edad.
Sus padres, inmersos en la pobreza, le dieron toda la mejor educación que pudieron. Planeaban para él que se convirtiera en pastor luterano, pero a partir de los 12 años empezó a frecuentar la casa de su tío paterno Jean-Nicholas. Dicho familiar tenía la colección completa de todos los volúmenes de la “Histoire Naturelle” de Buffon. El joven Georges quedó cautivado y fascinado por aquella obra. Se pasaba horas absorto leyéndola y salió incluso al campo a recoger sus propios especímenes.
Conoció a un zoólogo por quien obtuvo en 1795 un puesto en Museo de Historia Natural de París, donde se dedicó a sus investigaciones con tanto éxito que se convirtió en secretario permanente de ciencias físicas y naturales del Instituto Nacional en 1803.
Aquí se empezó a interesar en la anatomía comparada de los seres vivos (hoy se le considera el fundador de la misma). ¿Y qué es eso de la anatomía comparada? Por ejemplo, un carnívoro debe tener unas patas adecuadas para correr rápido y capturar su presa, unos dientes capaces de desgarrar la carne, garras para aferrarse a su víctima, etc; un herbívoro, sin embargo, deberá tener pezuñas en vez de zarpas, unos dientes planos adecuados para triturar y otras características en general. Llegó a comprender tan bien estas relaciones entre una parte del cuerpo y otra que con sólo conocer algunos huesos era capaz de reconstruir los demás poco a poco hasta casi obtener el animal entero.
Formuló la “Ley de correlación” en la cual se establecía que todas las estructuras del cuerpo de un animal son dependientes entre sí y la modificación de una de la partes produce el cambio en el resto del organismo. Cuvier escribía: …No existe prácticamente ningún hueso, en sus facetas , curvas y protuberancias, sin que los otros sufran variaciones proporcionales; del examen de un hueso es posible deducir, con ciertos límites, la estructura del esqueleto entero… Demostró este argumento en sus trabajos con fósiles de marsupiales hallados en Paris.
Todavía hoy esta ciencia desconcierta totalmente a los profanos que nos quedamos incrédulos ante tales deducciones.
Gracias a la anatomía comparada llegó a clasificar a todos los animales en 4 grupos: vertebrados, moluscos, articulados y radiados; tales que cada uno de ellos tenía su propio tipo de anatomía. Esta clasificación no se utiliza actualmente, pero fue el primero que propuso una clasificación de este tipo. Con ello reconstruyó especies extinguidas e inventó sin apenas ayuda la ciencia que se conoce como paleontología. Con ello fue posible poner en orden los estratos en que aparecían los fósiles. No llegó a fecharlos pero sí decir cuál era más antiguo que otro.
Bueno, ¿y por qué os explico todo esto de Cuvier? Pues porque con ello puedo contaros una anécdota divertida de este personaje. Como ya he comentado, llegó a ser un gran experto en anatomía comparada, pero no un poco, sino mucho. Tanto que un día uno de sus alumnos se disfrazó de diablo y en compañía de otros se dirigió a la habitación de Cuvier en plena noche mientras dormía. Lo quiso despertar y le dijo:
- Cuvier, Cuvier, he venido a comerte.
Cuvier abrió un ojo y respondió:
- Todos los seres con cuernos y pezuñas son herbívoros, no podrás comerme.
Y volvió a dormirse.
Fuentes:
“Historia de la ciencia”, John Gribbin
“Enciclopedia biográfica de cienciay tecnología (Tomo II)”, Isaac Asimov
http://www.geocities.com/anatomiacomparada
El día 14 de noviembre de 2005 a las 20:19
¡Buenísima! La incorporo a mi colección de anécdotas de abuelo cebolleta para contar en lo bares. Saludos…
El día 14 de noviembre de 2005 a las 22:39
Muchas gracias, Remo. Lo que hace tener seguridad en tus conocimientos. Seguro que este no tenía malos sueños con estas cosas …
Salud!!
El día 15 de noviembre de 2005 a las 16:45
La respuesta es muy ingeniosa, pero no creo que el alumno quedase completamente complacido con la situación
El día 15 de noviembre de 2005 a las 18:05
Pagaría por ver la cara que se lu quedó …
El día 16 de noviembre de 2005 a las 09:18
Por lo visto hace 200 años los estudiantes, al igual que ahora, no sólo se dedicaban a estudiar también tenían sentido del humor. !Como la vida de estudiante no hay nada!
El día 16 de noviembre de 2005 a las 10:16
La verdad es que mientras la vivía ni me enteraba, pero ahora la echo de menos muchíiiiiisimo.
¡Qué tiempos! (cuando hablamos así es que nos hacemos mayores …)
Salud!!
El día 16 de noviembre de 2005 a las 12:09
Bueno, bueno. Yo con solo pensar en los exámenes y en algunos profesores :o( ya se me pasa eso de echar de menos la vida de estudiante. Podría estar bien regresar a la vida de estudiante pero con lo que sé y con lo que gano :o)
El día 16 de noviembre de 2005 a las 15:31
Nota: en referència al teu comentari al meu post, pot ser jo tinc més criteri, però el meu cul és menys gros i escalfa una cadira de menys categoria
de tota manera seria una aportació infinitessimal i en contra de la inmensa majoria de les altres aportacions infinitessimals 
Y respecto al tema “estudiar/aprender” nadie saca provecho de sus “estudios” si no tiene el espíritu preparado para “aprender” porque es la curiosidad intrínseca de cada el mejor motor para superar ciertos exámenes y ciertos nefastos profesores.
El día 16 de noviembre de 2005 a las 16:06
Hombre, AntonioT, no me digas que no volverías a la facu … Pero si ¡hay tantas cosas por aprender, tantas carreras que poder estudiar!
Es una lástima tener que trabajar. La verdad, yo me tiraría la vida estudiando.
Salud!!
El día 30 de noviembre de 2005 a las 05:20
Hago mío el comentario de Remo, y yo también me pasaría la vida estudiando, lo malo es que tengo que trabajar, pero lo bueno es que siempre se puede aprender de conversaciones con otras personas y leer páginas como estas. Felicitaciones.
El día 30 de noviembre de 2005 a las 12:37
Muchas gracias, Rubén.
Y es que no hay nada más bonito que aprender.
Saludos
El día 3 de enero de 2006 a las 12:11
¿Y no serían Cuvier y su método teleológico un bastión para los que defienden cierta verosimilitud en el Diseño Inteligente?
Más en este enlace:
http://justicia.bitacoras.com/archivos/2005/12/30/no-es-tan-tonto-el-diseno-inteligente
El día 3 de enero de 2006 a las 12:32
Esto ya se ha debatido mucho en otros foros y no es objeto de este artículo. El único objeto de este blog es divulgar ciencia y anédotas relacionadas con la misma.
El diseño inteligente no llega ni siquiera a ser una teoría científica.
Un saludo
El día 5 de febrero de 2006 a las 19:14
Tio, no te enteras mucho: la anatomia comparada es el estudio de estructuras anatomicas similares en distintas especies y lo que tu pones como definicion de la misma es la ley de la correlacion, que curiosamente mencionas mas abajo. Bueno la anecdota si es divertida. Saludos.
El día 5 de febrero de 2006 a las 19:21
Por cierto el zoologo que conocio y le enchufo era Saint Hilarie con el que mas tarde tendria una agra disputa por la existencia del evolucionismo, y aunque Saint Hilarie tenia razon quedo fatal porque en una conferencia previa incluyo al pulpo en el orden de los vertebrados.